Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Un amor de cacería
Elena Rangel Hinojosa

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Angelika Aurora Rümelin escritora y traductora de origen austriaco (1845-1909) nació en Merangasse, Graz Austria, el día 14 de marzo de 1845. Contrajo matrimonio con Leopold von Sacher-Masoch el 13 de octubre de 1873. Este matrimonio duro diez años, después de un periodo de separación, la Corte Regional de Sajonia resolvió el litigio de divorcio , el 21 de mayo de 1886.

Sacher-Masoch había publicado La Venus de las pieles 1 un año antes de conocerla. Wanda von Dunayew era el nombre del personaje protagónico en esa novela y es por esto que desde su primer encuentro con él, a principios de enero del año 1871, ella decide llamarse Wanda. La elección de este nombre, cobra importancia como un paso determinante, den tro de un proyecto libertino, relacionado con el propósito de Angelika de seducir al autor de esa novela y de cazarlo.

La apropiación de este nombre marca un cambio en su vida. Le permite salir de la extrema pobreza en que vivía con su madre, e ingresar al estatus social que correspondía a la esposa y madre de los hijos de tan apreciado y leído escritor de su tierra. Para Angelika, ese proyecto de cacería, inicialmente libertino, una vez consumado en matrimonio, significa un medio para fundarse como sujeto $. Se hace llamar  Frau Wanda  von Sacher-Masoch y nunca deja de llamarse así.

Al publicar sus memorias en 1906 , ya cercana su muerte y no obstante su divorcio y la muerte de su ex-marido2, ella firma con su apellido de casada, un texto qué titula: Meine Lebensbeichte Memorien3[Memorias de mi vida].

Su nombre de autora asociado al hecho que La Venus de las pieles circulaba en Francia, desde hacia cuatro anos, le permitió que una de las más prestigiosas editoriales: Mercure de France, publicara sus memorias bajo el título: Confession de ma vie [Confesión de mi vida]. A este libro, le añadió en 1908, un suplemento con el titulo: Masochismus und Masochisten. Nachtrag zur Lebensbeichte4 [Masoquismo y masoquistas: Adición a las confesiones]. Anterior a esto, Krafft-Ebing había derivado el término masoquismo del apellido Masoch, basándose en el sustrato de sus escritos, en especial, de la novela La Venus de las pieles.

Las confesiones de Wanda

Las confesiones de Angelika alias "Wanda", constituyen un valioso testimonio para interrogar hasta que punto y por que vía la fantasía de Sacher-Masoch expuesta en La Venus de las pieles, rigió su relación con Wanda. A diferencia de Sade, de quien se dice en la reciente revisión del escrito de Lacan: Kant con Sade5 efectuada por Jean Allouch 6, que su obra literaria estaba regida por el rigor de su pensamiento, y que sus fantasías no regían su vida. Sacher-Masoch desmonta su fantasía La Venus de las pieles, tanto en la literatura como en su propia vida y provoca que Angelika, haciéndose pasar por Wanda, d e cabida en su matrimonio a un tipo de goce, similar a la que Wanda von Dunajew mantiene con Severin von Kusiemski en la novela (ella mediante un contrato accede a servirle de agente de tormento, para provocarle una voluptuosidad cruel7).

¿Quien gozaba en el caso representado por Wanda y Masoch ?

Si nos atenemos al testimonio de Wanda, podríamos responder que el goce respecto a la voluptuosidad cruel, estaba del lado de Sacher-Masoch. Ella se presenta primero como alguien que soporta y padece los juegos eróticos que las jerarquías de poder doméstico sirviente/patrón despertaban en él. Después se presenta como victima obligada bajo contrato, a fustigar a su esposo. Más adelante se presenta como victima una vez mas, cuando describe como él la prostitu ye con otro hombre, para poder observarla, sufrir y repetir el pasaje de la "búsqueda del griego" expuesto en La Venus de las pieles.

