Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Seminario "Psicoanálisis y Ciencia"
(Clase 3.1, parte A - Resumen del capítulo 3 de "La obra clara" de J. C. Milner)
Michel Sauval

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Introducción

En este capítulo reencontraremos algo similar al anterior : un desarrollo que va desde las versiones historizantes de ciertas disyunciones a su versión estructural.

Así es que Milner comenzará por mostrar "de que modo el doctrinal de ciencia, aún cuando no sea fundamentalmente historizante, exhibe en consistencia y completud, lógicas que se encuentran en otros lados bajo formas explícitamente historizantes" (página 83) para terminar describiendo lo que llamará el "primer clasicismo" de Lacan como "el desarrollo progresivo y sistemático del programa articulado en el discurso de Roma ("Función y campo ...")" (página 115), expresado en el conjunto de los Escritos (excepción hecha de la parte de los "Antecedentes") y que se caracterizaría como un nuevo galileanismo extendido compuesto por :

Vamos a recorrer entonces los pasos de este recorrido.


El problema de los cortes y su referencia

Las relaciones del doctrinal de ciencia con lógicas historizantes hace a las relaciones con lo que Milner llama "el pensamiento de los años 60", una de cuyas características es la de sostener la existencia del axioma de existencia de cortes y su lectura cronológica.

A modo de ejemplos :

Estos ejemplo también ilustran lo que caracterizaría al "pensamiento de los años 60", en cuanto a su modo particular de abordar la teoría de los cortes :

"Lo propio de los años 60 no consiste en una afirmación de los cortes sino en la función discursiva que se reconoce a dicha afirmación .. (..) Los cortes mismos ... (...) ... son pensados como análogos, en el universo de los pensamientos, a las cesuras históricas cuya teoría proponía el marxismo sin tener empero que permanecer substancialmente sujetos a él" (página 83)

[Este párrafo, y en particular el último renglón, los analizaremos en la clase 2.3, donde consideraremos, entre otras cosas, las relaciones que mantuvo la inteligentsia sesentista francesa con el marxismo y que incidencias teóricas han resultado de ello. Para lo cual tomaremos también algunas cosas de otro libro de Milner, titulado "L' arqueologie d' un échec", editado por Seuil también ]

A partir de aquí se abren dos ejes y/o debates:

La importancia de estos dos ejes es fundamental para definir con precisión lo que Milner llamará el punto, o sólido, de referencia, es decir, el lugar inmune al corte desde donde poder analizar los efectos del mismo.

Milner va a tratar todo esto muy mezcladamente (al menos para mi gusto), en parte porque hay muchos debates que da por supuestos y saldados, y en parte porque hay varios matices que le resultan totalmente secundarios pues su intención, finalmente, es la de precisar cual es el sólido de referencia del dispositivo lacaniano

Tratemos de ir paso por paso.

En todos los casos nos encontraremos con una referencia obligada, Foucault, cuyo programa construiría, a juicio de Milner, "una tipología general de todos los cortes discursivos posibles : una suerte de topología del concepto" (pagina 83).

En realidad, la multiplicidad misma de los cortes, en Foucault, llega al extremo, prácticamente, de disolver el axioma mismo de existencia de los mismos en un conjunto de problemas mas amplios: ¿que es un corte?, ¿en que se los reconoce?, ¿que especies de cortes hay?

Sinonimia

Tengamos presente que el carácter discursivo que Milner subraya en las teorías de los cortes implica que los mismos son pensados como lo que dice no a la sinonimia.

Recordemos que según Aristóteles, sinónimo designa comunidad de nombre e identidad, a diferencia de la homonimia en donde hay comunidad de nombre pero difiere el concepto o término mental (mas precisamente, el logos).

En ese sentido, sinónimo está en el origen del concepto de unívoco y homónimo está en el origen del concepto de equívoco (y el parónimo en el origen del concepto de denominativo).

Para Leibniz, dos términos son sinónimos si uno puede ser sustituido por otro en un enunciado sin alterar la verdad del mismo.

Mas formalmente, según Benson Mates "dos expresiones son sinónimas en un lenguaje L si y solo si pueden ser intercambiadas en cada sentencia en L sin alterar el valor de verdad de tal sentencia".

