Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Presentación sección "Psicoanálisis y Filosofía"
Julio Ortega Bobadilla
Consejo de Redacción de Acheronta

Nuevamente en este número nos encontramos ante las interrogantes: ¿Cuál es la relación posible entre psicoanálisis y filosofía? ¿Es el primero una herramienta crítica de la segunda? O: ¿Acaso constituye un punto de vista filosófico por sí mismo?

Una respuesta afirmativa a la segunda pregunta, nos situaría de lleno en el mismo terreno que algunos filósofos contemporáneos franceses.

Pensamos en este momento en Foucault, examinemos por un momento este ejemplo. Según nosotros, habría construido su aproximación arqueológica no solamente a partir de Nietzsche sino de un franco soplo psicoanalítico . Recordemos que en el artículo sobre el tema Enfermedad mental y personalidad (1954) puede leerse la primera aparición de la palabra arqueología: "La neurosis es una arqueología espontánea de la libido".

Podrá el lector crítico oponerse a nuestra opinión y refutar que el uso de la palabra arqueología proveniente de un problema psicoanalítico como lo es la neurosis, puede aplicarse indistintamente a la neurosis o a un método filosófico, que el lenguaje es ambiguo hasta en el detalle.

Como psicoanalistas tenemos que ser rigurosos, hasta malintencionados. Personalmente pienso que esta frase dio mil vueltas en la cabeza del filósofo y que el significante "arqueología" impactó en él hasta que lo consideró como definitorio del método por él inventado.

Por otro lado, dicha arqueología seguirá puntualmente el método psicoanalítico desechando la carga de evolución diacrónica que caracteriza la aproximación biográfica. Y si bien es cierto que existe un Freud evolucionista, no todo en Freud sigue ese camino y el pensamiento psicoanalítico está muy cercano a concepciones antiprogresistas. Cierto es que, cómo ha señalado Balibar, su pecado fue vivir en una época en que no podía escaparse a ese prejuicio.

La arqueología, haría una estudio más que cronológico o histórico, gravitacional de las tendencias de atracción y repulsión entre hechos e ideas de una época considerando que la sucesión nunca está dada de golpe y que la retroactividad freudiana es un mecanismo que opera siempre decisivamente.

Volvamos a Foucault. En Las palabras y las cosas (1966) dotará de un lugar de privilegio en dos concepciones mentales contemporáneas: el psicoanálisis y la etnología.

El psicoanálisis, según él, intenta captar el discurso del Inconsciente, designando a la Muerte, al Deseo y la Ley como: "condiciones de posibilidad de todo saber sobre el hombre". La etnología se interesa por los pueblos cuya historia es más o menos inaccesible y busca las invariantes de estructura, para encontrar, tras las representaciones, normas, reglas y sistemas. Foucault, utilizará ambos saberes como herramienta para decretar la disolución del hombre.

No es seguro que Freud hubiese apoyado esta iniciativa y de seguro más de un psicoanalista se pregunta: ¿Dónde quedaría entonces la cuestión del sujeto? ¿Qué lugar tendría la afirmación Lacaniana de que el psicoanálisis es la ciencia del sujeto?

Para Foucault, no ha lugar, a ninguna de estas cuestiones en ese momento de su obra y aunque sus posteriores elaboraciones sobre la estética de la existencia vayan más en dirección del sujeto, en ese momento, prescindirá de usar al psicoanálisis como referente.

No puede negarse que, sin embargo, el psicoanálisis fue una herramienta decisiva en la construcción de su filosofía. Cierto es que la lectura que del psicoanálisis hizo Foucault, fue parcial y trincada, pero puede afirmarse que esta disciplina le sirvió de inspiración, en la misma medida que su lectura de Nietzsche, para construir su genealogía o arqueología.

Pero no dejemos de lado la cuestión última que esbozamos al principio: ¿Entonces el psicoanálisis es una filosofía? Freud no lo pensó así, pero no siempre un autor tiene dominio completo sobre el monstruo que representa su obra. También el psicoanálisis puede ser considerado como un lícito pensamiento filosófico. Es completamente cierto, que el psicoanálisis no constituye una Weltanshauung, pero la tarea de la filosofía, se ha deslizado de procurar cosmovisiones más o menos sólidas, a simplemente expresar miradas parciales a problemas precisos, con la humildad de quien sabe que la historia tiende a tirar al piso, fetiches y dioses, con suma naturalidad. La aportación de Freud va más allá de poner al descubierto la importancia de la sexualidad, el poder de la confesión, la importancia del sueño, etcétera. Se puede considerar al psicoanálisis no solamente como una teoría, una práctica clínica y un método de investigación; también puede calificarse de un punto de vista filosófico, pese a que Freud no era filósofo ni tenía intención alguna de serlo.