En este sentido, ella se aplica bien, en la Adición a sus confesiones, uno de los significados atribuidos por Lacan al término masoquismo:

Alumbremos nuestra linterna. De lo que se trata es de la voz. Qué el masoquista haga de la voz del Otro, solo en sí, eso a lo cual el va a dar la garantía de responderle como a un perro, es lo esencial de la cosa y se esclarece por lo que él va a buscar, justamente un tipo de otro que, sobre este punto de la voz pueda ser interrogado 8.

Podemos añadir que si Wanda responde así a la voz de Masoch, es porque esa voz ella la escucha como proveniente del OTRO. Ella hace valer ese significante Masoch, no como otro cualquiera, sino como un significante primordial, responsable de su inscripción en el sistema simbólico. En este sentido, su matrimonio constituyó un acto, un nudo imposible de deshacer.

Las Confesiones de Wanda apuntan –recordando los ensayos sobre erotología de Jean Allouch – a la erótica de la verdad, a un no olvido, a una falta de ser- 9. Los efectos eróticos de sus confidencias concuerdan con un proyecto libertino. Alexandra Strohmaier en su trabajo "Body, power and desire on the discursive construction of masochism" 10[Cuerpo, poder y deseo en la construcción discursiva de masoquismo] atribuye a las historias del narrador y de los personajes en la obra de Sacher-Masoch, una especie de compulsión a la confesión, retomada por el placer de hacerla. Podemos decir que la escritura de las confesiones de Wanda participa de ese mismo placer.

Recientemente se publica la primera versión de sus confesiones en inglés The Confessions of Wanda von Sacher-Masoch 11 [Las confesiones de Wanda von Sacher-Masoch]. En la introducción de este libro, se califican Las confesiones de Wanda como "un estilo pionero exuberante sado-masoquista que inspiro décadas antes y qué sigue inspirando numerosos artículos y varios libros" 12. Contamos con un ensayo de Lynda Hart: Between the Body and the flash. Performing sadomasochism 13 [Entre el cuerpo y la carne Performance sadomasoquismo].Hart menciona qué los personajes de La Venus de las pieles, Wanda von Dunajew y Severin von Kusiemski, "sirvieron de inspiración para introducir una diferencia entre la teatralidad y lo real en el sadomasoquismo -tema central en su libro-" 14. Contamos también con ilustraciones de escenas sado-masoquistas inspiradas en esa novela. Grabados de Salvador Dalí 15, una historieta en cómic del artista Guido Crepax 16 y una muy reciente reedición en alemán Venus im Pelz, del año 2003, se acompaña de veinticinco ilustraciones del polémico artista del body-art Günter Brus 17.

Pensamos qué no obstante lo anteriormente expuesto, existe una distancia enorme entre una práctica erótica doméstica, pactada al interior del recinto conyugal por Wanda y Masoch y las reivindicaciones sociales pretendidas hoy en Estados Unidos, por las comunidades sado/masoquistas 18. Nuestro interés reside en marcar algunos hechos de estructura en la vida de Angelika, que propician que ella viva su relación amorosa con Masoch, como si ella tuviera que ocupar el lugar de seÿuelo y capturarlo en la trampa.

Las confesiones de Angelika

Angelika Aurora Rümelin se detiene solamente en las cinco primeras páginas de sus confesiones, para relatar episodios de su vida entre los tres y los catorce años. Ya desde que tenía quince años, es decir las 125 páginas restantes, están todas ellas centradas alrededor de Sacher-Masoch. Esta división espacial acerca de los recuerdos de su vida, concuerda con el momento en que su padre abandona el hogar, cuando ella tiene quince años, y resalta el peso fundador que tuvo la aparición del amor en su vida.

A pesar de las pocas páginas dedicadas a los recuerdos de su infancia, sorprende la selección hecha por ella, sobretodo, su forma de privilegiar ciertos eventos, a través de los cuales, podremos ir reconstruyendo el camino seguido por su deseo.

