Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Las bases psicológicas del movimiento
Gabriel Pereyra

Introducción

El propósito de esta monografía es el estudio del movimiento del deportista. Se intentará elaborar las bases psicológicas de conceptos tales como programa motor, gesto deportivo, praxias, destreza, etc.

Estudiaremos las diversas formas de adquisición de las destrezas, la forma en que el atleta anticipa sus movimientos elaborando programas motores. Abordaremos las distintas teorías sobre el movimiento que se encuentran enmarcadas dentro de la psicología del deporte y de ciencias como la neuropsicología y la psicología genética. La idea es ir buscando las recurrencias y las divergencias de dichas teorías y realizar una síntesis integradora que nos permita un marco teórico más amplio para estudiar dicho problema.

Una vez trabajada la cuestión del movimiento, estudiaremos algunos de los factores que interfieren, ya sea positiva o negativamente, en la realización del correcto gesto deportivo como es la motivación del deportista y las técnicas de anticipación del movimiento como la visualización creativa .

¿ Tal vez Ud. lector se preguntara el porqué y el para qué trabajar la cuestión del movimiento en psicología aplicada al deporte?

Pues en mi opinión es fundamental , ya que si se puede entender los mecanismos de adquisición de destrezas, sus bases psicofisológicas y evolutivas se podrá aportar una información valiosa para los entrenadores en la iniciación deportiva de los niños, y si podemos entender cuáles son las variables que interfieren en la realización de un adecuado gesto deportivo y cómo estas se pueden anticipar estaremos dando también una valiosa información al entrenador de un atleta de alto rendimiento.

Cabe aclarar que el abordaje de este trabajo se realizará dentro de la deportología, o sea dentro del área de la prevención de la salud ,que es una de las tres áreas de intervención del psicólogo aplicado al deporte.primaria

Las bases psicológicas del movimiento

Si se busca en el diccionario el significado de movimiento se encontrará "acción de moverse o ser movido " y si se busca mover se encontrará "cambiar la situación o posición de una cosa ", evidentemente cuando hablamos de movimiento en deporte nos referimos a algo más que cambiar la posición de una cosa . Intentemos encontrar una definición más adecuada, para los fines de este trabajo.

¿Cuáles son las características del movimiento que un deportista efectúa en una competencia ?

Cuando uno se acerca a los diferentes tipos de deportes, observa que cada uno tiene sus propias características no sólo en cuanto a reglas de juego, sino también a formas de movimientos, posturas; algunos utilizan instrumentos ( pelota, raqueta, bicicletas, patines, etc. ) otros solo su cuerpo ( nadadores, corredores, etc.); a veces se trata de vencer obstáculos artificiales ( vallas, arcos, cestos ) o se trata de vencer a la naturaleza (alpinismo, esquí ). Cada deporte tiene un conjunto de movimientos que lo caracteriza y se lo llama gesto deportivo, y al conjunto de pasos necesarios para realizar un adecuado gesto lo denominaremos programa motor.

Para diferenciar mejor estos términos iremos a un ejemplo : el tenista se encuentra en posición de saque, pica varias veces la pelota, se concentra, trata de hallar el estado óptimo que le permita conectar un excelente servicio. Se encuentra en el punto decisivo. Eleva la pelota al aire, sus piernas van acompañando la rotación de su cadera, mueve hacia atrás la raqueta elevándola de forma tal que coincida en tiempo y espacio con la pelota, saliendo ésta eyectada a una velocidad aproximada de cientodiez kilómetros por hora; al mismo tiempo se escucha un grito del tenista, ha puesto todos sus pensamientos en ese golpe y éllos salen por su boca. Su cuerpo se balancea hacia adelante y se apresta a recibir el contragolpe; la pelota cruza al campo adversario impactando en el lugar preciso que nuestro tenista había proyectado. El adversario mira impotente, ha perdido el partido.

Cada paso que tuvo que realizar nuestro tenista, desde empuñar correctamente la raqueta, ubicar adecuadamente las piernas, balancear armónicamente su cuerpo, etc. lo denominaremos gesto deportivo y al conjunto de todos estos movimientos, programa motor. Es necesario aclarar que estas distinciones están pensadas para este trabajo; la denominación de programa motor nos será muy útil para describir las bases psicológicas del movimiento.

Ubicaremos entonces al programa motor como un proceso psicológico consciente del hombre, con sus tres cualidades que son : "su secuencialidad, su direccionalidad y naturaleza anticipadora ".

Definiremos cada uno de estos términos , de acuerdo con el Dr. Cardamone (1) como:

"a. Por secuencialidad de las acciones mentales entendemos el proceso que posibilita diferenciar la múltiple información cognitiva (visual, cinestésico motora, espacial, y semántica) y transformarla en estructuras psicológicas integrales".

"b. Por direccionalidad de las acciones mentales comprendemos el proceso que posibilita organizar y orientar toda la información cognitiva para la realización del objetivo que se busca conseguir en determinada actividad".

"c. Por anticipación psicológica entendemos la capacidad para elaborar programas mentales abstractos que, superando el marco perceptual, permiten extraer juicios y conclusiones lógicas para orientar con mayor eficiencia el comportamiento humano".

Una vez ubicado al programa motor como un proceso consciente y definido sus principales características recorremos otras ciencias para sentar las bases neuropsicológicas de nuestro tema. Con tal propósito trabajaremos la tesis de A. R. Luria (3)

"Las funciones psíquicas superiores del hombre del constituyen complejos procesos autorregulados, sociales por su origen, mediatizados por su estructura, conscientes y voluntarios por el modo de funcionamiento".

"A diferencia del animal, el hombre nace y vive en un mundo de objetos creados por el trabajo social y en un mundo de personas con las que entabla determinadas relaciones. Esto, desde su comienzo, forma sus procesos psíquicos. Los reflejos naturales del niño (de succionar, asir, atrapar y otros) se reorganizan radicalmente por la acción del trato con los objetos. Se forman nuevos esquemas motores que crean una especie de "molde" de estos objetos, los movimientos se van sometiendo a las propiedades objetivas de ellos".

"Pero el niño no sólo vive en un mundo de objetos terminados, creados por el trabajo social. Desde el mismo comienzo de su vida entabla siempre la necesaria relación con otras personas; aprende el sistema del lenguaje objetivamente existente, con su ayuda asimila la experiencia de generaciones: Todo ello se convierte en un factor decisivo para su desarrollo psíquico posterior, se hace condición decisiva para la formación de las funciones mentales superiores que diferencian al ser humano de los animales".

"El proceso de desarrollo de las formas superiores de la actividad mental fue seguido en el curso de la ontogénesis por Vygotsky, quien mostró que las bases de formas de actividad tales como la atención activa o la atención voluntaria, está siempre en la relación del niño con los adultos".

" La teoría de Vygostky acerca de que la acción compartida inicialmente entre dos personas se convierte más tarde en procedimiento de conducta individual, tiene como corolario el revelar el origen social de las funciones psíquicas superiores y señala la naturaleza social de aquellos fenómenos psicológicos que por lo general se tomaban como puramente individuales".

"La génesis social de las funciones psíquicas superiores, su formación en el proceso de la actividad objetiva y la comunicación social determinan la segunda característica esencial de estas funciones : su estructura mediatizada".