En vista de estas reflexiones, examinemos los trabajos que han llegado a la redacción de Acheronta en este número que ofrecemos al lector atento.

"On-tique" (A desconstrução - lacaniana - do campo da Filosofia) se ubica como un ejercicio de interpretación que propone una deconstrucción de la ontología a partir del psicoanálisis. En el texto de José Marcus de Castro Mattos se muestra una intención crítica al dominio de la filosofía con la marca de inspiración de Lacan y la lectura atenta de Heidegger. En términos generales, la ontología ha sufrido un desplazamiento que va desde la determinación del ser en términos metafísicos hasta la construcción de una ontología basada únicamente en la realidad humana. Y si de realidad humana hablamos, tiene entonces absoluta pertinencia traer a colación al psicoanálisis como esa ciencia del sujeto de la que Lacan hablaba que puede dar cuenta de ciertas particularidades del Ser del hombre, no sólo en tanto contingencia, sino producto mismo del encuentro con el azar.

Para algunos lectores este artículo resultará de difícil lectura las letras de nuestro colega. Podemos decirles que es completamente lacaniano y apoyado en ese regusto por el escollo que caracterizó al mago del verbo francés. ¿Después de la lectura quedan aún dudas? Anótese el lector, si así lo desea, en el equipo de interpretación que armamos en el CR de Acheronta... o mejor aún, escriban con toda confianza al autor del artículo. Los colegas y articulistas que colaboran en nuestra revista, seguro que recibirán sus comentarios con entusiasmo y nutrirán su estilo y preocupaciones con las opiniones de los cibernautas.

El texto Nietzsche, Freud y el eterno retorno del mito, de Rubén Tani y Maria Gracia Núñez, combina sin recetas de manera preciosa la poesía con la filosofía, para darnos una plato que combina el desarrollo de Nietzsche sobre lo apolíneo y lo dionisiaco contenido en el Origen de la Tragedia, con los desarrollos freudianos sobre la vigilia y la vida nocturna. No puede afirmarse una equivalencia de términos y ni siquiera de intenciones, pero el sugerente trabajo nos demuestra que Nietzsche y Freud son, en cierto modo, lecturas complementarias e indispensables para entender que no hay más acercamiento a la dialéctica de la verdad sino a través del velo, de la metáfora. Al lector atento no escapará el concepto de anagnórisis puente conceptual entre ambas filosofías (¿Fui yo o mi otro yo el que escribió filosofía?).

Cierra esta sección un nuevo artículo de José Marcus de Castro Mattos intitulado Kant com Sade y Borges (entre o salão do filósofo e a alcova do libertino, o divã do psicoanalista), que nos presenta una elaboración laberíntica que une tres nombres alrededor de la consideración lacaniana que une a la ley y al goce. Elaboración madura del psicoanalista francés que habitualmente es mal leída y que puesta a par con la frase: "No ceder en el deseo", lleva a algunos analistas y lectores jactanciosos a tratar de desechar a la ley misma rotulándola como espuria en su origen. A algunos lectores con formación filosófica y memoria de la obra kantiana resultarán incómodas algunas tesis del autor. Vale la pena tener a mano La Crítica de la Razón Práctica y la Metafísica de las costumbres antes de iniciar esta lectura y el Pierre Ménard autor del Quijote de Borges (¿Ménard sujeto del inconsciente?) cotejar puntualmente sus tesis con las afirmaciones resueltamente lacanianas de nuestro colega. Recibimos a veces de una misma pluma varios artículos, no es frecuente que aprobemos para su publicación dos artículos de un mismo autor, esperamos que el lector aprecie y lea en conjunto ambos trabajos del autor brasileiro como producto de un estilo.

Ver también el índice general de secciones de Psicoanálisis y filosofía

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 16 - Diciembre 2002
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