Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Tiempo, lógica e inconsciente
Mariano Ruperthuz H.

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Freud al escuchar a la histeria y su sufrimiento descubre un "más allá " de toda palabra dicha la que constituye Otra escena presente en la continuidad del sujeto. Esta tercera herida al narcisismo humano le permite a Freud realizar un hallazgo revolucionario gracias a las instrucciones de sus pacientes le indicaban, "[...] cállese Ud.".

De esta manera, Freud dedica gran parte de su vida a descifrar los mecanismos que operan estructuralmente en los testimonios del inconsciente: sueños, actos fallidos, olvidos, etc., apuntado así a una de sus grandes ambiciones, vale decir, desenredar el nudo del inconsciente sería la manera de explicar a través de una metapsicología el funcionamiento propio de la psique.

El descubrimiento del inconsciente está ligado de primera fuente con la historia del sujeto y la evidencia de que algunos capítulos de ella han sido olvidados, reprimidos. Esta es la amnesia tan propia del trauma que gatilla a las neurosis; el paciente no sabe de donde provienen sus maldiciones.

La labor de Freud se presenta similar a la de un detective que anda detrás de pistas, un arqueólogo que se encuentra con restos de una cuidad que en tiempos lejanos se jactaba de su esplendor. Cosa que puede hacer pensar que lo que le queda al analista es sentarse y esperar que el paciente recuerde, con cierta ayuda, y que los recuerdos vengan a la memoria, tan fieles como fueron ocurrieron en su tiempo.

Sin embargo, el tiempo que transcurre en el análisis o más específicamente en el inconsciente poco tiene que ver con el tiempo del reloj. Ya Freud lo señala en su artículo de 1915 Lo inconsciente:

"Los procesos del sistema Inc. Se hallan fuera del tiempo; esto es, no aparecen ordenados cronológicamente, no sufren modificación alguna por el transcurso del tiempo, y carecen de toda relación con él. También la relación temporal se halla ligada a la labor del sistema conciencia" (Freud, 1915, Pág. 2073).

La atemporalidad del inconsciente es una cuestión probada, los acontecimientos allí situados no se instalaron temporalmente. El tiempo no puede alterarlos, sólo pueden los mecanismos inherentes en su funcionamiento (Castellanos, 2004).

Hay que señalar que el tiempo no es natural, según Zuberman, es un producto del discurso, es decir, depende del discurso que lo determina. Por ejemplo, para Newton el tiempo es absoluto, verdadero, matemático y no dice relación con nada externo. Por otro lado, Einstein señala que el tiempo no se encuentra separado de los sucesos, "el ahora" de la partida de un rayo luminoso desde el sol, no es el mismo "ahora" de la percepción de ese rayo por un sujeto (Zuberman, 2002-03).

Que el inconsciente se encuentre fuera del tiempo del reloj es una idea que Freud ya la había expuesto en el manuscrito M, en 1897, adjunto a una de las tantas cartas escritas a su amigo Fliess. Refiriéndose a las fantasías presentes en los pacientes neuróticos señala:

"La formación de fantasía acontece por amalga y desfiguración análoga a la descomposición de un cuerpo químico compuesto por otro. La primera variedad de desfiguración es en efecto, la falsificación del recuerdo por desmembramiento, en el que se descuidan justamente las relaciones de tiempo (El corregir temporal parece depender justamente de la actividad del sistema-conciencia)" (Freud, 1985, Pág. 264).

Lo que Freud relata funda la primera piedra de nuestra elaboración, pero ¿la atemporalidad del inconsciente trae como consecuencia que la noción de tiempo no se relaciona con él?. La respuesta es negativa: el tiempo del análisis no es cronológico, es lógico.

En este momento se hace interesante poder descubrir qué tipo de relación ligan al inconsciente con la lógica.

Entonces, para tratar de ser rigurosos intentaremos definir qué entenderemos por lógica:

"[...] es la disciplina que estudia esta distinción [razonamientos válidos e inválidos] determinando las condiciones bajo las cuales la verdad de ciertas creencias conduce con certeza a la verdad de alguna otra creencia. La lógica estudia, pues, los principios de los razonamientos correctos" (Calzado, 2004 [on line]).