" El lenguaje juega un papel decisivo en la mediatización de los programas psíquicos. La palabra, al designar el objeto o su propiedad, lo separa de la situación en torno y lo introduce en determinadas relaciones con otros objetos o propiedades. El hecho de que cada palabra ya generaliza tiene significado decisivo en la forma sistematizada de reflejar la realidad, en la transición de las sensaciones al pensamientos, en la creación de nuevos sistemas funcionales. La palabra no sólo designa los objetos del mundo exterior, sino que destaca sus propiedades esenciales y las introduce en el sistema de las relaciones con otros objetos. Gracias a la existencia del lenguaje, el hombre puede invocar la imagen del objeto correspondiente y operar con ella en ausencia de éste. Simultáneamente, la palabra, al separar las características esenciales y generalizar los objetos y fenómenos que designa, permite penetrar profundamente en la realidad circundante. Todo ello traslada los procesos mentales humanos a un nuevo nivel, permite su nueva organización y ofrece al hombre la posibilidad de dirigir los procesos psíquicos".

Hemos descripto el origen social de las funciones psíquicas superiores del hombre. Para continuar nuestro trabajo, estudiaremos qué mecanismos cerebrales constituyen dichas funciones.

Luria nos decía que la palabra juega un papel fundamental en la creación de nuevos sistemas funcionales; pero ¿qué es un sistema funcional ?. Definiremos a un sistema cerebral funcional como el conjunto de conexiones, dinámicamente estables, que la actividad refleja del cerebro mantiene con respecto a determinados tipos de información existentes en el mundo externo.(4). Esto significa que el cerebro va decodificando la información que recibe, analiza por separado los estímulos (auditivos, visuales, espaciales, cinestésicos, motores, etc.) en sus distintas áreas (hemisferio derecho, izquierdo, lóbulo temporal, occipital, parietal y frontal ) y en distintos niveles jerárquicos ( sectores primarios, secundarios y terciarios) luego une esa información y produce una respuesta determinada. Para realizar ese análisis, debe activar algunas áreas e inhibir otras, va produciendo determinados circuitos neuronales, si esa información que recibe se reitera sucesivamente, estos circuitos se consolidan formando sistemas cerebrales funcionales disminuyendo de esta manera el tiempo de procesamiento de dicha información.

Entonces las funciones psíquicas superiores del hombre tienen su génesis social mediatizadas por el lenguaje, "depende de la utilización de signos de apoyo externos y transcurren como serie de operaciones desplegadas". "Sólo más tarde se repliega paulatinamente y todo el proceso se transforma en acción reducida basada en la palabra externa y, más tarde, en la interna".

Veamos, pues, como Luria utiliza esta teoría para analizar al movimiento: "Los movimientos voluntarios tienen una estructura refleja, según Pavlov, los llamados movimientos voluntarios de los animales y, en particular, los movimientos voluntarios del hombre, son el resultado de la actividad integrada de toda la corteza, cuyas distintas partes cumplen la función de análisis y síntesis de los estímulos exteroceptivos y propioceptivos y constituyen distintos mecanismos aferentes del acto motor . Berstein, señala que para que los movimientos complejos (motores o de manipulación) puedan ser controlados es indispensable la afluencias constantes de impulsos aferentes, no sólo de los objetos exteriores que se tienen en cuenta para realizar los movimientos , sino, ante todo, del propio aparato de apoyo y locomoción; todo cambio de posición de este aparato altera las condiciones del movimiento. Precisamente por esto, los factores decisivos en la construcción del movimiento no son tanto los impulsos efectores ( que tienen más bien carácter puramente ejecutivo), como el sistema complejo de impulsos aferentes que precisan la composición del acto motor y aseguran una amplia corrección de estos".

"En las condiciones que determinan la construcción del movimiento voluntario están incluidas las aferentaciones tanto visuales, auditivas, como táctiles y, en particular cinestésica. Cada uno de estos sistemas aferentes es responsable de uno u otro aspecto de la organización del acto motor; sin embargo, el análisis y la síntesis de señales sobre, cuya base se realiza el movimiento, se estructuran tomando en cuenta todos estos tipos parciales de señalización. Por ello el aparato central de la construcción del movimiento, como lo denomina Pávlov, el analizador motor, es el más complejo de todos los mecanismos de análisis y síntesis. Se puede ver entonces a los movimientos voluntarios como actos reflejos complejos, realizados bajo la influencia de todo un sistema aferente. Estos sistemas situados en varios niveles del aparato central, incluyen el sistema de señales del lenguaje. Las conexiones formadas sobre la base de estas señales, están incluidas en los mecanismos que forman el acto motor, verdaderamente voluntario, que determinan su dirección y controlan su curso. La planificación verbal y la organización del acto motor constituyen una peculiaridad específica propia de los movimientos y acciones voluntarias y de la compleja actividad voluntaria desplegada".

"Las bases estructurales y dinámicas para la identificación de la región sensomotriz como núcleo cortical del analizador motor consisten en que el propio acto motor constituye un sistema funcional completo. Para realizar el movimiento voluntario es indispensable que los impulsos visuales vestibulares o acústicos se recodifiquen en un sistema definido de señales cinestésicas. Este sistema forma la red espacial que garantiza la dirección correcta de las señales eferentes hacia los grupos musculares adecuados y que, al mismo tiempo, alteran dinámicamente la dirección de estas señales de acuerdo con la posición de los musculos y articulaciones en el espacio. Sin esta base cinestésica no se puede realizar movimiento alguno".

"Cada movimiento voluntario no constituye un acto motor único espacialmente organizado, sino cierta serie de inervaciones sucesivas que transcurren en el tiempo. Esto se puede observar casi en cualquier movimiento y con particular claridad en todo habito motor complejo compuesto de una serie de inervaciones que cambian sucesivamente y forman una melodía cinética única".

Hemos recorrido los aspectos fundamentales de la teoría de Luria sobre el movimiento.

Trabajaremos ahora la teoría de Jacques Corraze: (5)

"Cuando un comportamiento motriz está en su comienzo, se constata una organización torpe de actos elementales en una cadena en la que se perciben las discontinuidades. Progresivamente se va a obtener una unidad, la impresión de una de la realización de un movimiento continuo ejecutado de un solo tiro".

" La obtención de este resultado está condicionado por la situación de mecanismos determinados que permiten establecer una organización jerárquica. Tres de ellos son fundamentales".

En primer lugar, la constitución de mecanismos autónomos susceptibles de funcionar independientemente de un control central : se tienen como resultado subrutinas. Luego, y consecutivamente a esta organización central va a poder anticipar sobre los acontecimientos por venir y preparar los movimientos capaces de responder allí adecuadamente, mucho antes de desencadenarlos. En fin, en el orden esta vez, va a establecerse entre diversos grupos musculares que eran objeto hasta entonces de cometidos distintos y solicitaba cada uno un control, una sinergia que realiza una unidad de orden y ejecución".

"Progresivamente se constata que las respuestas de sujetos varían menos. El acto realiza una organización espacio - temporal cada vez más previsible, su latencia se fija como su tiempo de ejecución y la energía gastada disminuye; a este proceso se lo llama modularización o subrutina, y consiste en organizar , en el seno de una actividad, una unidad dotada de autonomía, autocontrolada en cierto modo".

