Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Chamuyos bagayeros de una sexualidad lunfa
Hugo Gordó

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"Como lacanianos no buscamos un
saber sobre la sexualidad, sino la
relación del saber con la sexualidad. "

Oscar Masotta

Entre los años 1902 y 1904 aparecieron en los llamados Archivos de Psiquiatría y criminología una serie de trabajos sobre la inversión sexual firmados por el Dr Francisco de Veyga médico legalista, higienista, psiquiatra y general del ejercito argentino.

Los archivos han sido durante años fuente de documentación bibliográfica para los que emprendieron la tarea de construir una historia de la locura en la Argentina. Allí escribieron:Ingenieros, Ramos Mejía, Cabred, Coll, Melendez y Veyga entre otros.

Cuando Hugo Vezetti en su "Historia de la locura en la argentina"se refiere a los comienzos de la psiquiatría en nuestro país asocia la tarea doctrinal de los pioneros con la tarea de construcción de la Nación que también ellos tomaban a su cargo. En otras oportunidades con Mario Betteo y Juan Carlos Piegari incursionamos un poco en eso.

En 1995 apareció un libro de Jorge Salessi "Médicos, maleantes y maricas". Allí el autor, como señala Nicolás Shumway, estudia "la historia de la metáfora de la Nación como cuerpo y explora como los intelectuales argentinos desde Echeverría hasta Ingenieros querían sanar ese cuerpo, imponiendo un código higiénico que trataba de curar todo fenómeno que se considerara una enfermedad desde la fiebre amarilla hasta la homosexualidad".

La impronta del pensamiento de Michel Foucault están presentes en los dos libros que mencione tanto como en otros que se ocupan del tema

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Vamos ahora, brevemente, a señalar en el análisis que hace Salessi sobre la obra de Veyga la presencia de ese giro conceptual de Foucault.

Se podría titular este apartado, parafraseando a otro, un cierto focaultismo siempre es pertinente.
En la parte 3 ª del libro dice Salessi:

Las construcciones textuales . descripciones y ordenamientos taxonómicos de mutaciones e inversiones sexuales o genéricas como la pederastía pasiva o activa, el uranismo femenino pasivo o activo, el tercer sexo y la homosexualidad, fueron constantes, más o menos explícitas, en la obra de criminólogos científicos y escritores e intelectuales argentinos de fines del siglo 19 y principios del siglo 20. En el discurso literario y en el discurso de las nuevas ciencias psicológicas y sociales, distintas construcciones y formas de la representación de las desviaciones sexuales sirvieron a distintos propósitos.

En primer lugar fueron utilizadas para tratar de controlar, estigmatizar y criminalizar, una visible y compleja cultura de homosexuales y travestis extendida en todas las clases sociales del Buenos Aires del período.

La recurrencia a la homosexualidad de los hombres se puede leer como evidencia de una realidad histórica que demuestran que en el Buenos Aires del 1900 había una cultura de hombres que tenían relaciones con otros hombres. Esta presencia esta sujeta en su visibilidad a los distintos momentos socio-históricos que la hacen mas o menos presente.

Esto quiere decir que tanto el reconocimiento legal a fines del siglo 20 como la visibilidad de la homosexualidad a fines del siglo 19 fueron consecuencias inesperadas, no previstas por los proyectos económicos liberales o neo-liberales del poder de turno.

A modo de ejemplo del nexo que establece Salessi entre la construcción de la Nación y las investigaciones psiquiátricas es lo que él teoriza en el apartado llamado la educación anal en relación a los planes de salubridad al comienzo del siglo pasado.

Cita allí los casos de Manón o "Un caso de inversión congénita"y el de Aída o"Invertido sexual imitando a la mujer honesta", donde el Dr Veyga hace un relato en el cual a la desgenitalización progresiva seguía una primera experiencia anal que este discurso representaba como una pérdida de una preciosa virginidad del hombre desflorado.

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Las diferencias entre sensaciones normales o anormales no se relacionan con la elección del objeto sexual sino con el rol adoptado. Cuando Manón actúa como activo con otros hombres sus sensaciones son normales, solo la adopción de la posición receptiva desgenitalizaba al hombre y diseminaba su erotismo anal.

Estos hombres de ciencia trataron de mantener la binaridad del genero en esa diferencia de roles receptivo (pasivo)o insertivos(activos)pero los invertidos entremezclaban, superponían y confundían las categorías presuntamente fijas que habían inventado los sexólogos.

Como señala Leo Bersani en "Es el recto una tumba?" aquí también los higienistas sociales estudiaron a invertidos y homosexuales en los que veían a hombres que transformaban en centro deseado y deseante la temida cloaca que como la vagina de la prostituta del siglo 19 significaba promiscuidad posibilidad de sexo ininterrumpido e infección.

Aquí es donde Salessi produce una de las mostraciones de la metáfora históricas de la Nación como cuerpo . La deposición rigurosamente controlada de las materias fecales fue la preocupación de los higienistas que en las últimas décadas del siglo 19 realizaron la "revolución higiénica"proveyendo y separando los flujos continuos de aguas potables y servidas. dando origen al sistema sanitario de Bs As.