Freud señala que el ordenamiento del material del inconsciente está ordenado en una escala de triple estratificación: cronológico, el núcleo patógeno y

"[...] el más esencial y sobre todo resulta más difícil formular un enunciado universal. Es el ordenamiento según el contenido de pensamiento, el enlace por los hilos lógicos que llegan hasta el núcleo, enlace al cual en cada caso puede corresponderle un camino irregular y de múltiples vueltas" (Freud en Eidelsztein, 2001, Pág. 37).

Y agrega:

"Si se está por iniciar un análisis de este tipo, [...] Ese avance se produce superando las resistencias, [...] Pero por regla general es preciso resolver antes otra tarea. Hay que adueñarse de un tramo del hilo lógico, pues sólo con su guía puede uno adentrarse en lo interior" (Freud en Eidelsztein, 2001, Pág. 37).

Según Eidelsztein se podría pensar que el trabajo de un Freud o de un Lacan acerca del inconsciente se basa que su genialidad como clínicos. Pero se debe señalar que sus enseñanzas se basan en una articulación lógica comunicable y aplicable al terreno de la ciencia (Eidelsztein, 2001).

De esta manera, se comprenden los intentos de Freud y Lacan por formalizar las nociones psicoanalíticas haciéndolas operacionales favoreciendo no sólo el trabajo en el psicoanálisis sino que también fuera de él. Lacan pone el claro la relación entre el psicoanálisis y la ciencia diciendo:

"Que el psicoanálisis nació de la ciencia es cosa manifiesta. Que hubiese podido aparecer desde otro campo es inconcebible" (Lacan, 2000, Pág. 221).

Para el psicoanálisis comparta el estatuto de científico debe regirse por una formalización que tenga a la lógica como piedra angular. Alfredo Eidelsztein destaca que en el último encuentro de las Reuniones Lacanoamericanas en Tucumán se dio cuenta de la siguiente situación que podría dar cuenta del papel de la lógica en las articulaciones de muchos analistas:

"Me sorprendió la importancia dada al estilo poético, al que observé funcionando como el apoyo tanto del modo de los trabajos como de la base de los argumentos teóricos. Consecuentemente destaco la-para mí- notable ausencia de la letra tal como se la elabora en la ciencia o en la lógica, que entiendo que es una de las marcas fundamentales que caracteriza la enseñanza de Lacan. De hecho la anécdota que tomé para mí mismo como paradigma de esta tendencia es la ausencia del uso del pizarrón. [...] prácticamente no se utilizó el recurso de la escritura propio de la ciencia o la lógica formal, me refiero al matema" (Eidelsztein, 2004, Acheronta).

Por lo tanto, en este momento se podría llegar a plantear una segunda cuestión fundamental en la presente elaboración: existe una relación solidaria entre inconsciente y lógica, es decir, que el inconsciente es esencialmente lógica (Eidelsztein, 2001).

De esta manera se puede volver al concepto de tiempo articulándolo con el papel de la lógica y relacionarlo con cuestiones acerca de la técnica psicoanalítica.

El tiempo del reloj, asociado a la conciencia es continuo, completo y medible. El tiempo del inconsciente es Otro tiempo, son eventos lógicos entrelazados que poco tienen que ver con la cronología. Ya Freud al perseguir los orígenes de las dolencias de sus pacientes se da cuenta que hay una relación lógica entre las escenas. Existe un efecto posterior, retroactivo, un evento lógico que se deriva de otro anterior (Castellanos, 2004).

Lacan señala que:

"[...] el registro de la verdad debe tomarse a la letra, es decir que la determinación simbólica, o sea lo que Freud llama sobredeterminación, debe considerarse ante todo como hecho de sintaxis, si se quieren captar sus efectos de analogía. [...] De esta determinación simbólica, la lógica combinatoria nos da la forma más radical [...] (Lacan, 2000, Pág. 449-450).

