Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
En el cajón de los recuerdos de Freud
(el soporte de una letra)
Silvia Aguirre

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Aquello que ex - siste al significante imposible de imaginar y de simbolizar debe constituir el fundamento de la existencia del significante mismo. Es de la imposibilidad del sentido del significante de la que extrae su razón de ser, ser lo que los otros significantes no son o no ser lo que los otros son, su identidad se afirma en la negatividad misma.

Lo real del significante no es por lo tanto su materialidad sonora sino la imposibilidad de sentido que alcanza en su articulación significante. Por el contrario al encontrar un sentido el significante pierde su real, se desrealiza como significante para realizarse como sentido(nivel imaginario).

Pero será en la fijeza persecutoria de su materialidad, la instancia de la letra en el inconsciente desde la que ejercerá su función anómala, que permitirá el paso de sentido en relación a otro significante, apoyándose para ello en los fonemas propios de cada lengua (nivel simbólico).

Si nos remontamos a los textos egipcios a pesar que la escritura fonética era conocida por ellos sin embargo no fue utilizada, en realidad las palabras escritas resultaban impronunciables.

Si la escritura egipcia comprendió consonantes y jeroglíficos se podría deducir que el jeroglífico ocupaba en el plano visual el mismo lugar que la vocal en el plano sonoro.

Siguiendo a muchos epigrafistas recordamos que la escritura avanza del pictograma al fonograma según un proceso de borramiento de la imagen tras la sonoridad evocada por los dibujos.

La escritura ideogramatical evolucionará hasta la fonetización, es decir la aparición del alfabeto; esta se produce a partir de la confrontación con una lengua extranjera.

Podríamos imaginarnos ese momento de la siguiente manera: cuando un escriba sumerio oye una palabra en acadiano para la cual no posee un ideograma propio, confrontará a ese sonido que no comprende pero que identifica por homonimia con otro de su propia lengua. La homonimia misma obliga a pasar por el sin sentido, así se desprende al sonido del primer significado de la otra lengua.

En algún sentido el sujeto del inconsciente es como el escriba, transcribe en letras, la palabra solo retendrá lo fonemático. De ahí que la función operatoria del inconsciente es funció n de borramiento del significado y en este sentido el inconsciente apunta a realizar un goce que se sitúa más allá del principio del placer.

Esta relación de lo oral a lo escrito es lo que otorga a la "Interpretación de los sueños" su valor de texto fundador.

Todos soñamos, nos dice Freud, especialmente en imágenes visuales, pero también los recuerdos de la infancia son de plasticidad visual. A ellos debemos leerlos no según su valor figural sino seg ún su referencia signante.

"En mi caso (nos dice) los recuerdos de la infancia más tempranos son los únicos de carácter visual, son unas escenas de configuración enteramente plásticas, solo comparables a las que se presentan en el teatro. De los recuerdos de la infancia que se llaman los mas tempranos no poseemos la huella mn émica real y efectiva sino una elaboración posterior de ella que experimentó los influjos de múltiples poderes psíquicos posteriores. Por lo tanto los recuerdos de la infancia llegan con total universalidad a adquirir el significado de recuerdos encubridores." (1)

Si todos los recuerdos de la infancia son encubridores lo que encubren debe ser algo del orden de lo traumático.

Estos recuerdos según Freud deben su conservación a un vínculo asociativo con su contenido con otro reprimido, pero será la expresión lingüística, "las palabras puente", las que procuren dicha conexión.

Freud analiza un recuerdo infantil suyo alrededor de los 3 años de edad:

"me veía pidiendo y berreando de pie ante un cajón cuya tapa mantení a abierta mi hermanastro, veinte años mayor que yo, y luego de pronto entraba en la habitación de mi madre".(2)

En dos cartas a Fliess con fecha del 3 y 15 de octubre de 1897 dará cuenta del importante papel que cumplió este recuerdo en su autoanálisis.

En la primera explicación que intenta de ese recuerdo nos dice:

"yo había echado de menos a mi madre, había dado en la sospecha que ella estaba encerrada en ese cajón por eso le pedí a mi hermanastro que lo abriese, al convencerme que mi madre no estaba adentro empecé a berrear."(3)

Freud se pregunta ¿Cómo habría dado en la idea de buscar en el cajón a la madre ausente?.

Recuerda unos sueños que apuntaban a una niñera Mónika Zajic quién había cuidado de él hasta los 2 años y medio. Resultó un personaje clave de su infancia al igual que Philipp, el hermano de Freud hijo del primer matrimonio de su padre.

Freud para aliviarse la tarea interpretativa acerca de aquel recuerdo infantil decide preguntarle a su madre (ya anciana) acerca de aquella niñera. De esta forma se entera que había robado y a instancias de Philipp que la denunció, fue arrestada.