"Una vez constituidas las subrutinas, son susceptibles de integrarse en varios conjuntos motrices. La subrutina, en efecto, es un acto cuya ejecución es una condición necesaria pero no suficiente en la realización de una sucesión más compleja de subrutinas, organizadas jerárquicamente, y en la cual está incorporada. La sucesión misma constituye lo que se entiende generalmente como una habilidad motriz : andar, tocar el piano o utilizar un utensilio como una cuchara".

"Cada vez que se constituye una unidad nueva, es una unidad de grado superior con relación a la anterior que se vuelve una costumbre de orden inferior".

"En la anticipación psicomotriz, se trata de preparar un conjunto motriz de manera que se le pueda separar en un momento oportuno para obtener una simultaneidad entre dos acontecimientos. Tal fenómeno se produce cuando, por ejemplo, un elemento de un conjunto motriz debe comenzar justo en el momento en que otro, que le es anterior, se acaba: cuando la mano, destinada a atrapar una pelota debe encontrarse en un punto preciso del espacio en el momento en que la trayectoria de la pelota pasa por allí".

"Se llama tiempo de respuesta a la duración que transcurre entre el estímulo -acontecimiento y el principio de la respuesta que induce. Si la respuesta se produce al mismo tiempo que el estímulo, el tiempo de respuesta es nulo; si se produce antes, este tiempo de respuesta será negativo. Se puede suponer que lo que caracteriza a un individuo dotado no es la velocidad de sus tiempos de reacción sino su capacidad de anticipar".

"Se pueden diferenciar tres formas de anticipación psicomotrices:

a) La anticipación por receptor

El sujeto se apoya en una información presente en el medio para prever la posición futura de un estímulo. Es este tipo de anticipación la que juega cuando prevemos el momento en el que una pelota estará en un punto determinado de su trayectoria. Es también lo que hacemos cuando negociamos un viraje apreciando la curva que va a venir de la carretera, o cuando leemos por adelantado nuestra partitura musical.

b) La anticipación perceptiva

En este caso uno se apoya en el conocimiento que se tiene, por experiencia, de la regularidad de un acontecimiento. Se espera a ver aparecer este acontecimiento en un lugar determinado del espacio (anticipación perceptiva espacial ) o en un momento dado ( anticipación perceptiva temporal). Un sujeto que ha llegado al dominio de su ejecución podría responder con los ojos cerrados porque ha interiorizado los indicios. Esta anticipación es utilizada en las actividades donde el dominio corporal se ha desligado de los factores del medio: ejecución de una zambullida, de un trozo de música, pedalear sobre una bicicleta.

c) La anticipación de efectuante

Se considera la forma más elemental de las anticipaciones. Se dirige sobre nuestros propios movimientos puesto que, antes de separar un movimiento, el sistema nervioso central debe prever el momento y el lugar de su parada".

"Es interesante observar que debe establecerse un compromiso entre la necesidad de anticipar y la necesidad de esperar para tener un número de informaciones suficientes para evitar errores. Cuando, por ejemplo, se debe reenviar una pelota, no es preciso anticipar demasiado pronto sin que haya riesgo de equivocarse en la trayectoria. Se puede suponer que la capacidad de un individuo en discernir las informaciones significativas es una componente de la habilidad".

"La calidad de una actividad motriz es singularmente dependiente de una coordinación, o sinergia, entre grupos musculares que participan en el resultado. Al comienzo, estos músculos funcionan independientemente unos de otros, pero la actividad en curso los constriñe a obrar de concierto según determinadas reglas comunes. Esta coordinación progresiva de elementos al principio autónomos es la que se refleja en la forma externa de los movimientos en curso de aprendizaje. Por ejemplo, el brazo de un tirador de pistola inexperto, cuando la puntería oscila alrededor del blanco, con el aprendizaje, esta oscilación disminuye. El resultado se debe a una contención mecánica entre los músculos de la articulación del hombro y los de la muñeca: si los segundos provocan una oscilación, los primeros la compensan. La sinergia neuromuscular resulta de una contención mecánica entre músculos al principio independientes".

Tras haber analilzado la organización jerárquica del movimiento, según Jacques Corraze, y siguiendo dentro del campo de la neuropsicología trabajaremos las investigaciones de Luciano Mecacci. (6)

Este autor realiza una investigación, cuya población está compuesta por tenistas y esgrimistas, y descubre que en ella es mayor el porcentaje de deportistas zurdos que en la población no deportista. Observa también que el ambidextrismo es la característica más difundida entre los atletas, más que una acentuada zurdería. Formula la hipótesis que la actividad atlética tiende a relacionarse con el uso de ambas manos y que, por su naturaleza, el zurdo se ve aventajado con respecto a los no zurdos.

Para ejemplificar, volvamos a nuestro tenista. El actúa con un instrumento, la raqueta, que sujeta con una mano para golpear un objeto externo, la pelota. Con sus movimientos se entrelazan los del adversario en el espacio, inclusive los de la pelota después de ser golpeada. Su cerebro debe organizar los movimiento de la mano y de las piernas teniendo en cuenta los cambios de posición del contrincante, calcular la velocidad del golpe, prever la trayectoria y ajustar su cuerpo adecuadamente, en fracción de segundos.

Según esta investigación, el análisis espacio-tiempo de un objeto en movimiento es efectuado por el hemisferio cerebral derecho. Se trata de un análisis del movimiento de un objeto en un espacio tridimensional que debe ser preciso ( para lo cual se requiere el hemisferio derecho ) y veloz ( para el cual el camino más breve para la transmisión de la ejecución motora es el más eficaz ). Para el autor la mano izquierda está controlada directamente por el hemisferio derecho y, por tanto está aventajada respecto a la mano derecha que recibe el programa motor elaborado por ese mismo hemisferio a través del hemisferio izquierdo, alargando por lo tanto la vía de transmisión en poquísimas milésimas de segundos. Los atletas diestros tenderían, cuando ello fuera posible, a utilizar la mano izquierda para compensar la desventaja y ello daría el alto porcentaje de ambidextrismo, al menos en algunas disciplinas. Pero los zurdos se ven en cambio favorecidos porque no tienen que desarrollar esa utilización de la izquierda como tienen que hacer los diestros.

Hemos descripto al movimiento desde el punto de vista neuropsicológico, abordaremos el mismo desde la psicología aplicada al deporte. Para ello trabajaremos algunos textos que abordan esta disciplina.

Para Robert Singer (7) los primeros puntos a considerar en el aprendizaje motor son: los procesos de aprendizaje, las diferencias individuales y las condiciones de enseñanza. Divide a las actividades de aprendizaje en psicomotoras, cognoscitivas o afectivas. Clasifica a las operaciones como actividades primarias: las psicomotoras ( para actuar ), las cognoscitivas ( para conocer ) y las afectivas ( para percibir ).