Lo anterior ayuda a comprender la articulación que realizará sobre esta relación en su escrito "El tiempo lógico y el acerto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma" presente en sus escritos.

Por lo tanto, la acción del analista debe articularse con este tiempo lógico, destacando la estructura solidaria a la base de los relatos inconexos que el analizante proporciona.

La cita anterior nos ayuda a definir dónde se debe apuntar en la acción del analista, vale decir, la verdad que el sujeto desconoce en lo que dice. Freud ya lo vislumbraba en uno de sus escritos técnicos, Recuerdo, Repetición y Elaboración:

"[...] el analizado no recuerda, nada de lo olvidado o reprimido, sino que lo vive de nuevo. No lo reproduce como recuerdo sino como acto; lo repite sin saber, naturalmente, que lo repite" (Freud, 1914, Pág. 1684).

El concepto de neurosis de transferencia da en el clavo ya que hay cosas que el paciente desconoce pero que actualiza en la relación con otro, el analista en este caso.

La intervención del analista reordena la maraña inherente en el relato y su acción se relaciona profundamente con el sujeto, Lacan no duda al decir:

"Seamos categóricos, no se trata psicoanalíticamente de la realidad, sino de la verdad, porque es el efecto de una palabra plena reordenar las contingencias pasadas dándoles sentido de las necesidades por venir, tales como lo constituye la poca libertad por medio de la cual el sujeto las hace presentes " (Lacan, 2000, Pág. 246).

Lo que se busca, por efecto de retroacción, no se alimenta de un pasado relatado en la sesión de análisis. Las pistas no se encuentran en el pasado sino en el porvenir. Así Lacan explica el retorno de lo reprimido, la insistencia de su repetición,

"¿cómo explicar el retorno de lo reprimido? Por paradójico que sea, sólo hay una manera de hacerlo: no viene del pasado, sino del porvenir" (Lacan, 1981 [1954], Pág. 239).

Lo que se busca no está en el pasado, Lacan agrega:

"Podrían creer que están buscando el pasado del enfermo en el cubo de la basura, mientras que al contrario, es porque el enfermo tiene un porvenir que ustedes pueden seguir en sentido regresivo" (Lacan, 1981 [1954], Pág. 238)

Entonces, la verdad que se busca y que el sujeto desconoce se vivirá en la repetición que deja ver los nudos que el analista pretende desatar, lo que constituye el límite de su acción (Braunstein, 1980). La repetición del relato, entonces, tiene valor de revelación ligados eso sí a la historia del sujeto, acentuados por su significación.

El concepto de historia es relevante en la concepción lacaniana del inconsciente, dos citas de Lacan lo demuestran, la primera dice:

"Lo que enseñamos al sujeto a reconocer como su inconsciente es su historia; es decir que le ayudarnos a perfeccionar la historización actual de los hechos que determinaron ya en su existencia cierto número de "vuelcos" históricos. Pero si han tenido ese papel ha sido ya en cuento hechos de historia, es decir en cuento reconocidos en cierto sentido y censurados en cierto orden" (Lacan, 2000, Pág. 251).

La segunda señala que:

"El inconsciente es ese capítulo de mi historia que está marcado por un blanco o ocupado por un embuste: es el capítulo censurado. Pero la verdad, puede volverse a encontrar; lo más menudo ya está escrito en otra arte" (Lacan, 2000, Pág., 249).

La noción de historia hace relación con el tiempo, pero con el tiempo lógico que Lacan da cuenta, con esa articulación extensa que traspasa el tiempo del reloj. Braunstein es muy claro cuando dice que:

"[...] la historia, que es el lugar simbólico donde los acontecimientos valen por su sentido, por su significación y no en la crónica, mera acumulación de los recuerdos carente en sí de sentido como lo es el periódico en la hemeroteca" (Brausntein, 1980, Pág. 235).

