Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura

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Cuando se lleva años de vuelo en las promesas
y se descansa, sentado en un banco,
se pierde el gusto que hubo en abrir los ojos.
Lucen las máscaras en su maquillaje crueldad.
Ese tiempo infinito en el pozo del espejo
que el deseo, advertido, ya no quiere celebrar.
Aún así, no cesa la búsqueda
de la herida en el rostro.

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Sin imitarte, cruzaste el pasillo.
Pero se escapó un gesto que no sé explicarte.
Y toda tú, como desprendiendo un racimo de diapositivas,
desgranó con precisión dolorosa instantes
que tengo inyectados en la glucosa del tiempo.

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No sé cómo aún no han diagnosticado
ese pálido hepatítico de cristalinos opacos
que me envuelve en los vagones del metro.

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Habitamos lo precario
con el pavor del no-funcionamiento.
con el “no tiene remedio, compre otro.”
El contenedor rebosa de deshechos
y ayer no cabía el último artesano.
Se lo llevó a casa el basurero,
lo limpió, le examinó las manos,
le ofreció un precio que no llegó a entender.
Ya nada más se supo.
Hoy se me rompió el corazón
y todo estaba cerrado.
Mañana iré a un país subdesarrollado.
Dicen que la pobreza no tira nada y lo aprovecha todo.

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Dice que es mi amigo y que lo hace por mí.
No fuma;
no por cualquier cosa, sino por algo peor:
por convicción.
Cada vez que enciendo un cigarro,
me subraya que los espejismos son bastardos,
como los productos no ecológicos.
Él es legítimo, por convicción.
Nació después del proselitismo y se unió a los conversos.
Ahíto de autoayuda, ahora ayuda a cualquier vecino.
Me cuida, es decir: me vigila.
Me recomienda bondades con las que moriré bien sano.
Mi salud, resquebrajada por la ansiedad del paro,
se recompone en las volutas del humo
que le hacen tanto mal, por mi bien.
Ayer me abrí paso entre la niebla de sus consumos
y deposité una boñiga –de vaca, con pedigrí ecológico-
como tarjeta de invitación a mi funeral.
Aún vino a hacerme bien con una elegía, mortal de salvación.

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En los hijos, unos trazos.
Rasgos que desconoces por claros.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 23 - Octubre 2006
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