Extendido esto a la semántica, la posición de Lewis y de Carnap será que dos expresiones son sinónimas si tienen la misma intensión y esta no es vacía ni universal, y si, siendo su intensión vacía o universal, son equivalentes en significado analítico. En cambio Goodman considera que hay que seguir manteniéndose en la teoría de los predicados y que los mismos son sinónimos si se aplican a las mismas cosas, es decir, si tienen la misma extensión (a pesar de los consiguientes problemas que le acarrean todos los casos de extensión nula lógicamente equivalentes entre si).

Quine por su parte asocia sinonimia con identidad analítica, con las dificultades que resultan de la necesidad de aclaración que conllevan tanto un concepto como el otro en función del otro.

En síntesis, la sinonimia subraya cierta equivalencia en la significación, y mas extendidamente, en la referencia. El corte entonces es el que introduce una diferencia en ese nivel

Foucault

Esta definición del corte es a la que adscribe, en cierto modo, Foucault, como lo testimonia la inclusión, en la contratapa de su "Historia de la locura", de la siguiente cita de René Char: "La historia es una sucesión de los sinónimos de un mismo vocablo. Contrariarla es un deber" (subrayado mío). Por eso para él, los cortes son rebeliones discursivas.

Foucault habría remitido el discurso, es decir, aquello donde opera el corte, al sólo régimen de los nombres, sin ceder nunca respecto de la cuestión del discurso único, del metalenguaje. Para Foucault, hay una heterogeneidad de los nombres que pone un límite a las posibilidades de la sustitución.

En palabras de Milner, para Foucault "existen heterogeneidades entre los discursos", y dichas heterogeneidades "dejan huellas localizables y fechables en el archivo (cronología mas que historia)", sin suponer que las mismas puedan agruparse en "simultaneidades generales" (página 85).

Es mas, no solo no lo supone, sino que lo niega.

Para Foucault, los cortes son radicalmente múltiples. Esto significa que cada vez que un discurso es afectado por un corte, habrá otros discursos que no lo son, algunos de los cuales pueden ser entonces usados como "sólido" de referencia para el análisis de los efectos del corte en el primero. En otras palabras, el correlato de la multiplicidad de los cortes es una relatividad permanente de la referencia.

Foucault se opone a los corte mayores y subraya la no-coincidencia y no-homología de los mismos. Como dice Milner : "aunque sean igualmente radicales, cada uno de esos cortes retira a cada uno de los otros las propiedades de un corte mayor" (página 86).

Esta posición se sostiene, correlativamente, en una posición política : para Foucault la Revolución, el paradigma de corte mayor, no existe.

Excepto en esos momentos especiales en que la "pasión", en el espacio de un instante, constituiría a una configuración empírica particular en un punto de referencia, haciendo efecto de corte "mayor".

[Ver los desarrollos (ya referidos mas arriba) de la clase 3.2 sobre las vicisitudes políticas de la Francia de los años 60/70]

Corte "mayor"

Respecto de la teoría de los cortes, el doctrinal de ciencia se ubica del lado del planteo de existencia de cortes mayores, es decir, cortes que afectan a "todos" los discursos.

El corte que toma el doctrinal de ciencia es el corte propuesto por Koyré y Kojève entre la episteme y la ciencia moderna, planteado como un corte mayor.

El concepto mismo de "modernidad", para ellos, es correlativo de ese corte mayor : todo discurso, en tanto "moderno", ha sido afectado por ese corte mayor.

Esta posición es lógicamente necesaria si el doctrinal de ciencia debe incluir una teoría del sujeto moderno, pues de lo contrario caemos en la deriva relativista de Foucault que conduce, finalmente, a posiciones como las de Derrida.

Ahora bien, el problema que se les presenta a quienes sostienen la existencia de cortes mayores es el de donde ubicar ese punto de referencia desde donde poder analizar dicho corte. Pues, dada la naturaleza de los cortes y la diferencia que imponen entre el "antes" y el "después", es necesario un punto exterior al mismo para poder analizarlos, un sólido de referencia que sea inmune al corte. Y el problema con esto es que, tanto "mayor" es el corte, podría decirse, tanto mas "absoluto" debe ser ese punto de referencia.

Son precisamente estas relaciones entre "corte" y "referencia" las que esta buscando subrayar Milner.