En una carta a Fliess le dice :

"Te he escrito, ella me indujo a hurtar décimos y a dárselos. En verdad el sueño significa que ella misma ha hurtado. Porque la imagen del sueño era un recuerdo, el que yo tomo dinero de la madre de un médico indebidamente. La interpretación correcta es yo igual a ella, y madre de un médico igual a mi madre.

Me dije, si la vieja desapareció así de repente, la impresión de ello se tiene que registrar en mí.

¿Dónde está pues?. Se me ocurrió una escena que desde hace 25 años afloraba en ocasiones a mi recuerdo consciente sin que yo la comprendiera." (4)

La escena a la que alude Freud es aquel recuerdo estando de pie frente al cajón vacío con su hermano Philipp.

La explicación que se da Freud de ese recuerdo es la siguiente:

"yo se lo he exigido a mi hermano, cuando eché de menos a mi madre temí que ella desapareciera lo mismo que antes la vieja.

Debo haber oído que la vieja estaba encajonada "eingekastelt", y por eso creí que mi madre también lo estaba, tales expresiones gusta hasta el día de hoy mi hermano Philipp. Que yo me dirigiera a él prueba que estaba al tanto de la parte que le cupo en la desaparición de la niñera."(5)

En este ejemplo que nos da Freud la expresión lingüística que procura la conexión o puente entre la expresión "kasten" (cajón) del recuerdo encubridor con la expresión "eingehkastelt" (encajonada) de lo oído en su hermano, fue la partícula "kas". En tanto que la raiz "eing" nos lleva a "eingehen" que en alemán significa encogerse, morir, admitir. En Freud lo traumático, lo mortal aparece ligado a lo sexual, de allí que la última interpretación a la que llega Freud es de encajonada por embarazada.

En la nota al pie de página del cap. 4 de "Psicopatología de la vida cotidiana leemos:

"El niño que todavía no tenía 3 a ños comprendió que su hermanita nacida poco antes se había desarrollado en el vientre materno. Desconfiado de que el vientre materno pudiese albergar a otras criaturas, también quiso mirar dentro del cajón y recurrió a hermano que ocupa el lugar del padre como rival. A la sospecha fundada de que este hermano tenía encajonada a la niñera desaparecida, se sumaba la duda de que él era quién habría de alguna manera introducido al bebé en el vientre materno." (6)

Lo cierto es que después que la hermana de Freud nació la niñera fue despedida de la casa.

Cuando Sigmund tenía 3 años llegó a su término la convivencia con Philipp, la familia emigró

Respecto a la pérdida de su añorada infancia en Freiberg menciona Freud "nunca superé la nostalgia por los bellos bosques junto a mi casa amada, por donde casi gateando solía escapar".

Philipp en aquella infancia en Freiberg abriría un "kasten" para mostrar que estaba vacío.

Al respecto Freud se pregunta "¿ Por qué mi hermano me abre el cajón si sabe que mi madre no está adentro y no puedo calmarme de ese modo?"(7)

Si tomamos este recuerdo de Freud a la manera de la escena de un sueño e invertimos la misma, entonces el verdadero actor del abandono es el soñante que identificándose a su madre desaparece para el Otro y de esta forma alcanza una satisfacción exactamente inversa a la que diera Freud.

Sin embargo en nota al pie de página del capítulo 4 de Psicopatología de la vida cotidiana, nos dice:

" el afecto de desilusión cuando se halló vacío el caj ón proviene de la motivación superficial al pedido infantil. Respecto de la aspiración profunda se sitúa en un lugar falso. Por el contrario la gran satisfacción por la espigada silueta de la madre que regresa solo se vuelve cabalmente inteligible a partir de ese estrato mas profundo".(8)

¿Cuál sería ese estrato mas profundo?

Si tomamos el recuerdo infantil como el tiempo del juego del Fort-da podemos ubicar dos tiempos: un primer tiempo donde jugaba a la desaparición pidiendo a Philipp que abriera el cajón, donde en este juego se angustiaba y un segundo tiempo en la obtención de un "lust" al ver la silueta recuperada de su madre.

Lo mas traumático de la escena de ese recuerdo encubridor es el punto de advenimiento subjetivo, es una escena de castración que aparece bajo la forma de una escena pero responsabilizando al Otro.

Lo que traduce es el dolor del borramiento, que queda escenificado en una escena que se repitió por 25 años.¿No sería ese borramiento el estrato mas profundo?

Resta ver qué papel pudo haber jugado Philipp.

Lo reprimido aparece disfrazado, como una formación de compromiso diría Freud, pero la satisfacción subjetiva, el goce diría Lacan, está en el equívoco significante, en los "juegos habituales" que Freud atribuye a Philipp una partícula pasa, la partícula "Ka" del nombre del padre. En este caso del nombre borrado de su padre Kallamon Jacob, dos veces borrado ya que Jacob en la grafía alemana se escribe con K, pero el padre de Sigmund escribía su nombre con C.