El autor define el aprendizaje motor como reflejo de una variación relativamente permanente en la obra o en la potencial ejecución, como resultado de la práctica o de experiencias anteriores. Clasifica al aprendizaje de las habilidades en tres categorías:

1. Procesos de aprendizaje y ejecución ( procesos que parecen igualmente válidos para la mayor parte de las personas ). Comprende los tipos de actividad que realiza la gente cuando se da cuenta de que hay algo en una situación a la que se espera que responda. El movimiento de una pelota que ha de ser apresada debe ser anticipada.

2. Diferencias individuales ( vías en las que las distintas personas difieren en cuanto a forma de aprender y de responder a las situaciones ). Un cierto número de factores contribuyen a diferenciar las influencias en el aprendizaje y ejecución de una forma predecible. La acción puede variar entre las personas debido al nivel de motivación, actitudes, reacciones frente a la ansiedad, edad, experiencias anteriores, etc.

3. Condiciones de instrucción ( vías en las que se manipulan el ambiente del aprendizaje o las tareas, a fin de facilitar el aprendizaje de los alumnos en general, o respecto a las diferencias individuales ). Se deben tener en cuenta las categorías anteriores para desarrollar las condiciones y planes de instrucción que resulten más eficaces para ayudar a los alumnos a conseguir sus objetivos.

 

H. T. A. Whiting (8) se pregunta si es posible enseñar un movimiento como por ejemplo andar en bicicleta. Investiga la relación existente entre el aprendiz y el maestro. Para ello diseña diferentes experimentos con simuladores de esquí. La intención es comparar la efectividad del aprendizaje por descubrimiento, del propio deportista sin información previa, con el aprendizaje por modelo.

Los resultados de la experimentación demostraron la superioridad del aprendizaje por descubrimiento. Sobre este tema formula la siguiente hipótesis: los sujetos dejados al aprendizaje por descubrimiento no tienen ideas preconcebidas sobre un movimiento determinado y están más dispuestos a poner más atención a la tarea. Infiere que al realizar tal experiencia serán más sensibles a las fuerzas de reacción que son consecuencia de su propia acción y por consiguiente será más probable que descubra la dinámica del sistema, haciendo un mejor uso de la energía; en cambio el aprendizaje por modelo obliga a los sujetos a enfrentarse con un experto como modelo, preocupándose más por adoptar la forma de movimiento topológico del modelo así como de dominar las fuerzas externas dividiendo de tal manera su atención con la consiguiente pérdida de eficacia en la tarea.

Para el autor el aprendizaje no es tanto el seguimiento de las normas que tienen que ser consolidadas durante el proceso de aprendizaje, como la exploración y el descubrimiento de las soluciones óptimas de un modo interactivo. El aprendizaje por descubrimiento fuerza al aprendiz a explorar las dinámicas del sistema en el que está trabajando de un modo interactivo. Sólo cuando tales prescripciones se encaminan a delinear la progresión de los problemas que tendrá que resolver el aprendiz, y las relaciona con su capacidad pueden ser efectivas.

Tutko (9) pone especial énfasis en la comunicación del entrenador con el atleta como forma de perfeccionar la enseñanza de destrezas. El subraya que la organización del material de forma sistemática aumenta la eficiencia del ejercicio, como así también los enfoques desordenados para establecer los hábitos motores retardan la adquisición de dichos hábitos tornándolos ineficaces.

Cuanto mayor sea el tiempo que se dedique al aprendizaje y refuerzo de una determinada destreza mayor será la eficacia con que ésta se realiza. De igual manera, cuanto mayor sea la participación del deportista en detectar y modificar los errores más rápido alcanzará una destreza adecuada.

Hemos desarrollado en este capítulo las bases psicológicas de lo que hemos denominado programa motor. Lo definimos como un proceso psicológico consciente del hombre y cuya principal característica es la anticipación; debemos buscar cuáles son los factores que interfieren en la anticipación del programa motor y cuáles son las consecuencias.

Interferencias psicológicas en el programa motor

Cuando hablamos de programa nos referimos al conjunto de partes de una actividad, en nuestro caso el movimiento, que lleva un orden y una sucesión (de dichas partes) determinada. Esta secuencialidad de las acciones debe necesariamente ser anticipada para poder llevarse a cabo. Decíamos en el capítulo anterior que la anticipación era una de las características principales de un programa motor; el sujeto antes de realizar una serie de movimientos los organiza en una secuencia, elabora una estrategia y la ejecuta. Múltiples son las variables que intervienen en este proceso. Para mencionar algunas diremos por ejemplo la edad del deportista ( si es un gesto ya consolidado o esta en proceso de aprendizaje), los niveles de ansiedad, que le permitan ubicar la mejor estrategia, y la motivación, etc.

Para acotar nuestro trabajo estudiaremos la motivación del deportista y su influencia en la realización del programa motor. Para ello, haremos una breve recorrida por los diversos autores que ya han trabajado el tema :

Gloria Balague (10) plantea a la motivación como un proceso, que se puede definir como " el conjunto de variables sociales, ambientales e individuales que determinan la elección de una actividad, la intensidad en la práctica de esa actividad, la persistencia en la tarea y el rendimiento ".Ve al deporte como un medio orientado al éxito, donde éxito o fracaso se entienden mejor si se consideran como un estado psicológico basado en la interpretación personal del resultado, que a su vez se basa en el logro de las metas propias. Diferencia tres formas de lograr las metas que afectan al comportamiento individual en ambientes competitivos :

Habilidad deportiva

Autosuperación

Aprobación social.

Para la autora es posible enfatizar la motivación por la superación, enfocarlo a habilidades especificas más que generales, y es fundamental entender el significado subjetivo del logro para el atleta.

Glyn Roberts: (11) para este autor es importante tomar al atleta como protagonista en el diseño de un plan de motivación ,"se sienten más comprometidos con el programa si piensan que han sido ellos los que los que lo han diseñado, que la idea ha partido de ellos".

Thomas A. Tutko (12) plantea como fundamental el rol del entrenador en la motivación del deportista; sería el papel más importante que realiza . El éxito deportivo es posible si el entrenador analiza cuidadosamente la situación, planifica su curso de acción y posteriormente se ciñe al plan. La forma más efectiva de motivación es el compromiso sincero y entusiasta con sus jugadores para la consecución de una meta en común. Los jugadores deben ser libres para provocar emociones comunes y solidarizarse con cada uno de sus compañeros y con el entrenador .El entrenador debe hacer un esfuerzo para comprender las fuerzas de motivación que estimulan al deportista a su participación. La dirección y extensión del esfuerzo futuro del entrenador puede determinarse si es capaz de valorar exactamente el grado inicial de motivación presente en el jugador.

Respecto a cada individuo, es recomendable que el entrenador se refiera a su ficha de perfil para guiarlo en el desarrollo de un plan de motivación, que resulte de la información extraída del individuo.

Francisco Ucha (13) se basa en González Serra para definir a la motivación como la compleja integración de procesos psíquicos, que implican la actividad nerviosa superior y reflejan la realidad objetiva a través de las condiciones internas de la personalidad social, reguladores en su constante transformación y determinación recíproca con la actividad externa y sus objetivos y estímulos, de la dirección y la intensidad o activación del comportamiento y, por lo tanto, se manifiesta como actividad motivada. Las dimensiones de la motivación las constituyen la dirección, intensidad y persistencia del comportamiento.

