Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Saber y verdad. Una apuesta por no saber
Alfredo Moreno

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"El mundo no marcha más que por el equívoco.
En el equívoco universal es donde todo el mundo concuerda"
(Baudelaire)

"No quiero decir nada,
porque no sé, porque no puedo,
porque no quiero decir nada"
(Jaime Sabines)

A través del tiempo (cronos) y de la historia, el pensamiento occidental ha heredado desde Grecia, pasando por la era moderna inaugurada por Descartes, hasta nuestros tiempos contemporáneos, el pensamiento de la metafísica el cual mantiene una relación de adecuación entre idea, representación, cosa y realidad; para culminar en una epistéme universal y en una techné, y que concluye en la coronación de la metafísica.

Es este el saber del cual la ciencia presume. El que manifiesta que no se puede hacer ciencia de lo singular. Saber que esta en relación con el cogito. Saber que no escucha y que sin embargo hace de su alcance. Es este un "saber" que pretende mantener el dominio de su objeto de estudio, incluso de aquel que dice mantener éste dominio. Es el discurso de la ciencia, es el discurso del amo. Lacan ubica a la ciencia como aquello que forcluye al sujeto y como tal lo desprovee de lo que es más suyo y más del Otro; hablamos de su subjetividad. Esa que la ciencia deja de lado es lo que el psicoanálisis toma como investigación y como tratamiento.

Es dentro de esta subjetividad, la de las histéricas, las que muestran a Freud otro saber, el del sujeto. ¿Cómo es posible saber de este saber? Es a través del lapsus, del sueño, del chiste (witz), del acto fallido y del síntoma. Y es precisamente aquí donde enlazamos otro término, el de verdad. Es en la verdad, la del sujeto, en donde encontramos ese otro saber, el saber del inconsciente. No una verdad universal (episteme), sino una particular al sujeto. Tomemos el concepto de síntoma, concepto de interés para Freud. Es ahí que Freud ubica un saber que el sujeto desconoce, el del inconsciente. Es por eso que es conveniente para Freud hacer consciente lo inconsciente; para que el sujeto este advertido de ese saber, y de esa su verdad, la que hace compromiso en el síntoma. Es pues, el síntoma, ejemplo claro de ese saber que Freud coloca en el lugar central de su teoría, el del inconsciente. "Lo inconsciente es lo psíquico verdaderamente real, nos es tan desconocido en su naturaleza interna como lo real del mundo exterior" (1). El campo de Freud es la verdad del sujeto. De esta manera Freud pone las cartas sobre la mesa, es el estudio del inconsciente.

Con esto se inaugura una nueva manera de pensar; que arremete contra la filosofía y contra la ciencia mediante sus postulados. Es el psicoanálisis quien retoma al sujeto y lo pone en el centro; es este sujeto sin duda el sujeto del inconsciente.

Es el inconsciente, nos dice Lacan, que se encuentra estructurado como un lenguaje; alojante de la palabra, desbordante del sujeto; y el discurso, modalidad expresante del lenguaje, encuentra en su estructura un sitio de alojamiento de la verdad:

Es por cada uno de estos sitios que puede pasar cualquiera de los cuatro elementos que transitan a través de la estructura del discurso ( S1, S2, S barrado, a ), para dar lugar a los cuatro diferentes discursos planteados; a saber, S2 es el significante denominado ‘el saber’. De esta manera existe un viraje de la tradición de la metafísica donde verdad y saber encuentran equivalencia, para denunciar un deslizamiento entre el saber y la verdad.

"No puede hacerse ninguna referencia a la verdad sin indicar que únicamente es accesible a un medio decir, que no puede decirse por completo, porque más allá de esa mitad no hay nada que decir" (2). Es lo que no se puede decir lo que se pone en acto, y es precisamente ahí donde encontramos el lugar del saber. Encontramos además que este saber mantiene relación con el goce desde el momento en que el sujeto es tomado por el lenguaje.

Este saber del sujeto, que no sabe que sabe ¿qué es lo que sabe? Precisamente sabe del goce y además este saber es medio de goce a través del síntoma. "Somos seres nacidos del plus de goce, resultado del empleo del lenguaje...el lenguaje nos emplea, y por ese motivo eso goza" (3) y en ese goce se encuentra un saber.

Es menester, aclarar lo que podría parecer una ambigüedad; y es precisamente este desliz entre verdad y saber. Ya que por esta característica de no rigidez que existen puntos de encuentro entre estos dos, no el de la ciencia, sino el concerniente a la subjetividad.

Dentro de otro argumento, encontramos el concerniente al de la Banda de Moebius, en donde saber y verdad aparecerán encontrándose como en dos lados diferentes de la banda y que en realidad solo es uno, esto permite una entremezcla de estos dos, de acuerdo a momentos lógicos. Así un saber inconsciente puede constituir un punto de verdad y viceversa.

Dentro del contexto del trabajo clínico, el saber encuentra particular modo de hacer presencia. ¿Qué hace el analizante en análisis? Habla ...bla, bla, bla y es aquí que el lenguaje sobrepasa al sujeto, es allí hacia donde apunta la escucha del analista, en donde el sujeto dice más de lo que dice saber. El sujeto habla, sin ton ni son, y es precisamente hablando que se produce un saber. Esto constituye fundamento en la regla fundamental de un análisis, la libre asociación.