Su padre Guillaume Rümelin originario de Stuttgart era un militar protegido del príncipe Alexandre de Würtemberg, gobernador militar de Graz. Posteriormente se desempeñó como jefe de estación de ferrocarriles de la Línea Graz-Trieste. Cuando ella tenía quince años, su padre decide volver con su familia de origen y deja abandonadas en Graz a su mujer y su hija. Nunca lo volvieron a ver. Vivieron juntas períodos de extrema pobreza, durante los cuales, Angelika se ve obligada a abandonar su instrucción y vivir en barrios sucios llenos de vicio y crimen. El hambre las torturaba día y noche, a tal punto que ambas recogían comida en basureros y un día calmaron el hambre aspirando el olor de una panadería.

El primer recuerdo que tiene de su padre...

Yo tenía tres años cuando la muerte y desesperanza me barrieron por primera vez. Esto sucedió un día de verano, en la recámara de mis padres. Mi madre, sentada en la cama y sosteniéndome en sus brazos, estaba llorando, mientras mi padre, frente a ella, parecía tratar de convencerla de algo (...) "No tengas miedo, no es malo. Podemos encender un gran fuego en la estufa, cerrar la corriente, atracar la puerta y la ventana, y luego – nos vamos profundo y no despertamos de nuevo" 19

Ella añade que extrañamente nunca comento este recuerdo con nadie, ni siquiera pregunto a su madre. Nosotros señalamos el verbo brushed me en inglés, que tiene la connotación de me cepillaron, me barrieron. El siguiente evento que ella relata se relaciona directamente con el hecho de haber la colocado fuera. Desde los tres hasta los cinco años, estuvo internada en un convento de las Hermanas religiosas en Graz. Ella dice "si antes mi madre había llenado mi corazón, coloqué a Dios en su lugar".

Cuando sale de ese convento, su padre adquiere la costumbre de llevarla al Schlossberg, para escuchar música los domingos. En una de esas audiciones musicales, Angelika descubre a una mujer joven y elegante que llama Madame de K ...

Su singular belleza actuaba en mí como un—enervante, Algunas veces yo querría deslizarme cerca para muy suavemente tocar la seda de su vestido con mis dedos temblorosos, y aspirar el perfume emanando de ella. Poco sospechaba, absorta en la contemplación de su rostro, que el destino me llevaría por el mismo camino, y que yo sería la víctima de ese poder oculto al cual ella había sucumbido" 20.

Muchos años después, al volver a tocar el tema sobre la belleza de esa mujer que la intoxicaba cuando era niña, añade: "Madame de K en el curso de los años, se había dado cuenta de la fantasía de Sacher-Masoch y había sujetado su ser a esta". 

Wanda logra hacer una lectura e interpretar en espejo la postura subjetiva de esa mujer, sin poder por lo tanto, reconocer en eso, su propia postura subjetiva. Por otro lado, no pasa sin ser advertido, que es su padre, quien la conduce por la vía de su deseo.

A los doce años, Angelika padece un extraño y molesto incidente "una aparición " que dice haberla tocado violentamente. La cama de su madre contenía un cajón deslizador que se extendía en la noche como cuna para ella. Una noche se levanta - no como alguien se levanta después de un buen sueño, con esa agradable semi-conciencia que desaparece en algunos momentos, sino con su mente tan lúcida como si no hubiese dormido para nada. Entonces escribe...

Yo vi. La forma de un muchacho joven de una belleza fuera de este mundo parado en un nicho....sus ojos azules me miraban profunda y tristemente; el parecía querer decirme algo—algo agradable pero a la vez doloroso. Y esos ojos no eran desconocidos para mí, eran familiares; casi creí que estaba mirando mis propios ojos 21.

En esta aparición, encontramos al igual que en el primer recuerdo de su infancia, un obstáculo frente a una palabra que no alcanza a decirse. En el recuerdo, su padre se dirigía a su madre para "convencerla de algo" aquí: "él parecía querer decirme algo agradable pero a la vez doloroso".

