Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
¿Que malestar?¿Qué cultura?
Hugo Pisanelli

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Como psicoanalistas nos las vemos con el padecimiento, manifestación del malestar en sus diferentes formas. Es triste comprobar que mientras nos ocupamos en modificar, elaborar y reducir el padecimiento, por otro lado, aunque no siempre en otro lugar, se favorece la recuperación y concentración del padecimiento hasta los limites del horror.

El malestar es la forma subjetiva de retorno de aquello que el sujeto humano cedió para vivir en forma gregaria.

Los analistas operamos en el limitado espacio de la clínica del caso por caso soportados por la estructura teórica y los dispositivos del Psicoanálisis para tratar las diferentes formas de malestar, padecimiento o goce de los sujetos.

Los padecimientos no son nuevos, aunque van adquiriendo diversas formas de acuerdo a la cultura y por supuesto a la época.

"Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época" decía Lacan (1) y describía la función del analista como ..."de intérprete en la discordia de los lenguajes"

Tengo que reconocer que habiendo categorías y estructuras propias de la filosofía, la sociología y la historia para el abordaje de la subjetividad de nuestra época [como dominación y dependencia, lucha de clases, capitalismo, revolución, guerra y terrorismo por ejemplo], parece ocioso que un psicoanalista utilice categorías del Psicoanálisis para pensar y compartir algunos fenómenos actuales. Sin embargo esta Babel se puede beneficiar si, sin extrapolar los conceptos del Psicoanálisis, desde sus categorías puede producir algún efecto.

La idea que comencé a desarrollar a partir del atentado en EEUU y de la guerra contra el terrorismo, para llamar de una manera general al horror que mencionaba al principio, es que este tipo de hechos, lamentablemente, no son novedosos u originales en nuestra historia humana.

Lo novedoso tal vez es que se pueda observar los hechos en vivo y en directo por televisión en el mismo momento que ocurren desde casi todo el mundo.

En toda manifestación social, violenta e histórica como atentados, revoluciones y guerras o procesos espantosos y siniestros como el holocausto del nazismo o las luchas contra la subversión con torturas, desapariciones matanzas y robo de niños; intervienen diferentes factores abordables desde distintas disciplinas como decía antes.

"...Pero si contemplamos la relación entre el proceso cultural en la Humanidad y el del desarrollo o de la educación individuales, no vacilaremos en reconocer que ambos son de índole muy semejante, y que aún podrían representar un mismo proceso realizado en distintos objetos".... Escribía Freud.(2)

Sabemos que cada sujeto inmerso en la historicidad, vive la realidad de acuerdo a la única forma que puede hacerlo, la de su "realidad psíquica" (neurótica, psicótica o perversa) y es en función de esto que va ocupando lugares y roles el la cultura en la que vive y padece.

Otra idea en la que me encontré pensando fue ¿cómo son algunos de estos sujetos que ocupan lugares preponderantes en estos últimos eventos mundiales?

En la ciencia ficción encontrábamos que a partir del condicionamiento, los clones o robots, una civilización podía construir una máquina perfecta de matar hasta morir.

Lo escalofriante es pensar que una cultura puede producir, entre otros, sujetos con estructuras mentales que no son de ciencia ficción y que van a ocupar de acuerdo a su realidad psíquica algún rol en los eventos que comentamos.

No hace falta crear un clon o un robot. Como se constituye un sujeto que ante la pregunta ¿qué me quiere? la respuesta del deseo (loco) del Otro es: "Matando y gloriosamente muerto" en el caso de los suicidas y "te quiero Amo del mundo" en el caso de algún norteamericano.

"Resultado del eje: Significante primordial Materno (M) sujeto en tanto deseado (I). Ese deseo (loco) del Otro, no metaforizado por otro significante primordial Paterno (P cero) genera una estructura cuya característica fundamental (fundamentalista) es la rivalidad imaginaria de exclusión ( él o yo ) (nosotros o ellos) donde hay lugar para uno solo, es a muerte. Viven su origen y su destino mas allá de su partida de nacimiento y su certificado de defunción con la certeza de que están dirigidos (origen y destino) a ellos o sea que son "Elegidos" (3)

En esa rivalidad imaginaria hay una insoportabilidad (por falla de soporte) de qué y cómo goza el otro. (Que también encontramos en el racismo aunque no voy a desarrollar esta línea aquí)

Este aspecto de mi análisis no significa que toda la cuestión en juego sea la estructura psicótica, es mucho mas complejo que eso.

En todo acontecimiento real que conmociona a la cultura o las culturas, ya que no solo hay diferentes manifestaciones de malestar sino también diferentes culturas, también intervienen otros factores. Solo por mencionar algunos: fenómenos de masa (4) motivos económicos, influencia políticas y la intervención de sujetos con diferente estructura (neurótica y perversa) ocupando diferentes lugares en relación a su "realidad psíquica".

Nuestra cultura actual, no solamente produce malestar si no que nos propone los desfiladeros por los que debemos padecer, es difícil no gozar de lo que nos proponen, estar a favor o en contra de lo ocurrido, estar a favor o en contra de lo que va a ocurrir. De los atentados de las venganzas de las represalias, de las incomodidades de lo que todo lo acontecido y lo por acontecer nos va a producir, es difícil no gozar de algo de eso.

¿Tenemos que tomar partido, gozar, padecer, de leyes de defensa, de sus transgresiones, de las transgresiones a los tratados, de las supuestas legitimidades?

Eso sí; nuestra cultura actual nos deja la "libertad" de darle al malestar el modo de expresión que podamos: miedos, ataques de pánico, fobias, gastritis, adicciones, etc.

Sabemos que padecer o no, es involuntario, así que ante los desfiladeros propuestos de trampas y señuelos sugiero articular la vacilación no siempre calculada.

La forma que se me ocurre para tratar al padecer es la elaboración por diferentes vías , el análisis, ocuparnos de producir algo respecto de eso, que el goce pueda circular , ser repartido y soportado de otra forma y no todo el tiempo.

El segundo de los derechos humanos, después del derecho (deseo) a la vida me parece que es no tener que padecer tanto por eso.

Notas

1 Función y campo de la palabra y del lenguaje en Psicoanálisis. Escritos 1 Jacques Lacan.

2 El malestar en la cultura. Sigmund Freud

3 Esquema R e I De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la Psicosis ( Escritos 2) J. Lacan.

4 Psicología de las masa y análisis del yo. Obras Completas S. Freud.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 14 - Diciembre 2001
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