Es esto lo que permite descolocarse al psicoanálisis del discurso de la ciencia, del amo que habla de un saber sin saber; para colocarse en otro plano, en la phronesis aristotélica, que nada tiene que ver con la universalidad, ni generalidades. Es en Grecia con Aristóteles que encontramos un acercamiento a la practica analítica con su concepción de prudencia (phronesis), donde significativamente se encuentra el lugar de la verdad que no puede ser universal, ni converge dentro de la episteme. De esta manera la phronesis encuentra circunstancias tanto espaciales como temporales para dar lugar al instante, al kairos. Es la phronesis de Aristóteles, la que da lugar a la sabiduría practica y a la singularidad del sujeto. Con esto no se pretende hacer una equivalencia entre constructos psicoanalíticos y filosofía aristotélica, y sí un acercamiento que dé cuenta de este saber que se planteaba de alguna manera en la época de la Grecia antigua y la advertencia de un saber y una verdad que escapaban a la episteme y la techné dentro de ese tiempo.

¿Cuál será entonces el papel del analista? A él es precisamente que corresponde la total ignorancia, el no saber del otro, lo no sabido latente en el devenir de la palabra en la escucha. Escuchar ¿qué es lo que el psicoanalista escucha? Escucha el discurso del sujeto en su singularidad, a su historia, no a su pasado. Y es por tanto, con la transferencia , que se instaura el sujeto supuesto saber (SsS), ante lo cual el psicoanalista esta ahí para sostenerlo. El sujeto atribuye entonces un saber a ese que llaman psicoanalista, un saber que tendría que dar respuesta a la demanda del analizante, y a lo cual el analista tendrá que rehusarse a contestar y responder con su ignorancia.

Encontramos que la ignorancia ligada al saber, es comienzo montado para la otra escena, la del análisis. Y si la producción de saber encuentra nulidad, culpa no es de la ignorancia, es sin embargo la contraparte, lo contrario.

Es solo al final del análisis que el analista cae como desecho, como basura, y es esto lo que permite que el análisis encuentre finalización.

¿Cuál será el efecto, si el analista no escuchara y pretendiera construir una verdad universal? Encausemos el camino momentáneamente hacia el pensamiento de Martín Heidegger. Para Heidegger la ciencia –el pensamiento calculante- , es aquello que realiza un efecto provocante tanto en el sujeto como en la naturaleza misma; es así que para Heidegger la ciencia no piensa. Es una gestell. Y es condición de otro pensar, que haya que desconstruir la historia de la metafísica, para poder pasar a un pensamiento meditativo, a otro terreno, hacia el ser (sein). Es el sein un ser diferente al de la metafísica, que maneja su serenidad, que no emplaza, y que encuentra relación con las cosas y con los otros con tranquilidad ( gelassenheit ), un ser que no provoca una gestell, y mantiene relación con otro tipo de verdad; aquella que se muestra ocultándose y se oculta mostrándose, con la alethéia, la que se sustrae al olvido; a través de un acontecimiento, de un instante. Aquí es donde Heidegger escribe ser, y sin embargo lo que realmente esta pensando es ereignis (acontecimiento); de esta manera se pertenece a la verdad de la misma manera que es pertenece al ser. Dentro del psicoanálisis es de símil importancia el descolocarse del lugar de la ciencia, del discurso del amo, de ese discurso que produce un efecto provocante, un emplazamiento, una gestell, para que el sujeto pueda hablar de su verdad, esa verdad que para Lacan pertenece al lenguaje y por tanto encuentra su causa en el a , en tanto sujeto hablante (dividido).

De esta manera encontramos pues, dos discursos opuestos, el uno no sabe que sabe, el segundo sabe que no sabe. Y es función del analista responder con su ignorancia, con su no saber; para permitir al sujeto la producción de saber, de saber inconsciente, de saber inconsciente que no sabe que sabe; del saber que surge de la verdad del sujeto y que es precisamente en la clínica donde se busca el advenimiento de la palabra que habrá de hacer movimiento subjetivo.

Es por lo tanto que donde existe un saber y una verdad, el sujeto esta Escindido. La verdad y el saber del sujeto.

 

NOTAS:

1 Freud, S. "Interpretación de los sueños" Tomo V. Amorrortu Editores. Buenos Aires, Argentina. Pag. 600.

2 Lacan, J. "El reverso del psicoanálisis" Seminario 17. Paidos Editores. Buenos Aires, Argentina. Pag. 54.

3 Lacan, J. "El reverso del psicoanálisis" Seminario 17. Paidos Editores. Buenos Aires, Argentina. Pag.70.

BIBLIOGRAFÍA:

Aristóteles. "Ética Nicomaquea". Editorial Porrua. México.

Baudelaire C. "Las flores del mal, Diarios íntimos" Editorial Porrua. México.

De la Parra Manríquez Miriam "Sin titulo". Inédito.

Freud, S. "Interpretación de los sueños" Tomo V. Amorrortu Editores. Buenos Aires, Argentina.

Hassan Sara "Sobre los efectos subjetivos de las tecnologías". Revista electrónica de psicoanálisis Acheronta.

Heidegger, M. "La pregunta por la técnica" Ediciones del Serbal. Barcelona, España.

Lacan J. "Los escritos técnicos de Freud". Paidos Editores. Buenos Aires, Argentina.

Lacan, J. "El reverso del psicoanálisis" Seminario 17. Paidos Editores. Buenos Aires, Argentina. Pag. 54.

Lacan J. "El saber del psicoanalista" Conferencias en Sainte Anne. Clase 1. 4 de noviembre de 1971. Versión electrónica.

Lacan J. "Escritos 2". Siglo XXI editores. México.

Nasio, J. D. "Cinco lecciones sobre la teoría de Jaques Lacan". Editorial Gedisa. Barcelona, España.

Posada, P. "Saber y verdad". Afectio Societatis.

Sabines J. "Recuento de poemas" Joaquín Mortiz Editores.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 17 - Julio 2003
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