Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
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Convocatoria para el nº 25

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El tema con que convocamos el n° 25 (programado para fines de 2008) es "De un analista a otro". La pregunta que buscamos formular apunta a todo el espectro de problemas y cuestiones que se plantean entre aquello que pueda referir o designar "un analista", y "otro".
Por ejemplo, parafraseando la definición lacaniana del significante (1), podríamos preguntarnos si un "analista" representa algo, en cuyo caso qué, y si esa representación es para otro .... "analista"?, u otro "qué"?

¿Qué se transmite de uno a otro? Por ejemplo, ¿qué hay en "común" y qué hay de "diferente" entre Freud y Lacan? ¿y entre un analista y otro? ¿Constituye el psicoanálisis una teoría más o menos "unificada" capaz de definir un campo "común" de acción de los analistas? ¿O solo hay analista en el dispositivo analítico y la teoría no es más que un espacio social donde conversan personas que se dicen practicantes del psicoanálisis?
En la sesión del 10 de diciembre del 74, Lacan dice "es indispensable que el analista sea al menos dos. El analista para tener efectos y/es (et/est) el analista que, a esos efectos, los teoriza". Amén de la discusión sobre la homofonía "et/est" ("y" o "es"), esta cita podría servir para referir al conjunto de los problemas que se plantean entre la práctica, la teoría, transmisión y la enseñanza.

El problema de la transmisión abre también las preguntas por las "citas", la "originalidad" y la "propiedad intelectual". ¿Se citan entre sí los analistas? ¿Cómo citamos a Freud y Lacan, y qué cuestiones quedan ahí implicadas? Esto no era un problema menor para Lacan, para quien, la cita no responde a una mera cuestión de respeto de la "propiedad intelectual" (que, para él, no existía), sino que constituía una de las condiciones, en la medida que permite evocar el contexto de pelea ("bagarre"), para que quien cita pudiera realizar su propio "hallazgo" ("faire juste la petite trouvaille d'après") (2).
Los debates sobre la transcripción de los seminarios de Lacan y los problemas que se plantean con la traducción de Freud (como es el caso de la nueva edición de las Obras Completas de Freud al francés dirigida por Laplanche, que prácticamente ignora la lectura realizada por Lacan (3)), son solo ejemplos mayores en una serie infinita de tropiezos y dificultades que replantea, una y otra vez, la práctica de la lectura y la escritura en psicoanálisis.

La multiplicidad en juego en la referencia al "analista" ha quedado puesta de relieve también en el principio que liberó la práctica analítica del "corset" de las autorizaciones institucionales: "el analista solo se autoriza de él mismo" ("l'analyste ne s'autorise que de lui- même") (4), donde cabe preguntarse por las relaciones entre ese "analista", el "se" que autoriza, y esa tercera persona que se formula en "él mismo" (amén de la pregunta por "quienes" serían los "algunos otros" con los que, al parecer, Lacan habría sugerido "equilibrar" ese principio mas adelante (5)).
Es también la problemática que plantea la transferencia, no solo en el sentido clásico de diferenciar analista y persona sino en cuanto a la pregunta de cuanto o qué le incumbe a la segunda para que haya de lo primero, como surge de algunos de los señalamientos de Lacan, por ejemplo, que el psicoanálisis es "una praxis que merece un nombre, erotología" ("une praxis qui mérite un nom: erotologie") (subrayado en las ediciones Paidos y Seuil) (6) o cuando se pregunta, en la sesión del 23 de enero de 1963 (en el mismo seminario que la cita anterior), si al salir "juntos de una chimenea, ¿cuál de los dos [paciente y analista] irá a lavarse?" (7).

Las relaciones entre analistas abren también las preguntas por los "intercambios" y/o circulación de "cosas" entre ellos. Por ejemplo, ¿cómo se "derivan" pacientes, de un analista a otro? ¿cómo, y en base a qué, un analista puede "recomendarle" a alguien que "vaya con mengano"?. Estas preguntas son extensivas a las instituciones, sea por la "recomendación" implícita que suelen conllevar sus grados (didacta, AME, AE, etc.) como por las recomendaciones explícitas que realizan los admisores de las "redes asistenciales" que suelen funcionar al amparo de muchas de esas instituciones. Que sea aparentemente "natural" derivar, incluso casi imposible, prácticamente, no hacerlo, no nos releva del problema o la pregunta.