Pero a partir de aquí, Milner opera un deslizamiento, pues irá a buscar a los defensores del postulado de existencia de los cortes mayores entre los comunistas : los defensores de La Revolución debían ser forzosamente defensores y teóricos de esta posición.

Stalin

Muy provocadoramente Milner traerá a colación la referencia de Lacan (a pie de página, de "Instancia de la letra ...") a Stalin, elevando la posición de este último a la categoría de "teorema", para agrupar en torno a la misma las posiciones que concluirán en que la lengua debe ser ese sólido de referencia del corte mayor histórico; para el caso de los comunistas, el que resulta del advenimiento del modo de producción capitalista.

Recordemos entonces que Lacan subraya en su texto ("Instancia de la letra ...") que habrá de dejar de lado el problema de las relaciones originales del significante y el trabajo y que tomará al lenguaje "en tanto lo que distingue esencialmente a la sociedad humana de las sociedades naturales" (Escritos, Editorial Siglo XXI, Tomo I, página 476), es decir, como algo fundamental en la condición humana, ubicado mas allá de los avatares de la historia, mas allá incluso de los cambios en el modo de producción (referencia obligada dada el peso del marxismo en la inteligentsia francesa de ese entonces), y apela como referencia, para saldar rápidamente ese debate, al lugar donde el mismo se planteó : en la URSS en tiempos de Stalin. Debate que el mismo Stalin saldó con la afirmación de que "el lenguaje no es una superestructura".

En términos del propio Stalin, "el idioma se diferencia de modo radical de la superestructura. El idioma no es engendrado por una u otra base [infraestructura] .. (...) .. El idioma no es creado por una sola clase sino por toda la sociedad, por todas las clases de la sociedad, por los esfuerzos de centenares de generaciones" (J. Stalin, "Acerca del marxismo en la lingüística", Editorial Anteo, Bs.As., páginas 7/8)

"El idioma, su estructura, no pueden ser considerados como el producto de una sola época. La estructura del idioma, sus sistema gramatical y el fondo básico de palabras son el producto de una serie de épocas" (ídem, página 28)

Según Stalin, el lenguaje tampoco podría asimilarse a los medios de producción, tal como lo había sostenido N.Y. Marr, contra quien se desarrolla el eje del debate en ese entonces, pues mas allá de ciertas analogías válidas, "entre el idioma y los instrumentos de producción existe una diferencia radical. Esta diferencia consiste en que los instrumentos de producción crean bienes materiales, mientras que el idioma no produce nada, o solo 'produce' palabras" ( ídem, página 41)

Incluyo este otro aspecto del debate desarrollado en la URSS en aquellos tiempos, primero para dar una imagen mas completa del mismo, pero también porque habremos de retomar esta cuestión de si la lengua "produce" algo o no, y si sí, qué.

Con la introducción del concepto de "plus de goce" (a partir de la noción marxista de "plus valía"), en el seminario XVI ("D' un Autre a l' autre"), toda la enseñanza de Lacan sufrirá un viraje importante respecto de este "primer clasicismo", viraje signado por la introducción del concepto de producción respecto del goce.

Para completar la referencia al debate "Stalin vs Marr", el tercer tópico del mismo hace a la materialidad del pensamiento. En tanto Marr pensaba que junto con la invención de un nuevo idioma, fruto de la revolución, tambien se lograría desligar el pensamiento de la materialidad del lenguaje, Stalin subraya que "no existen ideas desnudas y libres del material idiomático, libres de la 'materia natural' del idioma. ' El idioma es la realidad inmediata de la idea' (Marx). El carácter real de las ideas se revela en el idioma. Unicamente los idealistas pueden hablar acerca de pensamiento sin asociarlo a la 'materia natural' del idioma, acerca de pensamiento sin idioma" (ídem, página 43)

[Retomaremos estas cuestiones en la clase 3.2, pues hacen a las relaciones entre el marxismo y el estructuralismo. Veremos entonces que tiene de marxista o no la posición de Stalin, y que otras maneras hay de abordar las relaciones entre el lenguaje y la producción, entre el lenguaje y el trabajo]

Volviendo entonces al capítulo del libro de Milner, vemos que toma esta posición de Stalin para deducir de ella el postulado de que, en tanto inmune a las variaciones de la infraestructura, y en tanto estas últimas serían definitorias del corte mayor, el lenguaje seria ese punto de referencia externo que permite constatar los cortes mayores.