Al respecto menciona E.Rodrigué en la biografía de Freud que en una Biblia (hebreo alemán) de Ludwig Philippson, Biblia favorita de los judíos admiradores del siglo de las luces, en las primeras pá ginas de esa Biblia Jacob trazó su firma y anotó la fecha l de noviembre de 1848. En ese mismo lugar registrará la fecha de la muerte de su padre Schlomo y la de su hijo (que nace dos meses y medio después) a quién le coloca el mismo nombre que su padre Schlomo Sigismund.

Este hecho de trasmisión del nombre coincide con el momento en que Jacob se cambia de nombre y Kallamon desaparece para siempre, ni siquiera será mencionado por el propio Freud.

Respecto a la serie de sueños absurdos referidos a la muerte del padre hay dos por de más significativos. Si son absurdos es porque contradicen el sentido.

Uno de ellos es el sueño de Garibaldi, allí Freud hace mención que cuando los húngaros cayeron en una crisis fueron salvados por Kallamon Széll.

Al parecer no relacionó dicho nombre con el nombre de su padre. Censura lograda diría Freud.

El otro sueño absurdo hace referencia al año 1851, nos dice Freud: "me resulta cómico pues en primer lugar yo todavía no había nacido y en segundo lugar mi padre, a quién el asunto podría referirse, ya está muerto."(9). Freud en dicho sueño le pregunta a su padre, quién le dice que fue detenido en 1851 a raíz de una borrachera, como es posible que se casara poco después.

Según Ernest Jones después de la muerte de Sally Kanner (la primera esposa de Jacob) al parecer en 185l aparece la fugaz Rebekka, hasta que en 1855 Jacob se casa con Amalia Nathansohn (madre de Freud).

Anzieu afirma que Freud nunca supo de esta esposa de su padre, cuya existencia sospechó o reprimió si le fue comunicada.

Más allá de los amores de su padre hay una carta de Freud a Fliess con fecha del 21 de septiembre de 1897 que puede resultar reveladora. En ella nos dice Freud: "Ahora prosigo mi carta. Vacío el dicho de Hamlet "to be in readiness" (estar en disponibilidad). Estar contento es todo." Más adelante agrega "entonces se me ocurre de mi recopilación esta pequeña historia: Rebekka, quítate el vestido, has dejado de ser una novia"(10)

En la nota al pie de página de las cartas a Fliess, se traduce "Kalle" por novia.

"No se ha podido reconstruir el chiste completo. El sentido es parafraseado de este modo por Schur: antes fuiste una novia orgullosa pero perdiste, el casamiento se sopló." (11)

¿Acaso no resulta tentador pensar en quítate el "Kall" de Kallamon?, la letra llega a destino.

En la siguiente carta a Fliess con fecha del 3 de octubre de 1897 refiere Freud que desde hace cuatro días en su autoanálisis tiene la sensación de estar al final.

El autoanálisis en el verano y el otoño de 1897 permitió a Freud discernir los rasgos esenciales del complejo de Edipo y comprender la esencia de la inhibición de Hamlet, siguió a ello la intelección del papel de las zonas erógenas en el desarrollo libidinal.

En la transferencia de Freud con Fliess resuena el nombre de Philipp.

Si Kallamon Jacob para transgredir se apoyó en la Biblia de Ludwig Philippson, podríamos pensar que Phillip queda como apoyatura del lugar de la transgresión.

De allí que Freud al referirse a su exilio en algún momento diga "mi hermano descansa en tierra inglesa, espero yo alcanzar un lugar allí."

Diciembre 2002

Bibliografía consultada:

(1) Sigmund Freud, Obras completas. "Psicopatología de la vida cotidiana.", Edit. Amorrortu. Pág.52.

(2) idem. Pág 54

(3) idem. Pág 54.

(4) Sigmund Freud, Cartas a Fliess ,edit. Amorrortu. Pág. 292, 293.

(5) Idem.

(6) Freud, Obras Completas, " Psicopatología de la vida cotidiana", Edit. Amorrortu. Pág..55.

(7) Idem, Pág.52 (nota al pie de pág)

(8) idem, pág 56

Emilio Rodrigue, " Sigmund Freud, El Siglo del Psicoanálisis", Editorial Sudamericana.

Gerard Pommier, " Nacimiento y Renacimiento de la escritura", Edit Nueva Visión.

(9) S.Freud, Obras Completas. " Interpretación de los sueños", Edit Amorrortu. Pág.434.

(10) Sigmund Freud, Cartas a Fliess, edit.Amorrortu.pág.286.

(11) idem. Pá g.286.

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Número 16 - Diciembre 2002
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