Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Las desaventuras de lo Real
Oscar Zentner

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With warts and all

Oliver Cromwell

Me desperto no una pesadilla ni lo que a veces se llama un mal sueno, tampoco lo que Freud llamo estimulos externos no integrables como la mosca que rozaba demasiado la oreja o necesidades corporales. No. Lo que me desperto en cambio fueron unas palabras que se me impusieron hasta golpearme en mi dormir. No hicieron sueno lo cual es interesante pero no excepcional. Simplemente me despertaron para empezar este escrito.

Responder era la cuestion y responder a algo que habia interrumpido intermitentemente durante dos anos ese sueno diurno cuya fijacion llamamos realidad. Interrupcion que muchas veces habia suscitado una pregunta, un enigma que se me escapaba y cuyas respuestas - las que yo le daba - no eran desde ninguna perspectiva satisfactorias.

Hacia ya dos años que la pregunta que insistia se me escapaba. La pregunta no era : Por que? Sino: Que era?

No se trataba del Che vuoi ? - de lo que se trataba era de un: Que era? Este: Que era? efectivamente irrumpio de cuando en cuando en estos dos años y como les decia recién, las respuestas que habia encontrado no me convencian, no por razones academicas sino porque habia algo que faltaba, paradojicamente, no al final sino como se dice justo antes.

En verdad el final lo habia pensado muchas veces, pero porque me seguian faltando los pasos intermedios, aun cuando lo sospechaba no me decidia a concluir dado que simplemente su articulacion era insuficiente. Como resultado, frente a la pregunta me ubicaba en una especie de abstencion flotante respecto a pronunciar un juicio que hubiera dado definitivamente por cerrada la cuestion. La respuesta adecuada estaba asi en suspenso. Ni siquiera podia ampararme en el aforismo de Freud sobre la duda y la abstencion. La cuestion era efectivamente otra.

Y hoy llevado al escrito, letra, sangre y papel, se que lo que me desperto no fue la respuesta llamada final, ya que ella estuvo siempre sabida. No. Lo que me llamo al umbral de mi dormir y me desperto fue el puente ausente que falto a esa respuesta final durante dos anos.

Las palabras que se me impusieron hasta golpearme en mi dormir en lugar de haber hecho sueno, resonaron asi: "Queria guardar todo lo que ocurria en el mundo y archivarlo a medida que acontecia". Me desperte suplementando la frase asi: "O sea que llego un momento en el cual en vez de leer, seleccionar, recortar y guardar tal noticia, pronto comprendio la inmensidad de su tarea, cosa que el resto no podia entender y por eso que yo sepa nunca lo comunico. Se sintio obligado a leer y guardar los diarios, pero el sistema para archivarlos debia, si se queria evitar errores y ser exacto, necesariamente ser una duplicacion del diario mismo. A la manera de los cartografos de Borges que hicieron un mapa que reproducia en sus dimensiones el pais en cuestion al tomar a la exactitud con los instrumentos del rigor.

Quizas no sea necesario decirles que sino pronto al menos despues de corto tiempo le fue imposible siquiera terminar de leer los diarios debido al tiempo que le llevaba recortarlos, rearreglarlos, pensar y encontrar un sistema adecuado que permitiera archivarlos. Pronto, ustedes ya lo imaginaran, a los diarios de la manana se le sumaron los de la tarde, los libros, las revistas, los folletos, la radio y la television. Pero como habia muchos programas a la vez, aun cuando habia un ligero y quizas obvio interes por unos mas que por otros, esta situacion solo podia ser determinado a posteriori. Por lo tanto nada podia ser desdenado o ignorado. Existian ya los video cassettes que permitian grabar programas simultaneos y aun cuando fue materialmente imposible mirar los otros programas grabados, esto, lejos de impedir o hacerle cuestionar la validez de su intento, se tradujo en cambio en una insistencia aun mas acerbada.

Llegaron tambien los contestadores telefonicos automaticos cuya capacidad de recibir mensajes se colmaba lo cual implicaba que habia que borrarlos para que pudieran seguir funcionando. Gran alivio fue cuando aparecieron nuevas maquinas que permitian, si se queria, guardar los pequenos cassettes con dia, fecha y mensajes tanto equivocados como correctos, que daban cuenta del acontecer telefonico de cada dia. Tambien esto trajo problemas, cada vez habia menos tiempo para responder a llamados actuales porque habia que volver a escuchar las colecciones de cassettes en caso de que algo se le hubiera pasado por alto.