Angélika recibe su instrucción escolar en instituciones unisexuales para mujeres. Su oficio de costurera, lo adquiere en una escuela, a cargo de hijas mujeres de familias adineradas. Aquí surge por primera vez su fantasía erótica relacionada con Sacher-Masoch. Una de sus instructoras Mlle. Anna Weiser conocía bien a la familia del "Ditcher" (poeta) hijo del Caballero Sacher-Masoch, jefe de la policía en Graz. Durante las clases, ella compartía datos sobre la vida del poeta. Entre éstos, el compromiso del mismo, con una prima polaca Anna von Kottowitz, a quien según esa instructora, el poeta profesaba un amor de la más pura, y elevada naturaleza. Ängelika comenta:

Esto no era nada extraordinario-Sacher-Masoch no era solo un hombre ------

con espíritu y talento, sino un ser de exquisita nobleza y amabilidad,

Tan "casto y puro como una niñita... Yo envidiaba a la novia de Sacher-Masoch. Me colocaba en su lugar; imaginaba ser la esposa del escritor, protegida por su poderoso y puro amor, en una casa bella y elegante y rodeada de amorosos niños" 22

Anna Kottowitz resultaba ser la misma mujer de la cual ella se había enamorado a los ocho años. Ahora sabe su nombre y además que ella es la novia de Sacher-Masoch.

El es para ella, de acuerdo a su descripción, una especie de ser transensual que reúne a la vez las cualidades de un hombre con espíritu y talento pero es a la vez, "tan casto y puro como una niñita".Esta apreciación de la postura subjetiva transensual del escritor por parte de Angelika, es sostenida respecto a su obra, por Alexandra Strohmaier -editora de la obra de Masoch- "los textos de Masoch, van más allá del masoquismo que establecieron". Para ella, en algunas novelas de Masoch como La Estética de la fealdad23, Die Liebe des Plato [El amor de Plato], aparece un travestismo que Strohmaier llama confusión de género. Coincide en esto, con el psicoanalista austriaco Theodore Reik, para quien el masoquismo prueba ser "la transmutación de la fantasía pasiva homosexual"24. Un cuento de Masoch titulado. "Un amor hipocondríaco" también podría servir para ilustrar lo anterior.

A partir de este momento, Angelika empieza a forjar un idilio imaginario. Al igual que Mlle. Weiser, ella parece adherirse a la concepción del amor puro. Sin embargo, cuan poco correspondían estas percepciones de ambas mujeres, con la relación entre Anna von Kottowitz y Sacher-Masoch. Esa relación habría inspirado una novela Die geschiedene [La divorciada]. Madame de K, habría jugado el papel de Wanda y al suscribirse a "la búsqueda del griego" y entablar relaciones con un contador polaco, habría contraído una enfermedad venérea. La idea de felicidad de Angelika fincada en la maternidad, como lo expresa su fantasía "rodeada de amorosos niños", no coincide tampoco con la idea de Sacher-Masoch. En una novela escrita en ese tiempo. Marzella oder Das Märchen vom Glück [Marcela o la historia de la felicidad] el conde confiesa sus celos cuando Marzella amamanta a su hijo. Para el conde, su "felicidad" en la relación matrimonial se debe a qué Marzella aún siendo madre, prefiere dedicar su atención a las actividades de su compañero...para los niños ella contrata una nana".

La Venus de las pieles, en el lugar de f

La frase: «La Venus de las pieles » ¿funcionó para Angelika como una metáfora del nombre del padre?

Leopold von Sacher-Masoch, historiador y doctor en filosofía, había escrito más de 110 libros 25 antes del encuentro con Angelika Aurora Rümelin. La obra literaria de Sacher-Masoch producida entre 1858 y 1869, había hecho de él, un personaje destacado en Austria.

En la ciudad de Graz, la obra literaria de Masoch circulaba ampliamente. En especial se leía y se hablaba de "La Venus de las pieles". Se rumoraba que había sido inspirada en una relación amorosa del escritor, con una mujer de nombre Fanny von Pistor. Las confidencias amorosas relatadas producían una articulación entre la economía erótica del cuerpo y esa modalidad literaria de la polis. Despertaban la voluntad de goce en algunas mujeres, para representar el personaje protagónico de Wanda. La relación amorosa entre Angelika Aurora Rümelin y Leopold von Sacher- Masoch, no queda al margen de esa articulación erótica cuerpo-polis, sino que se inicia en relación directa con la misma.