Estos son solo algunos de los interrogantes que, creemos, pueden abrirse a partir del título que proponemos.
Quienes quieran agregar otros ejes de reflexión asociados pueden escribirnos a
redaccion@acheronta.org o bien dejar su sugerencia en el blog que hemos abierto a tal efecto en http://blogs.clarin.com/psicoanalisis

Invitamos a nuestros lectores y colaboradores, y a todos aquellos a quienes esta propuesta seduzca o motive para escribir, a enviarnos sus propuestas de publicación. Todos los envios y mensajes deben dirigirse a redaccion@acheronta.org

Notas

(1) Jacques Lacan, "un significante es lo que representa un sujeto para otro significante", en "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", en Escritos 2, Siglo XXI, página 799

(2) Jacques, "Conférence sur la psychanalyse et la formation du psychiatre", en Sainte Anne, el 10 de noviembre 1967 (intervención conocida también como "Petit discours aux psychiatres")

(3) Ver aquí: http://www.puf.com/wiki/Collections/Oeuvres_complètes_de_Freud

(4) Jacques Lacan, "Proposition du 9 octobre 1967 sur le psychanalyste de l'école", Autres Ecrits, Seuil, página 243

(5) Jacques Lacan, Seminario "Los nombres del padre", sesión del 9 de abril 1974

(6) Jacques Lacan, El seminario, Libro 10, La angustia, Paidos, página 23

(7) Idem, página 144


Texto de apresentação e convocatória do número 25 de Acheronta

O tema com o qual convocamos o n° 25 (programado para novembro de 2008) é "De um analista a outro". A pergunta que buscamos formular aponta para todo o leque de problemas e questões que se colocam entre aquilo que possa referir ou designar "um analista", e "outro".
Por exemplo, parafraseando a definição lacaniana do significante (1), poderiamos nos perguntar se "um analista" representa algo, isto é, o que, e se essa representação é para outro .... "analista"?, ou outro "que"?

O que é que se transmite de um a outro?. Por exemplo, o que tem em "comum" e o que há de "diferente" entre Freud e Lacan?. E entre um analista e outro?. Constitui a psicanálise uma teoria mais ou menos "unificada" capaz de definir um campo "comum" de ação dos analistas? Ou só existe analista no dispositivo analítico e a teoria não é mais do que um espaço social onde conversam pessoas que se dizem praticantes da psicanálise?
Na sessão do 10 de dezembro do 74, Lacan diz "é indispensável que o analista seja pelo menos dois. O analista para ter efeitos é/e (est/et) o analista que, a esses efeitos, os teoriza". A mais da discussão sobre a homofonia "et/est" ("e" ou "é"), esta citação poderia servir para referir ao conjunto dos problemas que se colocam entre a prática, a teoria,a transmissão e o ensino.

O problema da transmissão abre também as perguntas pelas "citações", "originalidade" e  "propriedade intelectual". Citam-se entre sí os analistas?. Como citamos Freud e Lacan, e quais questões ficam aí implicadas?. Isto não era um problema menor para Lacan, para quem, a citação não responde a uma mera questão de respeito à "propriedade intelectual" (que, para ele, não existia), mas que constituía uma das condições, à medida  que permite evocar o contexto de debate ("bagarre"), para que quem cita pudesse realizar seu próprio "achado " ("faire juste la petite trouvaille d'après") (2).
Os debates sobre a transcrição dos seminários de Lacan e os problemas que se colocam com a tradução de Freud (como no caso da nova edição das Obras Completas de Freud para o francês dirigida por Laplanche, que ignora a leitura realizada por Lacan (3)), são apenas exemplos maiores numa série infinita de empecilhos e dificuldades que recoloca, uma e outra vez, a prática da leitura e a escritura na psicanálise.