Los motivos del hombre no pueden estudiarse como unidades dinámicas aisladas que lo orientan a un comportamiento inmediato, sino en el complejo proceso de la mediatización de su función reguladora, por la autoconciencia, aspecto distintivo de toda función psíquica superior. La forma en que el motivo se manifiesta depende de la personalidad del sujeto que lo asume .

Cualquier decisión que se tome en el sentido de emplear medios de influencia psicológica dirigidos a enriquecer e intensificar los motivos de los jugadores para rendir más en los entrenamientos y competencias debe estar sustentado en un estudio previo de la esfera de motivación de cada atleta .

Para el autor los problemas de motivación son sobre todo problemas informacionales .

Sobre las metas dice que deben ser difíciles pero realistas, pueden relacionarse con el estilo de vida del deportista; para establecerlas se debe considerar en primer lugar los índices de la ejecución motora del jugador, los valores que deben alcanzar en las cualidades de la preparación tanto física como técnica -táctica , y el grado de rendimiento esperado en las futuras competencias; planificándolas a corto, medio y largo plazo.

Marta Pietri: (14) trabaja sobre la actitud, la define como un estado mental que afectan las alternativas de las personas. Todo el mundo tiene el deseo de ganar, sin embargo , lo importante en realidad es tener el deseo de practicar para ganar. Relacionando las actitudes y las condiciones de instrucción, se pregunta :

-antes del entrenamiento (qué esperar)

-durante el entrenamiento (qué hacer)

-después del entrenamiento (qué resultados)

El entrenamiento debe de preparar al individuo para la ejecución en la competencia y no en la práctica. El aspecto mental puede sacarle la mayor partida al acondicionamiento o preparación de entrenamiento.

Observemos, este tema, desde la óptica de un entrenador físico:

L. Matveev (15) plantea que la formación de los motivos del deportista está vinculada con el afán de lograr marcas deportivas. El hecho de alcanzar la meta fijada es para el deportista la confirmación de su objetivo propuesto y, simultáneamente, la fuente de su orientación hacia los resultados consecutivos que determinan el grado de la demanda subjetiva. En esto radica el significado de los logros como factor motivado por la actividad deportiva. A través de la orientación hacia los resultados reales el entrenador concreta las tareas del deportista y de ese modo influye de manera encauzada sobre la formación de sus motivos deportivos.

El entrenador, revelando el profundo sentido social y personal de la actividad deportiva, educando los sentimientos de deber moral, de patriotismo, colectivismo y otros sentimientos y cualidades que caracterizan al hombre de la sociedad comunista, forma con ello en el deportista el sentido de la más alta responsabilidad por su preparación deportiva y las marcas que se propone alcanzar y crea precisamente la base de la motivación que es fuente inagotable de las más considerables realizaciones.

Podemos ver como este autor plantea que la motivación está estrechamente ligada a las marcas logradas y, como este enfoque político-ideológico lo lleva a pensar en un atleta que adopta una posición totalmente pasiva, cual pedazo de arcilla dispuesta a ser modelada a gusto del artista.

Resumiendo, podemos ver entonces que la mayoría de los autores que hemos trabajado acuerdan en que la motivación es un proceso dinámico, cuyas dimensiones la constituyen la dirección, intensidad y persistencia del comportamiento. Donde es fundamental el significado subjetivo del logro para el deportista, que es el principal protagonista de dicho proceso, teniendo un papel destacado la ayuda y contención del entrenador; con el cual debe el deportista fijar las metas, que deben ser difíciles pero adecuadas a sus posibilidades.

Efectuada esta breve síntesis entre algunas de las diversas teorías existentes sobre la motivación, intentaremos sentar las bases psicofisiológicas de dicho proceso.

Diremos que la motivación es un proceso que se podría explicar básicamente de la siguiente manera: el atleta debe encontrar su meta; una vez que ésta es ubicada actúa como activadora del deportista; actúa como la fuerza que lo empuja. Estudiaremos entonces como este proceso de activación ( arousal ) es llevado a cabo.

Alfredo Ardila (16) trabaja sobre el nivel de activación; lo considera como cierto factor fisiológico general y causa de determinadas características de la respuesta del organismo. Constituye un continuum en el que el estado de coma representa su límite inferior y los estados de excitación extrema su límite superior. Los cambios en el nivel de activación se reflejan en cambios correspondientes en el comportamiento.

Entre el nivel de activación y la productividad en determinada tarea existe una relación en forma de U invertida; en toda tarea existe un nivel de activación óptimo para ser ejecutada, variando según la tarea y el sujeto que la realice.

Según este autor "tal relación entre nivel de activación y ejecución implica que el aumento del nivel de activación mejora la ejecución de una tarea hasta determinada magnitud crítica y que un aumento ulterior del nivel de activación implica una peor ejecución de la tarea".

Volviendo a Luria (17) vemos que estudia la relación del analizador motor con los lóbulos frontales y la regulación de los estados de activación. Las regiones prefrontales pertenecen al sistema cortical del analizador motor y además juegan un papel fundamental en la organización aferente de los movimientos. Considera que "el hecho de que la corteza de la región frontal es similar, por su estructura, a las regiones motriz y premotriz y que integran el sistema de las regiones centrales de analizador motor, haciendo suponer que la referida corteza tiene una participación muy directa en la formación del análisis y la síntesis de aquellas excitaciones que sirven de base a los procesos motores".

"Hay muchas razones para pensar que los lóbulos frontales unen la información acerca del mundo exterior, que nos llega a través del aparato de los exteroreceptores y la información acerca de los estados internos del organismo y que dichos lóbulos constituyen un aparato que permite regular la conducta del organismo basándose en el cálculo del efecto de las acciones que éste realiza".

"Se sabe que todo estímulo nuevo o significativo provoca un reflejo de orientación o una reacción de activación ( arousal ). Esta reacción de activación origina una intensificación del estado de vigilia y se expresa en una serie de cambios de la respiración, del volumen de los vasos sanguíneos, de la reacción cutáneo-galvánica".

Para Luria el lenguaje participa el la formación de estados de activación estables y selectivos, que sirven de base a cualquier forma compleja de la conducta encaminada a un objetivo. Los lóbulos frontales desempeñan un importante papel en la regulación de los estados de activación, que se realiza con la participación del lenguaje. Éstos participan además en la regulación de las formas más complejas de movimientos y acciones y, ante todo, en la garantía del adecuado transcurso de las acciones y movimientos voluntarios del hombre.

"En el transcurso de la realización de la acción voluntaria, el lenguaje interno participa en el proceso de vigilancia de la marcha de la acción y del control de su efectividad; dicho lenguaje ayuda a comparar la acción realizada con el propósito inicial, formulando señales acerca de su concordancia o falta de ésta, corrigiendo los errores cometidos, interrumpiendo la actividad si el objetivo se ha cumplido, o reanudándola si dicho objetivo no se ha logrado".

Este sistema funcional puede darse solamente en un estado de vigilia constante de la corteza, que hace apartar todas las relaciones colaterales que no correspondan al acto motor. Sólo se necesita una pequeña disminución del nivel de actividad de la corteza para que el papel dominante de estas relaciones fundamentales se haga inestable, siendo éstas interferidas por cualquier estímulo externo, perdiendo así la conducta su carácter de orientación y selección.