Angelika, parece haber sabido que la cura del personaje Severin, de su fantasía ultra sensual, ocurrida al final de la novela, no logro sin embargo, curar al autor. Ella se vale de estrategias mitómanas, socias, mimetismo, para hacerse contar dentro del síntoma de Masoch.

Según sus palabras, Cuando ella cuenta con veintiséis años, ocurre el acontecimiento que cambiara su vida... Conoce a una mujer, hija de un conocido rabino, divorciada y madre de varios hijos.

Madame Frischauer: Poseía un espíritu alegre, tenía una riqueza inexhausta de vocabulario a su disposición para defender sus ideas. Era escéptica, se burlaba de todo, respetaba nada, y creía en nada –excepto en si misma: en la fortaleza de su mente y de su belleza 26

Una amistad surge entre ambas. Su amiga empieza a visitarla en su casa diariamente. Vine con libros, entre estos « La divorciada » 27 de Sacher-Masoch y cuenta que la heroína era la hermosa Madame de K.

Madame Frischauer - haciéndose pasar por mujer cruel - enviaba cartas anónimas a Masoch-. Estas cartas recibían respuesta por parte de él, y eran leídas por las dos amigas. Un día, Angelika encuentra a su amiga agobiada por los efectos de esa correspondencia. Un hijo de ella, quien era amigo de Masoch, se había enterado y descubriendo la caligrafía de su madre en una carta, sospechaba que ella fuese la autora. Por tal motivo, le pide, jugar el papel de intermediaria y recuperar las mismas. Madame Frischauer había firmado sus cartas bajo el pseudónimo "Wanda von Dunayew", heroína de "La Venus de las pieles". Angelika responde de inmediato a esa demanda de su amiga y acude a una cita concertada con el escritor. Ella se hace pasar por una rica Baronesa, para rescatar esas cartas. Estando frente a él, se descoloca respecto a la fidelidad a la amiga y habla del "innoble amor que genera este tipo de correspondencia" Aprovechan ambos esa reunión para intercambiar opiniones acerca del amor. Angelika recuerda que Masoch "tenía sus propias ideas sobre el valor de la vida, y valoraba una hora de intoxicación voluptuosa, por encima de un siglo de existencia vacía". Confiesa haberse sentido en esa ocasión "mesmerizada" (hipnotizada), por su lenguaje que describe como: "refinado, sin pausas, sin dudas, espontáneo, sin esfuerzo por buscar la palabra adecuada, firme, preciso y claro como su pensamiento".

Angelika se hace llamar "Wanda" como lo había hecho antes la autora de esas cartas, y se inicia una relación amorosa entre ambos. Escribe y publica un relato corto, animada por él. Recibe como regalo una maravillosa piel de zorro plateada. En este período pre-matrimonial ocurre el nacimiento del primer hijo de ambos. Este niño, solamente vive unos días y muere. Durante el duelo, Wanda decide descubrir a Masoch su identidad socioeconómica. Esto ultimo no solo no desanima a Masoch sino que le propone matrimonio. En Graz, la iglesia de la Santa Sangre de Cristo, intercambian sus votos matrimoniales en una ceremonia muy modesta bajo un rito llamado: "bendición para pobres". Masoch manifiesta a la prensa haberse casado con la Baronesa Rümelin.

Juegos eróticos sirviente/patrón

En la fiesta de bodas, en casa de Frau Rümelin, se presenta la primera escena erótica basada en las jerarquías de poder domestico. Masoch, pide a Adele - una bella muchacha que servía la mesa - colocarse una piel de la colección de su espos a y darle órdenes, como si él fuera su esclavo. La baronesa Rumelin mira en silencio esa escena sin protestar, como instando a la mesera a comprender. Al mudarse a su casa, Masoch coloca todas las fotografías de mujeres con las que había tenido relaciones, en su escritorio. Al frente de éstas, estaba la fotografía de Fanny von Pistor, una novia con la cual se divertía vistiéndose de sirviente, y colocando leña junto a la chimenea, donde se encontraba Fanny acompañada de un actor italiano de nombre Salvini.