A multiplicidade em jogo na referência ao "analista" tem sido posta em destaque também no principio que libertou a prática analítica do "corset" das autorizações institucionais: "o analista só se autoriza dele mesmo" ("l'analyste ne s'autorise que de lui- même") (4), onde cabe se perguntar pelas relações entre esse "analista", o "se"  que autoriza, e essa terceira pessoa que se formula em "dele mesmo" (além da pergunta sobre "aqueles" que seriam os "alguns outros", com quem, segundo parece, Lacan teria sugerido "equilibrar" esse principio, mais para frente (5) ).
É também a problemática que coloca a transferência, não apenas no sentido clássico de diferenciar analista e pessoa mas quanto à pergunta do  que cumpre à segunda para que haja o primeiro, como surge de algumas indicações de Lacan, por exemplo,  a psicanálise é "uma praxis que merece um nome, erotología" (" une praxis qui mérite un nom: erotologie") (sublinhado nas edições Paidos e Seuil) (6) ou quando se pergunta, na sessão de 23 de janeiro de 1963 (no mesmo seminário da citação anterior), ao sair "juntos de uma chaminé, qual dos dois [paciente e analista] vai se lavar?" (7).

As relações entre analistas abrem também as perguntas pelas "trocas" e/ou circulação de "coisas" entre eles. Por exemplo: como se "encaminham" pacientes, de um analista a outro? Como, e em base a que, um analista pode "recomendar"  alguém "vá com fulano"?. Essas perguntas são extensivas às instituições, seja pela "recomendação" implícita que acompanha suas titulações (didata, AME, AE, etc.) como pelas recomendações explícitas que fazem aqueles que realizam a triagem nas "redes assistenciais" que costumam funcionar ao amparo de muitas dessas instituições. Que seja aparentemente "natural" encaminhar, inclusive é quase impossível, praticamente, não fazê-lo, não nos libera do problema ou da pergunta

Esses são apenas alguns dos interrogantes que, segundo acreditamos, podem se abrir a partir do título por nós proposto. Caso desejar acrescentar outros eixos de reflexão associados escreva para redaccion@acheronta.org ou coloque a sua sugestão no blog  aberto por nós para tal finalidade  em http://blogs.clarin.com/psicoanalisis

Convidamos a nossos leitores e colaboradores, bem como a todos aqueles a quem esta proposta seja capaz de seduzir  ou motivar, a nos escrever e nos enviar suas propostas de publicação.

Notas

(1) Jacques Lacan, "un significante es lo que representa un sujeto para otro significante", en "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", em Escritos 2, Siglo XXI, página 799

(2) Jacques, "Conférence sur la psychanalyse et la formation du psychiatre", en Sainte Anne, el 10 de novembro 1967 (intervenção conhecida também como "Petit discours aux psychiatres")

(3) Ver : http://www.puf.com/wiki/Collections/Oeuvres_complètes_de_Freud

(4) Jacques Lacan, "Proposition du 9 octobre 1967 sur le psychanalyste de l'école", Autres Ecrits, Seuil, página 243

(5) Jacques Lacan, Seminario "Los nombres del padre", sessão do 9 de abril 1974

(6) Jacques Lacan, El seminario, Libro 10, La angustia, Paidos, página 23

(7) Idem, página 144

 


Texte de présentation et convocation pour le numéro 25 d'Acheronta

Le sujet avec lequel nous convoquons le n° 25 est « d'un analyste à autre ». La question que nous cherchons formuler sous-tend le spectre des problèmes et questions qui se posent entre ce que désigne ou suggère « un analyste » et « autre ».
Par exemple, paraphrasant la définition lacanienne du signifiant (1), nous pourrions nous demander si un « analyste » représente quelque chose, si oui, quoi ?, et si cette représentation est pour un autre…. « analyste » ? , ou autre « quoi » ?

Qu'est-ce qui se transmet entre un et autre ? Par exemple, quoi de « commun » ou de « différent » entre Freud et Lacan ? Et entre un analyste et un autre ? Est-ce que la psychanalyse constitue une théorie plus ou moins « unifiée » capable de définir un domaine « commun » d'action des analystes ? Où y a-t-il seulement de l’analyste dans le dispositif analytique et la théorie ne serait qu'un espace social où conversent des personnes qui se disent pratiquants de la psychanalyse ?
Dans la séance de du 10 décembre de du 74, Lacan dit « Il est pourtant indispensable que l’analyste soit au moins deux : l’analyste, pour avoir des effets et/est l’analyste qui, ces effets, les théorise». Amen de la discussion sur l’homophonie « et/est », cette citation pourrait servir comme référence pour l'ensemble des problèmes qui se posent entre la pratique, la théorie, la transmission et l'enseignement.

