Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
La dirección de la cura en la psicosis
Alicia Apud

1- De una cuestión preliminar : La forclusión.

Los psicoanalistas , en psicosis, tenemos la obligación de abordar el tema de la forclusión como cuestión preliminar dentro de una dirección de la cura posible.

La "dirección de la cura "implica la puesta en marcha del dispositivo que permita crear una situación analítica y que cuyo fin, luego de aplicar la regla fundamental del libre pensamiento(1), sea el surgimiento del sujeto del inconsciente.

El sujeto del inconsciente es sujeto del lenguaje, es decir, es lo que representa a un significante para otro significante. Es el sujeto dividido como efecto de la represión.

Si este sujeto es correlativo del significante, en la psicosis la forclusión del significante Nombre-del-Padre pone en evidencia ese agujero simbólico, en la estructura como tal está "muerto".(2), en que punto donde el no puede dar una respuesta, es decir, "lo grita por todos los poros"(3). No se trata acá de la represión, sino que tendría que distinguirse de lo reprimido. Lo que ocurre en la psicosis es que sujeto" no quiere saber nada en sentido de la represión "(4), en cuanto a su castración, como si ningún "juicio de existencia" ((5), es lo que se refiere a la relación entre percepción y representación. Esto consiste en atribuir al sujeto una representación que no le corresponde más, su objeto.

Por otra parte, en lo simbólico, la forclusión del significante Nombre-del-Padre, produce un agujero o una significación cero a la operación de la madre ausente, como sustitución metafórica.

La ausencia del significante "Nombre-del-Padre" produce una "carencia en la significación fálica "para el sujeto,(6), además.

En el delirio, el sujeto psicótico, se organiza con ayuda de la metáfora delirante, para restituir su propia realidad tomando como central ese simbólico rechazado en lo real. Por medio de la sustitución significante que pone en juego el proceso metafórico, el sujeto logra la transformaciones que suple con esta nueva creación al significante rechazado, pero que ahora es recreado por el delirio.

La alucinación, y neologismos, constituyen esos "Caminos laterales"(7) de los que habla Lacan en el Seminario 3, cuando no existe esa Gran ruta de ser padre, entonces, el sujeto psicótico se detiene al borde de la ruta, habla solo, etc. De esa gran estructura, de ese conjunto de significantes, de esa totalidad, solo quedan fragmentos del sujeto y estos se hacen oír por medio de las alucinaciones auditivas, que lo acosan sin cesar. Estos productos psicóticos son los que en el fondo contienen en si mismos la significación del ser del sujeto que retorna desde lo real pero ajeno al mismo.

Por otra parte, en la psicosis, lo imaginario está disuelto y fragmentado y desde allí que se produzca como compensación frente a la catástrofe de significantes, una vez desencadenada la psicosis . ( En Schreber, 42 flechsig, o las "imágenes de los hombres hechos a la ligera", que ayudan la construcción del" orden del Universo".(8)).

Lo que ocurre , en la psicosis, es que este imaginario sustituye al agujero simbólico pero no es sustituido por algún significante del orden simbólico, el Gran Otro de la palabra no existe como tal, es necesario que el sujeto psicótico cree un Gran Otro absoluto, real, como un" Dios" para suplir esta carencia.

En este sentido, se dice que lo inconsciente en la psicosis es lo consciente, es la superficie y superficial, es decir que es lo que se presenta como un contenido manifiesto pero no latente como en el sueño, que es la superficie del agujero pero no es sostenido por lo simbólico. En fin esto es lo que, en la topología lacaniana del" nudo borromeo", no anuda ningún anillo (9), así lo imaginario, lo simbólico y lo real guardan su autonomía.

2- El sujeto y la trasferencia :

De esta manera, se puede distinguir desde el punto de vista del sujeto :

El sujeto del significante, en tanto, efecto producido de un significante a otro significante, es también el sujeto del inconsciente.

El sujeto dividido por el objeto, es el sujeto del fantasma.

El sujeto en lo real. Es el sujeto discontinúo, como tal responde a la estructura misma, es el sujeto de la debilidad, la muerte del sujeto.