Wanda contrata una sirvienta y una noche, para divertirse, los tres juegan a sugerencia del escritor, a las escondidas. La sirvienta y Wanda, tenían que colocarse pieles y perseguirlo hasta apresarlo. Una vez preso, debían atarlo a un árbol y jugar a condenarlo a muerte, sin escuchar sus suplicas de piedad. Posteriormente, no contento con esas reglas, les pidió que lo golpearan. Aunque Wanda no acepta golpearlo, el sirviente Marie, se encarga de hacerlo con fuerza. Marie es despedida y Wanda contrata otra sirvienta, esta vez sin encanto físico. Cuando Masoch se entera que la nueva sirvienta había abortado nueve niños, le pareció una mujer cruel y le regaló una piel.

Masoch había declarado haberse casado con la Baronesa Rumelin, sin embargo ella "sabía" que no existía otra forma de hacerse reconocer, sino plegándose al personaje de Frau Wanda. Y, lo sabe bien, puesto que después del desmontaje literario de la fantasía en "La Venus de las pieles". Wanda testimonia que Masoch no se había curado.

Habla del aburrimiento que le producían las conversaciones - siempre las mismas - sobre La Venus de las pieles . También, acusa recibo sobre la repetición del tema de la mujer cruel, en subsecuentes escritos literarios de su esposo. El Fausto Polonés 28 y Diderot en San. Petersburgo, publicados un aÿo después del matrimonio. En la novela mencionada, el filósofo francés es sometido a la crueldad de la Emperatriz Catherine II de Rusia. Ocho años después, Masoch estableció un contrato con Cotta-Verlag para la publicación de una nueva edición, allí comprendida la reescritura de la novela" La Venus de las pieles".

Según el testimonio de Wanda, ese tema dejo de repetirse, gracias a un crítico alemán quien publicó una reseña de la novela de Masoch " Don Juan de Kolomea" 29.Esta reseña- escribe Wanda…

Me dejó pensativa porque decía lo que yo venía pensando (sin atreverme a decirlo),

Qué las mujeres en sus historias empezaban a parecerse demasiado entre ellas; y a pesar de lo interesante que ellas fueran, en el largo plazo, empezaban a fatigar. 30

Masoch explica:

Ella se insinúa en mis libros, porque mi mente está repleta de ella. Cada vez que quiero retratar a una mujer, es ella la que viene a mi pluma; en contra de mi voluntad, debo describirla sin fin, y una vez que comienzo, es como una intoxicación: No puedo parar, hasta no retratarla en su belleza demoníaca. Esto es lo que acaba por aburrir al lector 31.

A raíz de esta crítica, en la cual se le pedía tirar ese tema a la basura, Masoch accede, con la condición que Wanda asuma el papel de mujer cruel. Mediante un contrato privado, ella acepta golpearlo. Él a su vez, se compromete a que en su futura literatura no habrá ni pieles, ni látigos, ni diosas crueles.

El látigo, no logra apaciguar su angustia, y se propone ir más lejos, pide a Wanda serle infiel. La primera vez que esto ocurre se relaciona con el alumbramiento del tercer hijo de ambos. Ella se encuentra en período de post-parto. La escena de La Venus de las pieles -un griego para Wanda- cobra realidad en ese momento. Masoch encuentra un anuncio en el periódico Wiener Tagblatt, en el cual un joven apuesto y rico, busca una mujer bonita y elegante, para divertirse juntos. Pide a Wanda responder a esa petición. Para ella, se repite la frase" alguien pide" como si viniera de Otro, e inmediatamente responde al hombre que firma Nicolás Teitelbaum - corredor de bolsa en Viena-. Diez días después, viaja en tren y se encuentra con él. En esta ocasión se vale de una argucia, consistente en denunciar la intención de su marido, y así encuentra la respuesta comprensiva de un hombre que entiende la postura de Wanda, por haber leído "La Venus de las pieles".

Sin embargo, Masoch empieza a sospechar que ella no está dispuesta a satisfacer su fantasía y la amenaza..."Sí persistes en la terquedad de no satisfacer mi fantasía no insistiré, pero en la primera ocasión que se presente, me dirigiré a otra mujer".