Veamos a nuestro tenista. Otra vez está por realizar su servicio. Se encuentra tal vez un poco distendido; está próximo al triunfo y lleva una cómoda ventaja. Pica continuamente la pelota, la eleva en el preciso momento en que un grito sale de la tribuna. Desvía su mirada solamente por un instante; mientras tanto continúa su movimiento. La pelota sale hacia el campo adversario, pero esta vez no llega a buen destino. Ha sido el peor saque del partido. Nuestro tenista no estaba lo suficientemente concentrado como para inhibir los estímulos externos.

Hemos estudiado como la motivación influye en la correcta realización de un programa motor y cuales son sus bases neuropsicológicas. Abordaremos ahora una técnica utilizada en psicología aplicada al deporte para trabajar la anticipación de un programa motor : la visualización creativa

La visualización creativa es una técnica utilizada por los deportistas para trabajar entrenamiento mental. Ya en la década del 20, el fisiólogo Edmund Jacobsen (18), realizó experimentos en donde los atletas se imaginaban a sí mismos efectuando determinadas acciones como por ejemplo, correr. Encontró que mientras que los atletas realizaban esta operación, los músculos relacionados con estas acciones mostraban contracciones definidas. Experimentos posteriores demostraron que la práctica mental de una destreza motora puede ser tan útil como la práctica real de la destreza. Veamos un experimento realizado con bastquetbolistas: se seleccionaron tres grupos al azar. Uno de los cuales entrenó diariamente tiros libres con una pelota real durante veinte días. Los otros dos grupos utilizaron una pelota real únicamente el primero y el vigésimo día, pero uno de éstos, en los días entre el 1* y el ultimo, llevo a cabo 20 minutos de práctica mental (lanzando tiros con su imaginación ). El resultado fue el siguiente, el grupo sin práctica no había mejorado; el grupo con la práctica real y el grupo con la práctica mental mostraron casi el mismo progreso.

Si bien cada profesional tiene su propia manera de hacer ejercitar la visualización podríamos decir que generalmente consiste en generar un ambiente sereno, para que el atleta se relaje. Que cierre los ojos, haciéndolo respirar profundamente por lo menos tres veces; se le hace buscar sus sensaciones corporales, por ejemplo "relaje completamente los dedos del pie, sienta el rozar de éstos con sus zapatos, afloje sus piernas, etc.". Una vez finalizada esta etapa se le da instrucciones verbales para que se traslade mentalmente hacía un lugar placentero, en contacto con la naturaleza por ej. un lago en el medio las montañas, etc.. Cuando esto se logra se hace que el atleta forme en el medio de esa imagen una imagen blanca (como si fuera una pantalla de cine) y proyecte allí una imagen suya realizando deporte (puede ser por ej. la carrera que va a realizar o el golpe que quiere mejorar, etc.); luego una vez logrado se le hace agregar la imagen de los obstáculos con los que teme enfrentarse en una competencia (por ej. en un ciclista podría ser el viento en contra) y que vaya imaginando la forma en que lo puede ir resolviendo, llegando así a la imagen de éxito deseada. Se le hace sostener esta imagen unos segundos y, por último, se empieza a trabajar para finalizar el ejercicio, se lo vuelve a hacer respirar profundo, se lo vuelve a activar y se le hace abrir los ojos.

Una vez explicitada esta técnica pasaremos al análisis de la misma en el marco de nuestro trabajo. Para ello la dividiremos en tres etapas:

1_ Al cerrar los ojos, se inhiben los estímulos visuales externos, favoreciendo la focalización de aferencias musculares. Al ir repasando cada músculo del cuerpo se va reforzando este mecanismo, preparando de esta manera al cerebro para el ejercicio.

2_ Una vez propiciada la focalización de aferencias cinestésicas, se comienza a abrir otro foco de atención, intentando mantener la inhibición de estímulos externos e internos que no tengan relación con el programa motor que se busca visualizar. Podríamos inferir que con la instalación de imágenes placenteras se genera un blanqueo mental, que posibilita lograr las inhibiciones buscadas.

3_ Se procede a la imagen del programa motor. Se propicia la semantización (la concientización), mediante las imágenes del movimiento. Anteriormente habíamos dicho, que el movimiento tiene su base en la actividad externa mediatizada por la palabra que con el tiempo se va interiorizando para consolidarse en un sistema funcional.

En esta etapa el sujeto va descomponiendo cada segmento del programa, que por automatizado se había vuelto inconsciente ( en el sentido descriptivo ), volviendo a semantizarlo de acuerdo a los movimientos buscados. Recordemos que habíamos activado las aferencias cinestésicas y podríamos pensar que con esta nueva semantización, éstas se van re-modelando de acuerdo al nuevo esquema; esta relación se podría observar cuando vemos que algunos deportistas terminan el ejercicio realizando, casi automáticamente, el movimiento visualizado . Se podría entender entonces, todo este mecanismo como una forma eficaz de modificar un sistema funcional ya consolidado por mucho tiempo de práctica.

De todas maneras este análisis no deja de ser una hipótesis, que como tal debe ser sometida a la experimentación.

De la teoría a la práctica

Antes de pasar a la práctica haremos una síntesis de lo hasta aquí trabajado.

Definimos al programa motor como un proceso psicológico consciente, como una función psíquica superior del hombre, que como tal, es de origen social y su estructura está mediatizada por el lenguaje. Gracias a éste el hombre puede dirigir dichos procesos.

Veíamos también como se constituía un sistema cerebral funcional, utillizando para su consolidación la apoyatura en la actividad externa que posteriormente se vuelve interna.

Sobre el movimiento decíamos además que es controlado por un equilibrio entre los sistemas aferentes y eferentes del sistema nervioso central. En estas aferencias se incluían las visuales, auditivas, tactiles y cinestésicas. El sistema que controla este equililbrio es el analizador motor.

La principal característica del programa motor es la posibilidad de ser planificado verbalmente, organizado en una secuencia y por lo tanto anticipado.

Veíamos también como se podía hablar de una organización jerárquica del movimiento cuyo mecanismo es la modularización ( o subrutinas ), la anticipación y la sinergia.

Destacábamos la importancia de la dominancia de los hemisferios cerebrales en el desarrollo de las destrezas motoras.

Con Whithing observamos la importancia del aprendizaje por descubrimiento con lo cual podemos reafirmar nuestra hipótesis de que lo fundamental en el movimiento es el análisis de las aferencias, descubriendo cada sujeto su adecuada postura o más cómoda posición para realizar el gesto. No es sólo por copia pasiva de un modelo sino por la interacción con la actividad externa es que se logra un adecuado movimiento.

Decíamos del programa motor que su principal característica era la anticipación. Analizamos también aquellos factores que interfieren en la realización del movimiento, abordando en detalle a la motivación. Realizamos una síntesis de algunos autores que trabajaron el tema. La definíamos como un proceso dinámico y remarcábamos lo fundamental del significado subjetivo del logro para el deportista, ubicando al mismo como el principal protagonista de dicho proceso.

Relacionamos luego a la motivación con el arousal y vimos la interacción que existe entre la ansiedad y el nivel de activación.