Pero parece olvidar el párrafo que subrayáramos inicialmente respecto de las relaciones que mantuvo lo que él llama el "pensamiento del sesenta" con el marxismo : solo se trataba de analogías, pues ese "pensamiento" sesentista no habría querido permanecer sujeto al marxismo.

En otras palabras, estamos hablando del mismo tipo de corte ?

Esto queda claro cuando tenemos presente que la discusión "corte mayor" versus "multiplicidad de los cortes", entre los comunistas y Foucault hace a la cuestión del valor y función de los procesos económicos, es decir, de la infraestructura. La oposición de Foucault al corte mayor y a la Revolución es una oposición también a considerar la lucha de clases como el eje de la historia.

En otro términos, en la discusión sobre el alcance de los cortes está en juego la discusión sobre la naturaleza del mismo. Y no está claro que para los marxistas la definición del corte pueda reducirse a la fórmula de un "no a la sinonimia".

También es importante tener presente que Foucault llego a considerar una ofensa que se lo considerar un estructuralista.

Por lo tanto, el debate Foucault vs comunistas tampoco es exactamente el mismo debate que el que mantienen comunistas y estructuralistas.

La estructura

De todas maneras, lo importante por ahora es simplemente ubicar en las lenguas un lugar inmune a cierto tipo de corte mayor.

Y al respecto cabe subrayar (motivo por el cual es relativamente válido el desplazamiento que hace Milner) que Stalin subraya claramente que cuando se refiere a la lengua se refiere a la lengua en tanto forma y como opuesta a la lengua como sustancia. En esta oposición se subraya que la forma perdura en el tiempo, mas allá de las generaciones, en tanto que los cambios se producen en el contenido.

La lengua en tanto forma es lo que la lingüística denominó la estructura, motivo por el cual Jackobson adhiere a este teorema.

Y como vimos, también Lacan, para desde ahí sostener su postulado del "inconsciente estructurado como un lenguaje". Ergo, el inconsciente sería inmune al corte mayor producido por la modificación del modo de producción.

De este modo han "convivido", podría decirse, estructuralistas y comunistas, en tanto los primeros apuntan al análisis de lo que no es afectado por las modificaciones de la infraestructura

Esto permite ubicar (y/o justificar) tanto a la lingüística, como a la antropología estructural de Lévi-Strauss, eventualmente al psicoanálisis lacaniano, y en general a todas las corrientes que se reclamen del "estructuralismo", como prácticas cuyos análisis se centran en la estructura, es decir, en el punto de inmunidad respecto del corte mayor.

De ahí, entonces, la situación de analogía y diferencia entre "marxistas" y "estructuralistas". Para los primeros, el sólido de referencia es la lucha de clases, y para los segundos, el sólido de referencia es el lenguaje. Desde ahí "acuerdan" con la hipótesis de existencia de cortes, y de cortes mayores. Y este acuerdo puede aparentar otros tipos de acuerdos, como los que supusieron los desarrollos de Althuser, o la actual "reconciliación" de Derrida con el marxismo.

Pero, no son mas que apariencias, pues los fundamentos de cada uno son discordantes, sino de contradicción.

Si entre la lucha de clases y el lenguaje pudiese establecerse una relación que no fuese esta, habría que considerar ambas nociones y sus conexiones de otro modo. Creo que algo de esto es lo que comienza a intentar pensar el propio Lacan en los desarrollos de los Seminarios XVI (De un Otro al otro) y XVII (Los cuatro discursos).

Volviendo a la relación del estructuralismo con el lenguaje como punto de inmunidad respecto del corte mayor, cabe entonces dar un paso mas : las matemáticas.

Las matemáticas, en tanto tienen el estatuto de una lengua, también estarían en posición de funcionar como un punto de referencia externo respecto del corte mayor.

La forma en que Milner hace la pregunta hace jugar nuevamente los desplazamientos señalados anteriormente, pues no refiere dicha pregunta al teorema de Stalin sino que se pregunta si la matemática está o no sometida al corte Galileano (insistimos en subrayar que este no es forzosamente el mismo que al que hace referencia Stalin, o en todo caso, según el modo en lo plantea Stalin).

