Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Reportaje a Vera Gorali
Realizado por Michel Sauval

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Colaborando con una Membresia Solidaria dispondrá de contraseñas únicas para todas las áreas de PsicoMundo (revistas, seminarios, etc.)El 13 de abril de 2006 conversamos con Vera Gorali. Su punto de partida es que así como no hay narcisismo primario, tampoco tenemos un cuerpo de entrada. Es con el cuarto anillo - al que Lacan llama "sinthome" - que liga el simbólico, el real y el imaginario, que hay cuerpo. En ese sentido, hay dos presentaciones del síntoma: "está el síntoma que anuda y provee un cuerpo y están lo síntomas que son metáforas a descifrar". A partir de aquí el diálogo se diversificó por varios andariveles. Entre ellos un recorrido por las diferentes conceptualizaciones lacanianas de las maneras de hacerse un cuerpo, desde el cuerpo del estadio del espejo al recién mencionado "sinthome".

Uno de los problemas que inmediatamente plantea la cuestión del cuerpo es el estatuto de lo real: "el real del psicoanálisis no es ese real donde hay un saber, cómo en el real de la ciencia (...) el real del psicoanálisis, justamente, implica que no se lo sabe, implica que hay algo que hay que construir ahí (...) que es un real una vez que lalengua alcanza al viviente". Lo cual nos lleva inmediatamente a la cuestión del goce, término con el que Lacan "reúne estos tres semantemas" freudianos: "el lust, la befriedigung – que es la satisfacción, pero que también implica al lust – y la libido". La referencia a las diferentes presentaciones del goce es la conferencia de Miller "Los seis paradigmas del goce".

Un problema fundamental es el que se plantea "cuando Lacan descubre que el en "blablabla" también hay goce, ¿cómo seguir predicando que con el goce del "blablabla" vamos a cortar el goce? Es una contradicción perfecta (...) Nuestra posición es que la transferencia no se liquida, se transmuta en transferencia de trabajo". Desde el Seminario 20 en adelante, a partir del goce del blablablá, las cosas se tienen que articular de otra manera. El síntoma ya no puede ser solamente una formación del inconsciente. Tiene que ser algo más: "el síntoma como una respuesta del sujeto, como una solución". "Por eso el síntoma es un concepto más amplio que la pulsión. Porque implica sumar al S1 que marcó al sujeto, el objeto, como exterior, pasando por el Otro". "¿En qué es importante esto? En que nos permite, vía el síntoma – porque va a ser solo por el camino del síntoma – elegir un partenaire". "Dentro de esa gama de otros partenaires – cada cuerpo es síntoma de otro cuerpo – el analista es también un partenaire del síntoma, si se ubica bien, si hace de semblante de objeto". "Si uno toma en cuenta estos datos de cómo el analizante va desplegando su síntoma en la transferencia, se va a poder dirigir la cura desde ese lugar de partenaire". "Con el andar se va haciendo el síntoma en el sentido que se reduce todo lo imaginario y va quedando lo que Miller llama el hueso del análisis". El amor es lo que permite que el goce condescienda al deseo, "es lo que permite que, de la pulsión, se haga síntoma, que se pase por el Otro". "El amor es aceptar algo del goce del otro, y también de la mortificación del goce".
"Es posible tener un síntoma, identificarse a él, hacer con él, y que no sea colectivizado, que sea singular. Eso implica también que pueda haber comunidades de goce; que las hay. Porque la única institución que hay es la institución del síntoma. Todos tenemos el síntoma escuela, podemos decir. Colectivizamos ahí, cada uno a su manera".

Si tomamos la cuestión desde el comienzo del análisis, puede decirse que al "analizante hay que hacerlo, como se hace un cuerpo, como se hace el síntoma en transferencia. Es una construcción que se va haciendo en la relación analítica". De ahí el problema de "los llamados síntomas contemporáneos, que tienen estos cuerpos que se satisfacen por completo con el gadget, con el objeto de consumo (...) El objeto está por encima del ideal. Hay una inversión del matema. Y esto complica el análisis".
"Nosotros tratamos el goce, es lo único que podemos tratar. Tratar el goce, por la palabra, es lo único que sabemos hacer, y que podemos hacer".

Vera Gorali es Analista Miembro de la Escuela (AME) de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL), Responsable del CAP-DEC (Dto. de Estudios Psicoanaliticos sobre el Cuerpo del Centro de Investigaciones del ICBA), Directora de las colecciones Estudios de Psicosomatica y Medio-Oficio, Directora de "La consulta, Centro de atencion psicoanalitica"
Email:
veragorali@yahoo.com.ar

Reportaje a Vera Gorali

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 23 - Octubre 2006
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