En un sentido general, el término sujeto hace referencia a :

A estas definiciones del sujeto en psicoanálisis de la neurosis es necesario agregar la definición el sujeto psicótico como tal. Es aquel que se presenta en lo real y que mantiene los caracteres de "discontinuidad y debilidad". Es el" a-sujeto del Otro", según Rosine y Robert Lefort (10), en tanto se encuentra fuera y exterior de este lugar del Gran Otro que da su estatuto al inconsciente. El sujeto psicótico es "el sujeto del goce"(11).

De esta forma, se puede decir que, así ,como el sujeto neurótico trabaja con su discurso inconsciente para reconstruir la significación reprimida, el sujeto psicótico traba sobre la realidad externa para restituir la significación ausente, como en la parafrenia, re-inventando palabras sin o con muchos sentidos, como es el caso de los neologismos en la esquizofrenia, elaborando un sistema de significantes nuevos, como en la paranoia.

En la neurosis de transferencia, el sujeto es efecto de un significante a otro, en la psicosis , esta estructura de discurso se rompe, aunque el psicótico se encuentre dentro del lenguaje y desde allí, tratará de reintentar otro discurso, con sus leyes propias, que incluya ese real totalizador y acusiante para el sujeto. Este intento de simbolización de este real por parte del sujeto, es pacificador, alivia al sujeto, cuando este habla.

Mientras, en la neurosis de transferencia, se trata de hacer consciente un saber inconsciente, en la psicosis de transferencia, el saber es consciente, y contiene la absoluta certeza para el sujeto.

Por otra parte, desde el punto de vista de la transferencia, se puede considerar para las neurosis, una neurosis infantil, en tanto , el sujeto reproduce en análisis ciertos recuerdos referidos a su infancia, que encubren un deseo sexual reprimido. La psicosis es a-histórica, en tanto el recuerdo puede manifestarse en lo real, fuera de tiempo y espacio, como traumático, es impuesto desde el exterior para el sujeto.

El sujeto vive el recuerdo como extraño, como ajeno al yo, de lo que resulta estar rechazado y excluido de la cadena significante en aquel punto en que no lo puede reconocer como suyo, en tanto, no tiene otra respuesta que este retorno del significante desde lo real, sin mediación simbólica, lo que lo hace traumático.

Así, en las neurosis, "el complejo de Edipo es la pieza basal" en (12)la formación de síntomas y en la estructura. En la psicosis, ese" Gran Otro"(13) que juega su rol principal en la neurosis, es un lugar vacío, no existe, el sujeto psicótico naufraga en ese "mundo imaginario de la rivalidad y del erotismo", con su semejante, en una relación dual.

La no -existencia de un Gran Otro simbólico, que haga barrera, es decir, que mediatice las impulsiones agresivas de un sujeto esquizofrénico hacia su madre, están dando cuenta de una relación dual, de tipo agresivo erótica actuada que es de otra naturaleza que el enunciado por el complejo de Edipo. En este caso, la agresividad está del lado de la madre, es exterior al sujeto, y de la cual éste se hace eco.

Sin embargo, el psicótico habla, y por este medio se comunica.

En la psicosis hay una trasferencia masiva hacia el analista, y es por medio de esta vía de simbolización que el sujeto psicótico dará cuenta de esos significantes perdidos e inexistentes, ya sea reconstruyendo otros, y producíendolos por medio de escrituras en sus diversos tipos.

En este sentido se puede decir que, así como en la cura con un sujeto neurótico, la transferencia opera como desplazamiento de la cadena significante ; en la psicosis, la transferencia opera como producción y desplazamientos de significantes que tienden a la restitución de los faltantes.

Por otra parte, la interpretación del analista implica a la trasferencia, en tanto trasferencia de significantes unidos entre si por una o varias significaciones.

3- La interpretación :

En el Seminario3, Lacan señala que el significante tiene (14) todo tipo de implicaciones y es allí donde el analista como "decifrador" puede completar ciertas significaciones. De acuerdo a esto, la unidad de significaciones muestra que significante funciona de acuerdo a ciertas leyes, por ejemplo, en el delirio, la voces perpetúan esta propiedad. De allí que la estructura se impone como realidad al sujeto, por medio del "testimonio".(15).