Lo admirable de todo esto es que mientras tanto, como podia, trabajaba, amaba y hacia otras cosas. Dije admirable porque era obvio que la tarea que tenia por delante era descomunal - tarea que no era ni necesidad de su trabajo ni de naturaleza alguna otra que simplemente de lo que podemos llamar una tarea impuesta. Siempre pensamos que de no haberse cumplido este ejercicio de exactitud algo muy terrible que ignoramos se hubiera desatado, tal vez de naturaleza tal que de desencadenarse habria dado lugar a una angustia imposible de soportar.

Cuando finalmente termine de despertarme me dije: "Esto es cuando lo real se vuelve realidad o cuando la realidad se vuelve real". Me incline a conceptualizar lo primero como a esa envoltura fantasmatica que cubre lo real y lo segundo como ese momento crucial en que la envoltura fantasmal se disuelve y la realidad se vuelve real.

Me puse a un lado como se dice y ate cabos. Pero era efectivamente una esquizofrenia? Ustedes podran decir que eso era evidente desde el comienzo y yo ciertamente estaria de acuerdo. Pero por lo que en la fisica se conoce como la ecuacion personal, en la estetica como el gusto y en el acto psicoanalitico como el estilo, entonces digo por las razones de la singularidad en cuestion, a mi la respuesta solo puede serme util en el campo de nuestro hacer si logro encontrar entre lo que se plantea y lo aparentemente obvio de su respuesta su puente singular. Los motivos que nunca son escasos para calmar la ansiedad con el sentido podran tener razones, podran identificarse al inconsciente, pero la causa que se sabe vacia se distingue claramente de el. Por todo lo anterior es que justamente esto no es la esquizofrenia, sino una esquizofrenia singular.

No solo no habia podido resolver el problema durante dos anos. A pesar de que como ustedes ya adivinaron tenia por asi decirlo los dos extremos de la respuesta. El puente que me faltaba era parecido al que ustedes conocen en la arana que a medida que hila su hilo arma su estructura que la sostiene mientras avanza. El puente que me faltaba era el de mi paso como quien dice carente de borde, de una superficie a la otra.

Para que ese paso que describi fuera posible falto algo mas en el cual el tyche y el momento de concluir no estuvieron ausentes. Esto me fue dado por la lectura de dos cuentos.

El primero, una historia que me conmovio demasiado como para que se me pudiera escapar cuanta verdad alli habitaba. Me refiero a esa bella historia: Acerca de Roderer de Guillermo Martinez, donde el personaje dice: "La verdadera ofensa a Dios consiste en el conocimiento" - o sea en la locura de ocupar su lugar. Pero mas importante aun el llamado conocimiento es la anulacion del saber como lo que mantiene la distancia entre el sujeto (S) y la verdad. El conocimiento es exactamenter aquello de lo que nosotros estamos prevenidos desde el psicoanalisis solo por la distancia que el saber(S2) nos interpone.

El segundo cuento, Quien puede saber ? esa historia alucinante de Guy de Maupassant que en Mademoiselle Fifi y otras historias cierra el libro.

En ella Maupassant nos cuenta como un sujeto, solitario y misantropo, vuelve un dia luego de una funcion de teatro a su casa y de pronto se siente incomodo, como con miedo. Al acercarse a la casa escucha ruidos de trenes zumbandole de cerca. Cuando logra vencer la aprehension abre la puerta y aterrorizado ve salir de su casa todos sus muebles y objetos mas pequenos. Escucha entonces el ruido de las puertas que se cierran a la vez que la casa queda completamente vacia. Huye y se va a dormir a un hotel. Luego de hacerse revisar por varios doctores, le prescriben que viaje para olvidar.

Pasa un tiempo, vuelve a Paris y encuentra parte de sus muebles en un anticuario. Decide comprarlos y al dia siguiente vuelve al negocio con la policia. Como es de esperar, al dia siguiente ni el anticuario ni los muebles estan y la policia deviene al final incredula. Lo siniestro es que una semana mas tarde recibe una carta de su criado informandole que todas sus pertenencias habian vuelto a la casa tan misteriosamente como habian desaparecido, que todo esta igual que antes esperandolo, que todo esta como era entonces. Es en este momento que decide no regresar nunca mas y va a internarse en un asilo. Una vez alli se alarma por su seguridad dado que quien puede garantizar que el ladron que robo su casa no pueda, eventualmente, volverse loco, terminar en el mismo asilo y encontrarlo. Con este final convoca a su doble, ese heraldo que nada bueno presagia.