Por eso esta noción de inconsciente ligado a la lógica también inundó e influye la técnica analítica, el tiempo de la sesión es una cuestión central. Freud decía que la sesión analítica debía durar cincuenta minutos, después el analista tenía quince minutos de espera y luego otro paciente. Ese era el tiempo del encuentro psicoanalítico, tiempo del encuadre.

Sin embargo Lacan tiene la idea que el corte de la sesión también constituye una intervención por parte del analista que puede escandir el discurso del analizante revelando su falta, porque para él el encuentro psicoanalítico tendría una sola razón por parte del analista, señalarle lo que le falta al analizante (Lacan, 1960-61). Lo que se corresponde con la idea que el psicoanálisis tiende a alcanzar la castración, lo imposible, lejos de un tiempo homogéneo.

La lógica del corte de la sesión es que comparte la misma estructura que la presencia de una formación del inconsciente. El corte es externo, se le presente como una sorpresa al analizante, al igual que el inconsciente (risa, lapsus, sueño, etc.) cuando supera el dominio de la conciencia. Pero como Zuberman tan bien lo señala, lo que se busca en el análisis no es otra medida diferente a los cincuenta minutos que burocratizan el análisis, o la sesión breve, sino Otro tiempo distinto al de la conciencia (Zuberman, 2002-03).

Ha y decir que el corte de la sesión es una apuesta (Braunstein, 2001) no se sabe cuales serán sus efectos sino más tarde. Pero Lacan rescata que este corte eso sí debe estar relacionado con lo que el sujeto relata, dice así:

"[...] una puntuación afortunada la que da su sentido al discurso del sujeto. Por lo que la suspensión de la sesión de la que la técnica actual hace un alto puramente cronométrico, y como tal indiferente a la trama del discurso [del sujeto]" (Lacan, 2000, Pág. 242).

Por lo tanto, el tiempo la lógica y el inconsciente están en íntima relación. Y la meta del análisis dice con esto, el sujeto aprende a conocer con qué lógica opera el inconsciente. Y por otro lado el analista debe operar con la lógica para descifrar el inconsciente. Por eso ahora se entiende la relevancia del comentario de Lacan cuando dice:

"Para el sujeto en análisis, por otra parte no puede desconocerse su importancia. El inconsciente [...] pide tiempo para revelarse" (Lacan, 2000, Pág. 300).

 

Referencias

Brausntein, N. (1980). Psiquiatría, teoría del sujeto, psicoanálisis (hacia Lacan). México D.F: Siglo XXI.

Calzado,F. (2004) Aprende Lógica. [on line]. Disponible en: http://www.cnice.mecd.es/eos/MaterialesEducativos/mem2003/logica/logica/01concbasicos/110intro.html

Castellanos, C. (2004). Reflexiones sobre el tiempo lógico en Aura. [on line]. Disponible en: http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=336

Eidelzstein,A. (2004). Acheronta en el Lacanoamericano de Tucuman. [on line]. Disponible en: http://www.acheronta.org

Eidelzstein, A. (2001). Las Estructuras Clínicas a partir de Lacan. Vol.1. Buenos Aires: Letra Viva.

Freud, S. (1915). Lo inconsciente. Obras Completas Vol. 6. Madrid: Biblioteca Nueva.

Freud, S. (1914). Recuerdo, Repetición y Elaboración. Obras Completas Vol. 5. Madrid: Biblioteca Nueva.

Freud, S. (1985). Sigmund Freud. Cartas a Wilhelm Fliess. Buenos Aires: Amorrotu.

Lacan, J. (2000). Escritos 1. El sujeto por fin cuestionado. México D.F: Siglo XXI.

Lacan, J. (2000). Escritos1. Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis. México D.F: Siglo XXI.

Lacan, J. (1981[1953-54]). El Seminario. Libro 1, Los escritos técnicos de Freud. Buenos Aires: Paidós.

Lacan, J. (2003 [1960-61]). El Seminario. Libro 8, La transferencia. Buenos Aires: Paidós.

Zuberman, J. (2002-03). El inconsciente lacaniano. Seminario dictado en el Sociedad Chilena de Psicoanálisis (ICHPA).

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 19 - Julio 2004
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