Lo que quiere decir, que por medio del delirio, el sujeto psicótico adquiere un unidad de significación , que según sus leyes, son equivalentes a una interpretación por medio del testimonio.

La interpretación no está del lado del analista como decifrador, sino del lado del sujeto psicótico. El delirio es la interpretación.

Lo que ocurre en la psicosis, es que en el fenómeno de la comunicación, el código está disociado del mensaje. La interpretación psicoanalítica se basa en el Gran Otro, del código significante, y desde allí, el psicoanalista descifra el mensaje del sujeto.

La interpretación psicótica sigue su propio modelo, que es el modelo delirante. La simbolización que proviene del Gran Otro no llega a inscribirse en su sistema. Esta carencia del Gran Otro simbólico en el psicótico hace que se invente un Gran Otro absoluto, real, sería ese Otro del Otro que sujeto psicótico inventa para suplir la carencia del significante Nombre-del-Padre ausente. Por lo tanto, el analista interpretador vendría a instalarse en este lugar del Otro absoluto, que lo persigue y lo acosa con sus significaciones inexistentes.

De esta manera, el sujeto psicótico se mantiene flotando entre dos mundos disociados :

código------------simbólico

mensaje---------real

En este caso, el silencio del analista reemplaza a la interpretación. El silencio del analista permite que el propio sujeto psicótico elabore su interpretación, y que pueda traducirlas en palabras por medio del testimonio que se dirija al analista en el lugar del testigo.

Estos fenómenos psicóticos, desde lo real pueden ser incluidos dentro de una comunicación testimonial. También, el lapsus, y el sueño aparecen desde lo real, como pesadillas o recuerdo traumático.

Jacques Alain Miller(16), distingue aquellas interpretaciones donde se reproduce el Nombre-del- Padre, en tanto hace surgir la significación fálica, la cual incluye la" castración de sentido", como interpretación en "cascada" y que opera como intersección entre lo simbólico y lo imaginario.

En la Psicosis, sabemos que esta interpretación es imposible ; pues, la forclusión del significante Nombre-del-Padre, produce un cero de significación fálica.

Otra forma de interpretación, según J.A.Miller (17), es aquella que se refiere al" silenciamiento de la hemorragia significativa", opera como entrecruzamiento entre lo real y lo simbólico, al fin de análisis, con la emergencia del objeto a y no como significación fálica. Está fuera de sentido y es asexuado.

El último tipo de interpretación, como cruzamiento de lo real y lo simbólico, no es lo mismo que la interpretación delirante.

El sujeto psicótico es el que interpreta y reconstruye la realidad dándole un sentido o un sin-sentido, según el caso.

4 - El lugar del Psicoanalista :

Durante los años 1955-56, Lacan, (18) define prudentemente la posición del analista, como aquel de testigo o" secretario del alienado", remarcando lo problemático del lugar del analista como decifrador frente a los fenómenos psicóticos. La escucha, en silencio, permitiría que el sujeto dé su testimonio, organice su discurso, adquiera cierto orden por la palabra y también por el escrito, porque "en el testimonio siempre hay compromiso del sujeto"(19).

La cuestión del tratamiento fue, sin embargo, dejada abierta. La estructura psicótica, significada en el esquema I, da una conclusión más bien de tipo negativa en cuanto al abordaje psicoanalítico.

En la década del 70, Lacan reabre esta cuestión con Joyce, en el Seminario :Le Sinthome(20). Joyce, quien es inanalizable, compensa su carencia paterna con su "arte-decir".

Lo que introduce acá, Lacan, es la cuestión de lo real y el problema que plantea la psicosis ante la desunión topológica por esta carencia simbólica que Joyce busca restituir por medio de su arte, por medio de palabras impuestas, descomponiendo la lengua por medio de la escritura.