Los homosexuales, invertidos y uranistas que en su cuerpo confundían centro deseado, centro deseante y centro productor de materia fecal representaban una forma de contaminación proletaria que jugando con la retención o disposición de flujos se infiltraba en las casas de la burguesía y desbarataba la separación higiénica de clases sociales y de flujos de repulsión y placer, asco y deseo como de aguas potables y aguas servidas.

Si bien este es el sesgo doctrinal que prioritariamente Jorge Salessi le imprime a su trabajo y que podríamos señalar como un cruce entre las preocupaciones políticas, higienisticas y morales con la de orden psiquiátrico en los fundadores de la psiquiatría en la argentina, también en la casuística que ellos recogen hay pruebas de un concernimiento con un campo del cual esa misma casuística es un testimonio.

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Vamos entonces a tomar un caso del Dr Veyga "Inversión sexual. Tipo profesional" o La Bella Otero. Es un caso que tiene la particularidad de recoger un testimonio en forma de autobiografía de ese conocido travesti del Bs As de comienzos del siglo 20, para plantear el problema de la visibilidad o invisibilidad de esa sexualidad lunfa a partir de lo que los analistas del lenguaje llaman guerra de discursos.

Voy primero a plantear las coordenadas generales del llamado enfrentamientos de lenguajes . Roland Barthes en el "Susurro del lenguaje" teoriza la cultura como un campo de dispersión de los lenguajes En el centro de lo que Barthes llama la Paz cultural se da una irremediable guerra de lenguajes, nuestros lenguajes se excluyen unos a otros en un duelo permanente. En la guerra de lenguajes los que se enfrentan son sistemas de lenguaje –no individualidades, son sociolectos no ideolectos.

Plantea una división sencilla de los lenguajes en las sociedades actuales . Por un lado lo que se enuncian a la luz del poder de sus aparatos estatales, institucionales y a los que llama discursos encraticos y otro que se arma fuera del poder el discurso acratico .

El 1ºes vago, difuso, aparentemente natural, es el lenguaje de la cultura de masas, de la doxa, es difícilmente reconocible y a la vez triunfante. El lenguaje acratico es lejano, tajante, se separa de la doxa su fuerza proviene de que no es ideológico, dentro de este lenguaje coloca al psicoanálisis.

Las criticas que Foucault plantea al psicoanálisis quizás podrían plantearse teniendo en cuenta la presencia de un cierto corrimiento o pasaje desde un discurso a otro, o al menos como una de sus consecuencias.

Vamos ahora a considerar en el texto de la Autobiografía de La bella Otero el problema del contra discurso.

Para caracterizarlo en tanto genero literario, tanto como para señalar el enfrentamiento con el discurso medico oficial voy a seguir los lineamientos de Marc Angenot en su libro "La parole pamphletaire".

El texto de La bella Otero es un cruce entre literatura de ideas y literatura de combate. Es lo que Angenot nombra como discurso agonista;este discurso supone un contradiscurso antagonista implicado en una trama del discurso actual el cual tiende a una doble estrategia:demostración de la tesis y refutación/descalificación de una tesis adversaria .

Este carácter tiene diversas consecuencias ;un testimonio neutro del debate más o menos identificado a un auditorio universal y un adversario-destinatario al que alternativamente se trata de convencer y refutar.

Se trata de ocupar en términos de "metáfora espacial"dos terrenos, batir al adversario sobre su propio terreno y demostrar que la argumentación engloba y domina la del adversario dando cuenta de sus insuficiencias.

Es una búsqueda de la verdad pero es también un acto que supone una presencia fuerte y explícita del enunciador en el enunciado.

La presencia virtual del contradiscurso y el ida y vuelta que se establece entre el adversario y el auditor producen en el texto figuras dialógicas del tipo de la concesión, comunicación, subjetivación etc .

Este discurso supone un medio tópico subyacente un terreno común entre los dos textos el oficial y el otro.

Dentro de estos contra discursos adscribo el texto de La bella Otero dentro del género de la parodia

Freud en El chiste refiriéndose a la parodia dice:

La caricatura y la parodia así como su antítesis práctica, el "desenmascaramiento", se dirigen contra personas y objetos respetables e investidos de autoridad. Son procesos de degradar objetos eminentes.

La parodia alcanza la degradación de lo eminente destruyendo la unidad entre los caracteres que de una persona conocemos y sus palabras o actos, por medio de la sustitución de las personas eminentes o de sus manifestaciones, por otras más bajas.

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Esta palabra no cesa de llegarnos a través de múltiples interferencias pese a ellas la voz del contra discurso viene a parasitar y ha hacer arder el mensaje más allá de los reenvíos, los rechazos y los intentos de hacerla callar.

El choque de discursos entre médicos e invertidos emergió como dos posibilidades narrativas, el eje del debate giraba en torno al carácter congénito que estos le daban a su orientación sexual, apoyándose en militantes europeos.