Analizamos el papel de la región prefrontal de la corteza y el lugar que ocupa en la regulación de los estados de activación como así también la participación del lenguaje en dicho proceso.

Estudiamos una técnica de anticipación como la visualización creativa y propusimos una hipótesis sobre su funcionamiento a nivel psicofisiológico.

Podemos reflejar en este cuadro lo anteriormente trabajado:

Apliquemos este modelo de programa motor a algunos ejemplos prácticos.

Entramos a un gimnasio, uno de esos que hay cada barrio. Vemos una clase de gimnasia aeróbica. El grupo de gimnastas está compuesto en su mayoría por mujeres (pocos son los varones que se animan ); el frente del salón está tapizado con espejos y en la parte posterior altos bafles se elevan disparando sonidos a muy alto volumen. La música es muy pegadiza, ritmos rápidos en donde se escuchan claramente tonos graves que marcan el compás haciendo, por momentos, vibrar los vidrios del salón. El profesor está realizando una coreografía; efectúa movimientos compuestos que se van reiterando en ocho o cuatro tiempos, a veces en dos. Estos movimientos van formando bloques y estos bloques componen la coreografía; luego de treinta minutos de práctica ésta es reiterada en forma completa. Algunos deportistas hacen pequeñas pausas y toman agua, otros no; a todos se los ve contentos saltando al ritmo de la música. Los más inexpertos o los más tímido se ubican atrás; los más antiguos o a los que les gusta sobresalir se ubican adelante. Todos forman filas, aunque siempre alguien se pierde, componiendo una unidad. El espejo les sirve de referencia para ir todos al mismo tiempo.

De repente se corta la música. Algo pasa en el equipo de audio que hace que éste deje de funcionar. El profesor decide continuar la clase; grita más que de costumbre, trata de ir marcando el compás. Al grupo antes sonriente se lo comienza a ver de otra manera; sus caras comienzan a transformarse. Los movimientos se hacen más lentos, todos parecen pesar el doble. Y el profesor sigue gritando.

Pasados cinco minutos la gente de a poco comienza a escaparse de la clase, de uno en uno, hasta que el profesor decide finalizarla. Todavía le quedaban veinte minutos, pero su garganta ya no daba para más.

Pasemos al análisis de lo acontecido:

Hablamos del movimiento y su organización jerárquica, según Corraze, éste se iba organizando según módulos o subrutinas. En este tipo de clase aeróbica el profesor siempre enseña un esquema diferente pero la estructura siempre es la misma. Comienza por pequeños bloques con un tipo de movimiento, lo reitera para ir consolidándolo y pasa a otro; cuando realiza por lo menos dos los va uniendo y va agregando otros más hasta finalizar la coreografía, que luego es reiterada íntegramente varias veces. Una vez consolidada éste deja que los alumnos la efectúen solos.

A veces al enseñar un paso baja el volúmen de la música, lo realiza muy lentamente y va marcando los tiempos con su voz; luego vuelve a subir el volumen y continúa con la clase. Vemos claramente que la estructura de la clase es modular en el sentido anteriormente descripto, y se observa principalmente en los deportistas más experimentados como estos movimientos se van automatizando, prestando atención a pequeños detalles, como por ejemplo, acompañar al movimiento con mayor elegancia, cuestión que al principio era imposible de tener en cuenta.

Vemos, como habíamos dicho anteriormente, que un sistema funcional permite procesar información mas eficazmente, permitiendo que el cerebro tenga capacidad para analizar mayor cantidad de información y mejorar la calidad de emisión de los diferentes programas motores.

Observamos que cuando se trata de enseñar un nuevo movimiento enfatiza la verbalización ( para lo cual baja la música ) y repite el ejercicio varias veces. Esto es un claro ejemplo de lo que hablamos cuando decíamos que el movimiento tiene su apoyatura en la actividad semántica externa en el comienzo, para interiorizarse luego.

El espejo ayuda a organizar el movimiento brindando aferencias visuales que favorecen la consolidación del mismo.

¿Qué ocurrió que cuando desapareció la música, prácticamente, finalizó la clase? Podemos arriesgar la siguiente hipótesis:

Decíamos que en todo programa motor hay interferencias que pueden actuar positiva o negativamente sobre éste. Podemos pensar que la música actúa como activador (arousal ) como agente motivante para los deportistas. Si bien esto debe ser sujeto a verificación empírica podemos inferir que por el tipo de música, con fuertes tonos graves, ésta incide en la corteza en forma tal que la activa para realizar el movimiento. Hablamos de un equilibrio entre inhibición y activación de aferencias y eferencias. En este caso podemos pensar que la música permite focalizar la atención sobre el movimiento; actuaría como la pantalla en blanco de la que hablamos en el análisis de la visualización creativa, inhibiendo diferentes estímulos sobre todo las aferencias cinestésicas que indican cansancio o agotamiento. Además está comprobado que cuando uno realiza una actividad o mantiene su mente ocupada, el tiempo parece transcurrir más rápido.

Entonces, la música actúa no solamente como activador, sino que permite, además, tornar a la actividad más entretenida ( recordemos que generalmente es música que se pone en las fiestas para que la gente baile y se divierta ). Observamos también que cuando finaliza la clase, la música cambia de ritmo, siendo melodías lentas que permitan al deportista volver a su ritmo cardíaco habitual, relajando además sus músculos en forma adecuada.

Con este análisis hemos visto como este modelo propuesto nos sirve para analizar una actividad deportiva; pero la intención de este trabajo es cómo podemos utilizarlo en la práctica de la psicología aplicada al deporte .

Mencionábamos que este enfoque del movimiento nos era útil sobre todo para intervenir en el campo de la deportología.

Ya que hablamos de programa motor y de adquisición de las destrezas nos convendría marcar las diferencias entre la actividad del psicólogo y la del entrenador.

No está demás destacar que lo que estuvimos trabajando es un esquema de funcionamiento lógico del movimiento y sus bases psicológicas. No es en absoluto nuestro tema las cuestiones técnicas del gesto deportivo. Si el tenista ubica correctamente la mano al sostener la raqueta, o si la postura del atleta es la correcta al largar una carrera. Todos estos problemas técnicos son de la órbita del entrenador, no nos compete en lo más mínimo.

Nosotros trabajaremos con el entrenador a quien vemos, como dice Tucko, como al principal motivador del deportista, a quien le debemos dar las herramientas lógicas para que pueda transmitir la técnica de juego de manera más adecuada, pudiendo así ayudar al atleta a encontrar su mejor estilo de juego.

Analicemos, entonces, la siguiente observación de campo realizada sobre una clase de patinaje.