Parece ser que la mayoría de los científicos y matemáticos son de la idea de que la matemática es inmune al corte galileano, es decir, es inmune al corte mayor, pues tiene un estatuto de lengua, siendo la lógica la encargada de enunciar sus reglas, al menos en la medida en que la lógica misma se enuncie en lengua matemática.

La matemática no sería ni una ciencia galileana, ni una ciencia popperiana : "lo contingente no le concierne" (página 91)

De ahí la conclusión/síntesis de Milner :

"interpretar el doctrinal de ciencia en términos historizantes, atribuir a las matemáticas una continuidad inmune a los cortes mayores, reconocerles una implicación constituyente en el corte mayor del universo moderno, definirlas como una lengua, y ser stalinista en materia de lengua, se revelan como 5 decisiones solidarias" (Milner, op. cit., página 92)

Insisto en que no habría que perder de vista aquí, a otro efectos quizás, habrá que ver, la cantidad de elementos en juego que han sido "sintetizados" en esa conclusión.

  1. El planteo de Stalin remite a las relaciones entre idioma y modos de producción
  2. Varios pensadores y/o autores de las décadas 60/70 han tomado el cambio en el modo de producción como uno de los cortes mayores, coincidiendo, en ese sentido, y parcialmente, con Stalin, en cuanto que los discursos o ámbitos que analizan, formarían parte, entonces, de la superestructura
  3. No todos remiten los cortes mayores al cambio en el modo de producción
  4. En particular, el corte mayor que plantean Koyré y Kojève es entre episteme antigua y ciencia moderna, lo cual no es exactamente igual a lo que plantea Stalin
  5. El mismo Milner ha subrayado que la teorización que ha hecho el pensamiento del 60 del corte subraya su función discursiva
  6. En consecuencia no es la misma la noción de corte que podría deducirse de Stalin que la que planteaban los pensadores del 60 (no en vano las relaciones entre la inteligentsia francesa del 60 y el PC francés, claramente estalinista, siempre fueron tirantes, aunque nunca de ruptura)
  7. Finalmente, plantear por un lado que la matemática se exceptúa del corte al tiempo que se subraya que la diferencia entre la episteme antigua y la ciencia moderna radica en la función que en cada una de ellas una juega la matemática, no deja de ser una paradoja.

Lo que Milner quiere subrayar básicamente, y mas allá de todos estos matices, es que, en una perspectiva historizante, el lenguaje y las matemáticas, serian finalmente el único sólido de referencia al cual atenernos.

Lo cual es toda una defensa del programa estructuralista. Y, en ese sentido, es un debate que Milner presenta como saldado a favor de este último, cuestión que habrá que rever.

El sujeto

Pero lo importante de este desarrollo es que apunta a precisar el punto a partir del cual Lacan se despegará de este "teorema" stalinista.

Lacan no será ni lingüista ni matemático, no se quedará en el lenguaje y/o las matemáticas como sólido de referencia.

Para Lacan, "el punto de referencia absoluto no es el lenguaje en si mismo ni las lenguas en las que se polimeriza, sino aquello de lo que el lenguaje, reducido a su real, 'hace las veces' (tenant.lieu). Es decir, el sujeto" (ídem, página 93)

Si el doctrinal lacaniano requiere de los cortes mayores, y por ende, de un punto de referencia absoluto, cuya propiedad esencial consista en cierta atopía respecto de aquellos, "el único real que presenta .. (...) ... dicha propiedad de atopía y de insistencia, es el sujeto del significante" (ídem 94).

Desde el punto del sujeto hay una incertidumbre integral de las sinonimias, y será la interpretación, en tanto alcanza al sujeto, la que hará que entre el antes y el después ya nada sea sinónimo. Por eso. Milner puede plantear estas dos definiciones:

Lo que Stalin y Jackobson proponían bajo el acápite del lenguaje, no es sino lo que hace las veces del sujeto en el dispositivo de Lacan.

Y es la doctrina del "inconsciente estructurado como un lenguaje" la que nos permitirá pasar de las lenguas al sujeto.

Lo veremos en la segunda parte de esta clase.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 6 - Diciembre 1997
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