Maupassant mismo termina internado los ultimos 18 meses de su vida en la clinica del Dr Blanche en Paris. Tenemos el relato de Sherard contandonos de las alucinaciones verbales y visuales, la presencia de su doble y toda la gama de delirios tipicos asociados con los momentos terminales de la paresis o paralisis general progresiva de origen sifilitico que fue incrementando hasta su muerte el 6 de julio de 1893, un mes antes de cumlir 43 anos.

Una de las desaventuras de lo real es para nosotros esa historia escrita por Maupassant en 1882, 11 anos antes de su muerte, historia que a la manera de premonicion concluye de la misma forma que termina su vida.

A partir del momento en que tome la decision de asistir a esta reunion, no tuve la menor duda en llamar a mi ponencia Las desaventuras de lo real , aun cuando no estaba ni escrita ni sospechada. Lo unico que de este titulo desperto en mi cierto malestar fue la palabra desaventura que si bien no es incorrecta, no es la mas corriente en el castellano que hablo.

Luego de desdenar respuestas convencionales a esta interrogacion respondi algo mas preciso. Desaventura : es asi como casi foneticamente se dice en ingles una palabra parecida: disadventure . Y aun mas, esta muy cerca de la palabra misfortune , usada por un autor que leo: Joyce, quien en el Ulises le hace decir a Stephen que ha dejado su casa paterna para buscar misfortune . Digamos algo asi como mal tyche , dustuchia . Por lo tanto intrinsecamente, desaventura en este escrito es una palabra casi extranjera y asi debe ser porque la historia que yo les conte es puro exilio, es australiana.

Es la historia de otra de las posibles desaventuras de lo real . Asi es como leo ese aforismo de Lacan que dice que para el esquizofrenico todo lo simbolico es real. Asi tambien leo el aforismo que Freud dejo mucho antes en su descripcion del psicotico como aquel que trata a las palabras como cosas. Estos aforismos, que nos dicen? Que cuando lo imaginario se des-anuda, el fantasma que en su apresamiento conforma la realidad en su relajacion des-nuda el horror del encuentro sin la mediacion del saber (S2) de lo que es el nucleo de lo real - la verdad. Es decir, el conocimiento corporal o carnal viene a la manera de cuarto nudo como restitucion a suplir pseudo-borromeicamente el lugar vacante del saber (S2).

Por eso es que seguramente la verdad debe ser muy bella, pero alli el sujeto vacila, ya no sabe si quiere lo bello, se detiene y se detiene justamente para seguir sonando, es decir alli donde la desaventura se previene, donde el sueno mismo titubearia en despertarnos de verdad o sea en el propio umbral de la belleza.

Dedico este trabajo a quien la muerte lo sorprendio una manana quizas sabiendo que se moria, que la tarea que se le imponia simplemente lo sobrepasaba, a quien en tierra y sol extrano, en mi exilio, me hizo pensar muchas veces en las palabras de Shakespeare en Troilus y Cressida :

The will is infinite and the execution confined,
The desire is boundless and the act a slave to limit .

(La voluntad es infinita, su ejecucion confinada,
el deso es ilimitado y el acto es esclavo al limite).

Se lo dedico a quien me enseno que el proverbio ingles: With warts and all (Con verrugas y todo) fueron las supuestas palabras pronunciadas por Olivier Cromwell cuando le preguntaron como le gustaria ser retratado.

Se lo dedico a quien una tarde en su jardin respondiendo a mi comentario con respecto a su casa que por estar tan llena parecia expulsarlo, enigmaticamente me dijo: "It is funny you should say so" (Es curioso que lo digas).

Quizas acumular era la forma de querer contrarrestar lo que al no reconocer como propio le devolvia con fuerza esa casa que literalmente termino por expulsarlo. Quizas la angustia que su sintoma apresaba no era otra que la angustia indescriptible de haber sido testigo en su cuerpo de la fuga de sus palabras, recuerdos y pensamientos. En suma, su vida escapandosele como el agua se escapa por las alcantarillas.

El que se escuche que pude narrarlo (simbolico) no puede ocultar lo que se escapa (imaginario) en lo que se muestra (real).

Oscar Zentner

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 15 - Julio 2002
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