La escritura, históricamente como la plantea Lacan comienza con la Letra, que soporta lo real. La letra es el significante de la imagen sin significado :

En este sentido, el escrito en el caso Aimée, si bien no disponía del arte de Joyce, y en Schreber, parece cumplir una función mediadora de lo real ante la aparición del síntoma psicótico.

La escritura es la búsqueda y la invención de un nombre-del-Padre ausente y la creación de otras formas de lenguajes que empuja a la metaforización.

Lo social puede producir, a veces, estos significantes Nombre-del-padre, no como desencadenantes, pero como suplentes, y que se expresan en un oficio, en el artificio del artista, como función significante, es decir, lo que lo nombra.

Esta función de nombrar, de dar nombre a las cosas es una función paterna. Es el padre, quien atravez de la madre da nombres al sujeto, introduciéndolo a lo simbólico, al lenguaje. Es la voz de la madre quien dice "no", que "nombra un cierto número de interdicciones"(21).

Sabemos que justamente la forclusión de este significante nombre-del-padre, produce la catástrofe, pero que el saber-hacer, -ser nombrado para- lo restituye, por medio de una función que pone orden y designa al sujeto en su ser, es decir, nombrar lo inombrable.

La función de Nombrar, puede ser un lugar del analista en ciertos casos, y a veces, cumpliendo una función normativa.

Finalmente, la puesta en marcha del discurso analítico por medio des la psicosis de transferencia coloca al psicoanalista en el lugar del objeto a, como una voz, una mirada, una presencia. El sujeto psicótico, elabora un saber, restituyendo el nombre-del-padre por medio de la producción de un significante nuevo (neologismo, delirio), o bien, inventando la letra que soporta lo real.

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S2 S1

De esta forma, se reabre un espacio psicoanalítico en el tratamiento de la psicosis, donde antes era -hacer consciente lo inconsciente para la neurosis, ahora, en la Psicosis es : hacer simbólico lo real.

BIBLIOGRAFIA :

  1. Lacan.J :La dirección de la Cura. Escritos I, p.218.edic.SigloXXl.1975.México.
  2. Lacan,J. :De una cuestión preliminar...Escritos ll, p.253.S.XXl.México.
  3. Lacan,J. :Repuesta al comentario de J. Hyppolite. Escritos ll, p.147, S.XXI. México.
  4. Lacan,J. : idem.
  5. Hyppolite,J. : Sobre la Verneinung de Freud. Escritos ll, p.398. SXXI. México.
  6. Lacan,J. :Escritos ll, p.243 (metáfora paterna) ; p.256. (esquema I). S XXI, México.
  7. Lacan,J. :Séminaire III, C.XXIII. Edit.Seuil. 1981. París.
  8. Schreber,D.P. :Memorias de un Neurópata, p.71. Edic. Petrel.1978.Bs As.
  9. Lacan,J. :Le Sinthome, Séminaire XXIII , 1975-76. Clase 11-5-76 (inédito). Apuntes Universidad París VIII.
  10. Lefort, Rosine,Robert y otros :V Encuentro de psicoanálisis, 1988, Buenos Aires. Sujeto del Inconsciente y sujeto de la psicosis, p.321. Fundación del Campo freudiano.
  11. Lefort, R y R : p. 322. Idem.
  12. Lacan,J. :Séminaire lll, cap.XII y XIII, edit.Seuil. 1981. París.
  13. Lacan,J. :idem. P.236. cap. XVI.
  14. Lacan,J. :idem, p. 237.
  15. Lacan,J. : Idem, p. 238.
  16. Miller, J.A : Escansión 1, p. 170, edit. Paidós, 1984. Bs As.Barcelona.
  17. Miller, J. A. : idem, p, 171.
  18. Lacan,J. :Séminaire III, p.233, Cap.XVI, Edit. Seuil. 1981. Paris.
  19. Lacan,J. :idem. Cap. 3.3.
  20. Lacan,J. :Le Sinthome, clase 01-02-1976. (inédito). Apuntes Universidad París VIII.
  21. Lacan,J. :Les non-dupes-errent. Clase 19-03-1974.(inédito). Apuntes Universidad París VIII
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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 8 - Diciembre 1998
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