Le problème de la transmission ouvre aussi la question des citations, de l'« originalité » et de la « propriété intellectuelle ». Se citent-ils entre eux les analystes ? Comment citons-nous Freud et Lacan, et quelles questions sont là impliquées ? Ceci n'était pas un mince problème pour Lacan, pour qui la citation ne répond pas à une simple question de respect de la « propriété intellectuelle » (qui, pour lui, n'existait pas), mais constituait une des conditions, dans la mesure où la citation permet d'évoquer le contexte de « bagarre », pour que celui qui cite puisse effectuer sa propre « découverte » (« faire juste la petite trouvaille d'après ») (2).
Les débats sur la transcription des séminaires de Lacan et les problèmes que pose la traduction de Freud (comme c'est le cas pour la nouvelle traduction des Œuvres Complètes dirigée par Laplanche, qui ignore pratiquement la lecture effectuée par Lacan (3)), sont seulement des exemples mayeurs dans une série d’infinis glissements et difficultés que remet en question, une et maintes fois, la pratique de la lecture et l'écriture en psychanalyse.

La multiplicité en jeu dans la référence à l'« analyste » s’évidence aussi dans le principe qui a libéré la pratique analytique du « corset » des autorisations institutionnelles : « l'analyste ne s'autorise que de lui- même » (4), où nous pourrions nous questionner sur les relations entre cet « analyste », le « se » qui autorise, et cette troisième personne qui se formule dans le « lui-même » (en plus de la question de "qui" seraient ces « quelques autres » avec lesquels, apparemment, Lacan aurait suggéré, par la suite, d’« équilibrer » ce principe (5)).
C’est aussi le problème que pose le transfert, non seulement dans le sens classique de différencier l’ « analyste » de la « personne » mais quant à la question de ce qui incombe à la deuxième pour qu'il ait du premier, comme le suggère certaines signalisations de Lacan, par exemple, que la psychanalyse est « une praxis qui mérite un nom, erotologie »  (souligné dans les éditions Paidos et Seuil) (6) ou quand il se demande, dans la séance de du 23 janvier 1963 (dans le même séminaire que la citation précédente), si « quand on sort ensemble d'une cheminée, lequel des deux [patient et analyste] va-t-il aller se débarbouiller ? » (7).

Les relations entre des analystes ouvrent aussi les questions sur les « échanges » et/ou la circulation de « choses » entre eux. Par exemple, comment « dérivent »-il des patients, d'un analyste à un autre ? comment, et sur la base de quoi, un analyste peut « recommander » à quelqu'un qu’il aille avec « untel » ?. Ces questions sont extensives aux institutions, soit par la « recommandation » implicite qu'entraînent généralement les grades (didactique, AME, AE, etc.) soit par les « recommandations » explicites qu'effectuent les admissions des « réseaux d'aide » qui fonctionnent à l'abri de beaucoup de ces institutions. Que la « dérivation » de patients soit apparentement « naturelle », même impossible, pratiquement, de l’éviter, ne nous relève pas du problème ou de la question qu'elle entraine.

Voilà seulement quelque unes des questions que, nous croyons, peuvent s’ouvrir à partir du titre que nous proposons.
Ceux qui voudront ajouter d'autres axes de réflexion associés peuvent nous écrire à
redaccion@acheronta.org ou bien laisser leur suggestion dans le blog que nous avons ouvert à cet effet dans http://blogs.clarin.com/psicoanalisis

Nous invitons à nos lecteurs et collaborateurs, et tous ceux auxquels cette proposition séduise ou motive pour écrire, nous envoyer leurs propositions de publication. Tous les envois et messages doivent s’adresser à redaccion@acheronta.org

Notes

(1) Jacques Lacan, « un signifiant est ce qui représente un sujet pour autre signifiant », dans « Subversion du sujet et dialectique du désir dans l’ inconscient freudien », dans Escritos 2, Siglo XXI, page 799

(2) Jacques, « Conférence sur la psychanalyse et la formation du psychiatre », à Sainte Anne, le 10 novembre 1967 (intervention connue aussi comme « Petit discours aux psychiatres »)

(3) voir ici : http://www.puf.com/wiki/Collections/Oeuvres_complètes_de_Freud

(4) Jacques Lacan, « Proposition du 9 octobre 1967 sur le psychanalyste de l'école », Autres Ecrits, Seuil, page 243

(5) Jacques Lacan, Séminaire « les noms du père », session de du 9 avril 1974

(6) Jacques Lacan, le séminaire, Livre 10, l'angoisse, Paidos, page 23

(7) idem, page 144

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