Frente a esto, el discurso médico, Veyga, sufrió una serie de modificaciones en su caracterización de la homosexualidad 1º)aceptaron la idea de lo congénito luego la cambiaron por una etiología de lo adquirido acentuando un carácter fabulador en los dichos de los invertidos . Esta fabulacíon tenia dos tiempos :primero un hacer creer por parte de los homosexuales a los médicos del carácter de su situación y un segundo momentos en el cual ellos quedan presos de sus afirmaciones construyendo entonces un delirio

La narrativa alerta del médico develaba al lector la estrategia del pseudo uranista que oponía una ficción a la narrativa científica. .

Dice Jorge Salessi:

El discurso de los homosexuales, las voces e historias, fábulas leyendas y delirios, a los que tanto temía Veyga, se abrieron paso en los textos de los médicos y desde ahí, desde adentro, infiltrados socavaron el discurso"científico". Ese juego de erosión interior llego a desplazar la voz del hombre de ciencia en un texto que, utilizando la forma de la autobiografía, parodió esas historias clínicas o "casos". La voz de La bella Otero se apropió del espacio de la escritura y, al mismo tiempo que hacía una parodia del discurso de los hombres de ciencia, utilizó ese mismo espacio para dejar los rastros y artefactos de su cultura.

Ahora la autobiografía de La Bella Otero

(Autobiografía)

He nacido en Madrid en el año1880. Siempre me he creído mujer, y por eso uso vestido de mujer. Me casé en Sevilla y tuve dos hijos. El varón tiene 16 años y sigue la carrera militar en París. La niñita tiene 15 y se educa en el "Sacre Coeur"de Buenos Aires. Son muy bonitos, parecidos a su papá.

Mi esposo a muerto y soy viuda. Aveces quiero morir, cuando me acuerdo de él. Buscaría los fósforos o el carbón para matarme, pero esos suicidios me parecen propios de gente baja. Como me gustan las flores, me parece que sería delicioso morir asfixiada por perfumes.

En otras ocasiones me gustaría tomar el hábito de monja carmelita, porque soy devota de Santa Teresa de Jesús, lo mismo que todas las mujeres aristocráticas. Pero como no soy capaz de renunciar a los placeres del mundo, me quedo en mi casa a trabajar, haciendo costuras y bordados para los pobres.

Soy una mujer que me gusta mucho el placer y por eso lo acepto bajo todas sus fases. Algunos dicen que por todo esto soy muy viciosa, pero yo les he escrito el siguiente verso, y se los digo siempre a todos:

Del Buen Retiro a la Alameda

los gustos locos me vengo a hacer.

Muchachos míos ténganlo tieso

que con la mano gusto os daré.

Con paragüitas y cascabeles

y hasta con guantes yo os las haré

y si tu quieres, chinito mío,

por darte gusto la embocaré.

Si con la boca yo te incomodo

y por la espalda me quieres dar,

no tengas miedo, chinito mío,

no tengo pliegues ya por detrás.

Si con la boca yo te incomodo

y por atrás me quieres amar,

no tengas miedo, chinito mío,

que pronto mucho vas a gozar.

He estado en París, donde bailé en los cafés-conciertos dándole mucha envidia a otra mujer que usa mi mismo nombre para pasar por mí.

Muchos hombres jóvenes suelen ser descorteses conmigo. Pero ha de ser ganas de estar conmigo, y ¿por qué no lo consiguen?Porque no puedo atender a todos mis adoradores.

No quiero tener más hijos, pues me han hecho sufrir mucho los dolores del parto, aunque me asistieron mis amigas "Magda" y "Lucía", que no entienden de parto, porque nunca han estado embarazadas, porque están enfermas de los ovarios.

Me subyuga pasear por Palermo, porque el pasto es más estimulante para el amor que la mullida cama.

Esta es mi historia, y tengo el honor de regalarle al Dr Veyga algunos retratos con mi dedicatoria.

La bella Otero

Esta guerra de discur sos se prolonga en la estructura interna del texto escrito.

Los textos médicos están conformados de la siguiente manera:

Esta es la misma estructura del relato de La Bella y es a tal punto claro que ese texto se apodera del espacio del escrito que la firma al pie del trabajo no es la de Veyga sino la de su paciente.

Para terminar la violencia de la guerra de discursos se muestra en toda su virulencia en el verso que creo más chocante al lector que es el que describe la falta de pliegues en el esfínter.

Esta es una tesis del Dr Tardieu maestro de la medicina legal en Francia en el siglo 19 quién consideraba que el hombre que con otro hombre adopta un posición sexual pasiva carece de pliegues en el ano.

La Bella Otero se apropia del discurso del hombre de ciencia y con un gesto desafiante le arroja a la cara eso que Josefina Ludmer cuando teoriza la guerra de discursos en su libro "El genero gauchesco" llama un contravalor. Dice Ludmer:

Es el esquema de la guerra de discursos sin solución. Si a esto se añade las palabras o contravalores que se arrojan especularmente los enfrentados, se tiene un cuadro de elementos para analizar el esquema de enfrentamientos que lleva a la guerra de discursos.

Hugo Gordó

Notas

En el poema de La Bella Otero el valor y contravalor jugados es la virgindad del ano del hombre.

 

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 12 - Diciembre 2000
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