Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
La verdad en el retrato de Freud
Encuentro entre Sigmund Freud y Juan Salvador Dalí (en Londres, 1938)

Ariel Pernicone

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El día 19 de julio de 1938, se encontró Salvador Dalí, quizás por única vez, con Sigmund Freud en Elsworthy Road de Londres , Inglaterra. Tres días antes el creador del psicoanálisis, había concluido el último capítulo del "Moisés y el monoteísmo". Tres días mas tarde comenzaría a escribir el "Esquema del Psicoanálisis ", trabajo que permanecería inconcluso. Un año después, víctima de un cáncer ya muy avanzado, y con la ayuda de su médico Max Schur, quien cumpliría ese día una promesa comprometida tiempo atrás, poco después de la medianoche, siendo exactamente las 3 de la madrugada del 23 de septiembre de 1939, Freud moriría.

Según cuenta Dalí en su libro "Diario de un genio ( Memorias - 1952/1964 )", y así lo corroboran todos los biógrafos, el escritor Stefan Zweig, quien fuera junto a Ernst Jones uno de los dos únicos oradores que pronunciarían las palabras de despedida en el funeral del maestro, lo cual atestigua la estrecha relación afectiva que mantenía desde mucho tiempo atrás con Freud, fue quien posibilitó al pintor la visita anhelada.

Al concurrir al encuentro junto a Stefan Zweig, parece que Salvador Dalí se esforzó enormemente por impresionar al gran psicoanalista vienés, hablándole con pasión sobre sus propios escritos e invitándolo a leerlos, mientras que Freud, sin pronunciar palabra, ni inmutarse en lo absoluto por el despliegue daliniano, lo observó atentamente, todo el tiempo que duró el encuentro, escudriñándolo fijamente bajo la mirada férrea de su lupa analítica.

Al despedirse de él, Sigmund Freud pronunciaría una sola frase que quedó grabada para siempre en la mente de Dalí, para regocijo del alma ególatra del pintor Catalán. Freud diría, por única mención: "Nunca había conocido a tan perfecto prototipo de español!! ... Que fanático ¡!!! ".

Esa magnifica visita del 19 de julio de 1938, tuvo como producto un dibujo, hecho al carbón, de Salvador Dalí: "El retrato de Freud".

Según Dalí nos revela, la cabeza de Freud le evocaba la forma de un caracol de Borgoña, y morfológicamente así intentó retratarlo.

El 11 de mayo de 1956, en su diario íntimo, que parece tener la forma de una ininterrumpida escritura, día a día, vertida casi en asociación libre de cotidianos y extravagantes pensamientos junto a algunas de sus experiencias vividas, describirá con emoción ese encuentro con Freud y los pormenores personales referidos al retrato que realizara. Quizás covenga señalar al respecto la relación del dibujo con la verdad, que la anécdota daliniana (en la versión de Dalí) nos acerca como posible.

Cuenta Dalí que luego del encuentro y de realizar el retrato se sintió muy ansioso por saber la reacción de Sigmund Freud y su opinión sobre el dibujo de su rostro. Parece que insistió mucho a Stefan Zweig para que le transmitiera algún comentario de Freud al ver su retrato dibujado por él. Pero, para su decepción, recién cuatro meses después pudo encontrarse con Zweig en New York y recibió apenas una escueta respuesta, casi evasiva, por parte del escritor, quien le dijo: "Le gustó mucho", respondiendo esquivo, sin abundar en mayores detalles y pasando a otro tema, para perplejidad del pintor.

Dice Dalí, que solo tiempo después, cuando Stefan Zweig se suicidó en Brasil, y al leer el final de su obra póstuma "El mundo del mañana" (1), pudo comprender la realidad de lo ocurrido con el retrato.

Freud jamás llegó a ver su retrato, y Stefan Zweig le había mentido piadosamente al pintor en ese encuentro en New York.

Según Dalí relata, Stefan Zweig nunca se atrevió a mostrarle el retrato daliniano al genio del psicoanálisis, por temor a sobresaltarlo, por comprender que ese dibujo "presagiaba de manera clara la inminente muerte de Freud", quien podría haber leído claramente allí dicha verdad.

Parece ser, dirá el pintor en su diario intimo, "que sin darme cuenta dibuj´é la muerte terrestre de Freud en ese retrato al carbón que hice un año antes de que muriera".

Abril /2004.

Ariel Pernicone.

Notas

(1) El mundo del ayer. Stefan Zweig. ( Ed. Castilla )
Nota Aclaratoria: Salvador Dalí nombra en su diario el texto de Stefan Zweig como "El mundo del mañana", pero la versión original de Stefan Zweig en su traducción al Español aparece como "El mundo del Ayer".

(*) El presente trabajo (reescrito para esta ocasión: Revista Acheronta n° 19) constituye ,en su versión original , un fragmento de la clase "Pensando acerca de la función del grafísmo en la práctica psicoanalítica con niños" , escrita para el seminario "El grafismo y su relación con lo inconciente" en EduPsi, coordinado por Diego Soubiate.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 19 - Julio 2004
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