Para Masoch,

Es una cosa maravillosa encontrar en la propia honesta y brava mujer, delicias sensuales que generalmente se encuentran solo con libertinas o con prostitutas. Cuando me hayas dado esto, verás cuanto te amaré y cuan agradecido yo estaré 32.

A partir de esta amenaza, cuando vivían en Budapest, Masoch puede observar al interior del recinto conyugal, ¿como si fuera un niño espiando a sus padres en el coito? Una escena en la que ella a solicitud de él, tiene relaciones sexuales con Alexander Gross, un muchacho joven de veinticuatro años. Masoch encuentra esta escena cómica, ayuda a Wanda a vestirse para que se entregue al hombre que la espera en el cuarto vecino. A Wanda le parece una tragedia...escribe: "Y luego por primera vez en mi vida el deseo atroz que una enfermedad se llevara a mis hijos, para que yo pudiera seguir a ellos en la muerte". Enseguida su hijo Sacha contrae la fiebre escarlatina y Masoch escribe a Gross para poner un punto final.

Masoch aparece primero como un libertino es con el amigo de Rümelin, llamado Staudenheim. Leopold incita a Wanda a besarlo y dice: "Yo deseo que tengas el coraje de tu naturaleza" El le daba el derecho de propia voluntad de conceder sus favores a cualquier hombre que quisiera, sin preocuparse por él, en lo más mínimo. "Renuncia a esa estúpida pequeño-burguesa idea, poco valiosa en ti, que es malo traicionar a tu esposo y tener otros amantes cuando tengas ese deseo"33.

En Bruck, según decía Masoch, no había suficientes hombres para buscar al griego. Por lo tanto, decide regresar a Graz. Otros intentos de búsqueda del griego y más bien relacionados con una transacción comercial, no fructificaron. Por ejemplo la intención de cazar al Dr. Lionel Baumgäertner, un joven propietario de una Empresa Publicitaria y Casa Editorial, perteneciente al clan de los millonarios de Leipzig, El último intento de búsqueda, un periodista de nombre Armand Rosenthal constituye el punto final. Cuando Wanda le cuenta la verdadera naturaleza de su relación con Masoch, Armand le pide que lo abandone y promete que él se hará cargo de sus hijos.

El caso de Angelika Aurora Rumelin, habla de un amor que conjuga en su seno libertinaje, y es al mismo tiempo, una farsa y un medio para construirse una historia.

Notas

1 Leopold von, Sacher-Masoch. Título original en alemán Venus im Pelz (1870). En español versión traducida al castellano en 1907 por C. Bernaldo de Quirós, reeditada en 1973.Cf. Carlos Castilla del Pino, Introducción al masoquismo Leopold von Sacher-Masoch: La Venus de las pieles, El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Sección: Clásicos, Madrid, España, 1973.

2 Sacher-Masoch murió en Lindheim, el 9 de marzo de 1895.

3 Wanda, von Sacher-Masoch. Meine Lebensbeichte Memorien, Schuster&Loeffler, Berlín Leipzig, 1906.

4 Wanda von, Sacher-Masoch. Masochismus und Masochisten. Nachtrag zur Lebensbeichte, Berlín&Leipzig: Hermann Seeman,1908.

5 Lacan, Jacques. Kant con Sade, Escritos 2, siglo veintiuno editores, 6 edición, México España Argentina1968, pp.337-362.

6 Jean, Allouch. Ça de Kant Cas de Sade, Erotologie analytique III, Sur «  Kant avec Sade », Cahiers de l´Unebévue, Francia, 2002. [Faltar a la cita « Kant con Sade » de Jacques Lacan Erotología analítica III, Ediciones Literales, Córdoba, Arg, 2003]

7 Cfr. Elena, Rangel. «   Ultrasensual » en Revista Litoral No.33, Raro muy raro, Epeele, México, 2003.

8 J, Lacan. Seminario hablado e inédito De un otro al otro, sesión del 26 de marzo 1969.

9 J, Allouch. El sexo de la verdad. Erotología analítica II, Cuadernos de Litoral, Traducción de Silvio Mattoni, Edelp, Córdoba, Arg, 1999.