Esta observación fue llevada a cabo en un club de barrio; el salón donde se desarrollaba la actividad era muy amplio; no solamente se usaba para la clase sino que además estaba funcionando, en ese momento, un bar y otras actividades de recreación. La clase era para niñas de aproximadamente seis años; eran en total cuatro y su profesora. Por las prendas que vestían, era fácil intuir que se preparaban para una exhibición. Estaban preparando una coreografía; la música que las acompañaba era la de un programa infantil, muy de moda en estos tiempos. El esquema era bastante complejo; cada paso era reiterado dos veces y lo iban integrando al conjunto. La profesora se ubicaba por momentos delante de las niñas y por momentos detrás; les mostraba el paso una o dos veces y luego se quedaba quieta observando. Cuando les indicaba algo o les corregía un movimiento, a cualquiera de ellas, generalmente no recordaba el nombre y les preguntaba ¿Cómo te llamabas?. Cada tanto encendía la música y les hacía practicar la coreografía solas, sin su guía. El resultado, como era de esperar, era bastante malo; las pequeñitas se perdían muy fácilmente. Hubo un momento en el que tenían que ir dando vueltas alrededor del salón y encontrarse en un punto para hacer una figura en conjunto. Las niñas daban vueltas y a veces corrían carreras; no podían coordinar el encuentro. Me llamó particularmente la atención, un momento en el cual las niñas daban vueltas y la profesora les decía: "Ya! Ya!... no tienen que esperar", cuando las niñas dan la vuelta les vuelve a decir "¿por qué no esperás a ella?, no corran tanto". Y así continuó la clase de por lo menos dos horas de duración. Pues bien, pasemos al análisis de dicha observación:

Primero es necesario aclarar que me encontraba en ese club aguardando una reunión y como fue larga la espera, aproveché a observar la práctica. Como fue una obsevación circunstancial no disponía de mucha información; no sabía cuánto faltaba para la supuesta demostración, ni si la entrenadora era la titular o si por algún motivo se encontraba ese día dando clase; tampoco sabía cuántas clases antes habían practicado dicha coreografía. Hecha esta aclaración me tomaré la siguiente licencia.

Voy a suponer que esta era la profesora titular, que siempre estaba con estas niñas y que hacía un tiempo que venían realizando esta práctica. Veamos algunas posibles intervenciones como psicólogo aplicado al deporte.

En primer lugar nunca intervendría sin antes tener varias charlas con la entrenadora. Charlas tal vez informales sobre temas generales; en ellas indagaría sobre sus ideas acerca del entrenamiento, sobre sus objetivos, etc.. Una vez establecido un vínculo con la profesora iniciaría las intervenciones más específicas. Siempre de una manera muy sutil, tratando de buscar un lenguaje lo suficientemente comprensible para que ella pueda recibir toda la información posible y no tome a ésta como un ataque personal o hacia su trabajo. ¿En este caso cómo intervendría? Primero, intentaría remarcar algún hecho positivo para afianzar el camino y luego operaría del siguiente modo; tomando todo lo anteriormente trabajado sobre adquisición de las destrezas le explicaría:

1_ Que siendo las niñas tan pequeñas aconsejaría realizar una coreografía más simple.

2_ Como no había espejos frente a las niñas que les permitiera usar como guía le recomendaría que permanezca de frente a ellas marcándoles, no solamente el ritmo, sino que también las acompañe en la realización de los movimientos.

3_ Le sugeriría que divida el esquema claramente en bloques; que los enseñe por separado hasta estar lo suficientemente consolidados y que luego los vaya integrando.

4_ Le explicaría la conveniencia de fraccionar el entrenamiento intercalando juegos, ya que al tener tan corta edad, las niñas no pueden permanecer mucho tiempo concentradas y fundamentalmente necesitan divertirse.

5_ Además le explicaría que es muy importante que llame a cada niña por su nombre ya que su identidad está comenzando a consolidarse y puede ser mucho más motivante para una niña que la identifiquen correctamente, sintiéndose contenida en el desarrollo de la actividad.

6_ Trabajaría el modo en que transmite la información, evitando las contradicciones como "esperen - no esperen ", que lo único que aportan es confusión.

Todas estas intervenciones siempre tendrían tono de sugerencias; no las haría todas juntas para darle la posibilidad de ir metabolizándolas, pudiendo ver así al psicólogo como a un aliado que le puede suministrar información y contención en la realización de la tarea.

Hemos visto con estas pocas intervenciones como este modelo de adquisición de las destrezas nos es útil para la iniciación deportiva. También es posible utilizarlo, con algunas modificaciones, para perfeccionar las destrezas en alto rendimiento.

Hemos aplicado teorizaciones al ámbito de la prevención primaria como asesores o agentes indirectos de cambio siendo ésta una de las tres áreas del psicólogo aplicado al deporte. Hemos visto también la influencia de la ansiedad en los niveles de activación del atleta. Cuando esta ansiedad se torna incontrolable el atleta se convierte en un paciente que practica deporte, siendo nuestra intervención en esos casos dentro del área de la prevención secundaria, como agentes directos de cambio. Pero eso, ya es motivo de otro trabajo.

Bibliografía de consulta

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CORRAZE JACQUES: Las bases neuropsicológicas del movimiento. Editorial Paidotribo.

CURTIS JOHN: La mente del deportista ganador.

CUADERNOS TECNICOS DEL DEPORTE N* 3: III Congreso de la psicología de la actividad física y el deporte.

GRABIN LILIANA: Prevención primaria, secundaria y terciaria aplicada a la psicología del deporte.

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GARCIA UCHA FRANSISCO: Estrategias de la motivación en el deporte de equipo.Psicología del entrenamiento deportivo.

GAWUAIN SHAKTI: Visualización creativa. Editorial Aletheia.

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TUTKO Y RICHARDS: Psicología del entrenamiento deportivo. Editorial Augusto Pila Teleña.

VIGOSTKY L.: Pensamiento y lenguaje. Editorial Fausto.

Notas

(1) CARDAMONE RICARDO : Temas de psicología ,psicoterapia y neuropsicología (un enfoque socio cultural ) pag. 225.

(2) A.R.LURIA : Las Funciones Corticales Superiores Del Hombre .Parte 1 cap. 1, 2. Parte 2 cap. 4 y 5.

(3) RICARDO CARDAMONE : Temas de ... Pag. 71

(4) JACQUES CORRAZE : Las Bases Neuropsicológicas Del Movimiento CAP.4

(5) LUCIANO MECACCI: Radiografía Del Cerebro Pág. 79-86.

(6) ROBERT SINGER: El Aprendizaje De Las Acciones Motrices En El Deporte CAP. 1

(7) H. T. A. WHITING: Aplicaciones Del Aprendizaje Motor En El Deporte . IIIº Congreso Nacional de Psicología de la actividad física y del deporte.

(8) THOMAS TUTKO: Psicología Del Entrenamiento Deportivo. cap. 9

(9) BALAGUE GLORIA : Primer Seminario De Psicología Del Deporte.

(10) GLYN ROBERTS : Primer Seminario De Psicología Del Deporte.

(11) THOMAS TUTKO : Psicología Del Entrenamiento Deportivo .

(12) FRANCISCO UCHA : Estrategias De Motivación En Deportes De Equipo.

(13) MARTA PIETRI : Actitud Y Motivación Hacia El Entrenamiento.

(14) L. MATVEEV: Fundamentos Del Entrenamiento Deportivo Pag. 95-115

(15) ALFREDO ARDILA: Aspectos Biologicos De La Memoria Y El Aprendizaje. CAP. 3

(16) A. R. LURIA: Las Funciones..., Pág. 273 a 299

(17) DENISE Mc CLUGGAE: El Esquiador Centrado Pág. 95 a 99

(18) RUBEN ARDILA: Psicologia Experimental. Pág. 35

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 2 - Diciembre 1995
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