Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Presentación de la sección
"Psicoanálisis y adicciones"
Michel Sauval
Director de Acheronta

En el tema de las adicciones no es frecuente recordar que Freud fue un consumidor de cocaína y que uno de sus primeros textos se titula "Uber Coca" (publicado en julio de 1884).
Por lo tanto, quizás convenga mencionar, aquí, uno de los pocos textos que aborda este oscuro punto en los orígenes del psicoanálisis: "Freud coquero", de Jean Allouch (
1), cuya tesis es que la cocaína "llegará a sobrevenir para Freud como un objeto caído", o mas radicalmente aún: "en la relación de Freud con la histeria, la cocaína está en el lugar mismo que será el del tratamiento psicoanalítico", en la medida en que Freud relaciona los efectos de aquella, respecto de una serie de síntomas, con los de la supuesta "lesión" que los originaría (desde el punto de vista de la psiquiatría). Señala Allouch que "en el momento mismo en que Freud discierne el objeto cocaína como lo que hace contrapeso a los efectos de la lesión, se vuelve para él objeto suscepotible de ser perdido".
En síntesis, según esta posición, tendríamos al psicoanálisis en disyunción con la droga.
Es una posición radical, evidentemente. Pero, ¿hay acaso pruebas concluyentes en sentido contrario?

Por ejemplo, el trabajo de Durval Mazzei Nogueira Filho, retoma el problema desde otro ángulo: ¿se inscribe, o no, el goce de la droga, en la estructura fantasmática? Pero las conclusiones son similares: "não há como afirmar que o uso de drogas seja sustentado pela fantasía". Incluso más, "a toxicomanía não poder ser lida como um síntoma no sentido psicanalítico do termo. Não se trata de uma formação do inconsciente...".
No obstante, siguiendo, si se me permite la extrapolación, una máxima similar a la que planteaba Lacan respecto de las psicosis: "no retroceder", el autor busca un camino, alguna modalidad de intervención. Su apuesta es que "a fala, que exige tempo, diacronía, pode contrapor ao curto-circuito da experiência toxicomaníaca, vazio de Outro, o sujeito do desejo inconsciente".
Sin entrar en mayores detalles respecto de la cuestión de un eventual "sujeto del deseo" (
2), lo que no me resulta tan convincente es que en esto resida realmente "a diferença entre o analista e os outros terapeutas". Si solo hay analista cuando hay análisis, entonces sería innecesario precisar que en la clínica de las toxicomanías, y teniendo en cuenta las características anteriormente mencionadas por el propio autor, solo hay terapeutas.
No veo cual sería el inconveniente.

El Marmottan, por su parte, ha sido una de las principales experiencias, en Francia, en los tratamientos de las toxicomanías. Creo muy importante subrayar la responsabilización que ahí se asigna al acto de drogarse. Esto por dos razones:

Los reportajes que ha realizado Emiliano del Campo, tanto al Dr. Marc Valleur (director del Centro Médico Marmottan), como a la Dra. Zorca Domic (quien trabajo por mas de dos décadas en dicho centro), dan cuenta, desde una empiria que parece insuperable en el abordaje de las toxicomanías, tanto de la historia del Marmottan como de los problemas que su clínica plantea.

Una pregunta para terminar: ¿es la idea de la estructura "preadictiva" (planteada por Claude Olievenstein) una referencia a tomar en un sentido similar a la clinica diferencia neurosis/psicosis?
Se encontrará una referencia a este problema en un artículo de Emiliano del Campo publicado en el número 10 de Acheronta:
La estructura de la pre-psicosis y pre-adictiva en la clínica de la drogadependencia

Notas

(1) "Freud coquero", es el título del texto de Allouch que constituye el primer capítulo del libro "Letra por letra".

(2) En "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo", Lacan señala que el sujeto, en el deseo, se encuentra en posición de objeto.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 13 - Julio 2001
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