10 Alexandra, Strohmaier. "Body, power and desire on the discursive construction of masochism", en Peter Weibel (HG.), Phantom of Desire Visions of Masochism Essays and Texts, Tomo I, Belleville, München, Alemania, 2003.pp. 110-117.

11 Wanda, von Sacher- Masoch. The confessions of Wanda von Sacher-Masoch,Translated by Marian Phillips, Caroline Hébert, and V. Vale, RE search publications, San Francisco, CA.1990. La traducción del inglés al español, de todas las citas en este trabajo, es de E.R.H.[N.E.]

12 Ibid., Introducción, p. 3.

13 Lynda Hart, Between the body and the flesh Performing sadomasochism,Columbia University Press, New York1998. [La performance sadomasochiste, EPEL, 2003].

14 Ibid., Introduction, pp.6-9.

15 Cfr. Peter Weibel (HG.), Phantom der Lust Visionen des Masochismus in der Kunnst, Neue Galerie am Landesmusseum Joanneum, Graz, Austria.2003. Band 11, pp. 158-161 - Ilustraciones de Guido Crepax Ibid.,pp. 155-157.

17 Leopold, von Sacher-Masoch. Venus im Pelz, Belleville, Neue Galerie am Landesmuseum, Graz 2003.

18 Cfr. Película del. cineasta Michelle, Handelman. « Blood Sisters »

19 Wanda von Sacher-Masoch, The confessions of…op. cit. p. 4.

20 Ibidem., p. 4.

21 Wanda von Sacher- Masoch, The confesion of….Op.cit.,p.6.

22 Ibid.,p.7.

23 Cf. L´Esthétique de la Laideur suivi de Diderot a Petersbourg, Traduction de l´allemand et Introduction par Georges-Paul Villa, BUCHET/CHASTEL, París, France, 1967.

24 Alexadra Strohmaier, op.cit.,p.115.

25Algunos de estos libros son novelas de corte histórico: « Eine Geschichte Geschichte » [Una historia de Galicia], « Der Emissär » [El emisario] « Die Verse Friedrich des GroBen » [La poesía de Federico el Grande], una comedia histórica estrenada en el Landestheater en Graz en 1865. En 1869, publicó una serie de historias basadas en seis areas temáticas reunidas en « Das VermächtniB Kains » [El legado de Caín]. Otras de sus novelas se inspiraron en sus aventuras amorosas : « Der Mann ohne Vorurtheil »[ El hombre sin prejuicios], estrenada en 1867, en Viena Residenztheater « Don Juan von Kolomea » [Don Juan de Kolomea], aclamada por la prensa.»Die geschiedene »[ La mujer divorciada] inspirada en sus experiencias amorosas con Anna von Kottowitz.
La producción literaria de Sacher-Masoch se inserta junto a la obra de otros autores austriacos. Nos referimos a Otto Gross (1877-1920). Hijo de un renombrado profesor de criminología en la Universidad de Graz., quien abogaba por la liberación sexual y el matriarcado Este autor, junto con Krafft-Ebing, quien derivó el término « masoquismo" del sustrato de los escritos de Sacher-Masoch, formaron junto con Sacher- Masoch, un triunvirato de rebelión social y sexual en Graz.

26 Ibid., p.10.

27 Leopold von, Sacher-Masoch. La femme séparee, Marseille, Éditons Via Valeriano, France, 1991.

28 Cf. Leopold von Sacher-Masoch, Le Faust Polonais, en revista L´Unebevue, No.19, Folliement Extravagant Le psichanalyste un cas de nymphe ?,Hiver 2001 Printemps 2002, Paris, France. pp.127-129.

29 Leopold von Sacher- Masoch, « Don Juan de Kolomea », Editions Philippe Picquier,Francia. Agradezco a Roland Lethier, haberme proporcionado esta referencia.

30 Wanda von Sacher-Masoch, The confessions….op.cit.,p.32.

31 ibid.,p.33.

32 ibidem

33 Ibid.,p.30

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 19 - Julio 2004
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