Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Los perritos de Pavlov, los de Freud y los del Decano (*)
Hector Becerra

 

En una entrevista que le realizaba al Lic. Alberto Peragallo, expresaba mis reservas acerca de los procesos de horizontalización y democratización de la enseñanza. A lo que él respondía: "Si pudiera esquematizar los procesos que llevan a cabo los alumnos en una facultad de psicología, podría decir que al llegar a primer año ya quieren cambiar los planes de estudio. No saben las materias que van a tener, pero ya tienen esa inquietud; después pasan por épocas de euforia o de depresión, épocas donde creen saber muchísimo y épocas en que se sienten ignorantes y esto es lo que requiere paciencia". (1)

De allí que nos haya parecido pertinente transcribir casi íntegramente un escrito de alumnos de segundo año de la Facultad de Psicología de la Universidad del Salvador, titulado: ­¡Vivan Watson, la Gestalt y los perritos de Pavlov...! (2)

"Año 2011. Congreso Internacional de Psicología en Bangkok, ciudad que con Nueva York, Tokio y San Salvador de Jujuy se disputan el papel de metrópoli más grande del mundo. Nosotros como participantes en este Congreso, nos recibimos hace poco más de 15 años en la Universidad del Salvador. Si conoceremos de rayes... En un diálogo con colegas de Lituania, California (ya países independientes) y del Imperio nicaragüense, whisky de Plutón mediante, ellos nos preguntan: ´¿Y Uds. que piensan sobre este tema del estrés industrial?´ Recancheros, nosotros, que nos conocemos las Sigmundobras página por página (y las verdes de Amorrortu, porque las otras tienen mala traducción), les contestamos: ´Bueno, por empezar... Creemos que la castración...´. Y no podemos hablar más; una risotada general nos tapa; los intérpretes, tentados ellos, nos traducen lo que los colegas nos contestan, en ideas más o menos coincidentes: ´¿Castración? Ustedes tienen castrada la cabeza, eso es lo que Uds. tienen castrado...´. Después comprobaríamos con horror el lenguaje que se emplea entre todos los colegas del mundo: ´Reacciones viscerales´, ´Doble vínculo´, Contraparadoja´. Nos acordamos vagamente de haber escuchado eso en el primer año de la facultad, allí  por el año '89 del siglo pasado, que después, nunca más. ´¿Y entonces? ´¿Y ahora?´.

Este cuadro futurista bien podría convertirse en realidad. En cinco años que pasamos por los pasillos de esta facultad, al cabo de los cuales somos licenciados en psicología (nada menos) nos llenamos la cabeza con muchas palabreras: ´transferencia´, ´libido´, ´superyo´, ´fantasías´, ´deseos´, ´Edipo´. Cuestiones ellas que después aplicamos en todos lados. (...)

De cinco años de carrera, nos hacen transitar velozmente y en un cuatrimestre, sin repetir y sin soplar, por otras escuelas (conductismo, Gestalt, teoría de la comunicación, reflexología), cual tour por Europa, de esos en los que se conoce todo y no se conoce nada. (...)

La reacción aperturista

El título de esta nota (´¡Viva Watson, la Gestalt y los perritos de Pavlov!´) no pretende reivindicar a ninguno de quienes nombra. Lo que sí representa es el afán de bastante gente de abrirse la cabeza´. Podridos de ´castraciones´, ´Edipos´ y ´libidos reprimidas´ que, al mismo nivel que ´reflejo condicionado´, ´ley de la buena curva´ y ´secreciones viscerales´, son importantes. Queremos una apertura de ideas, una variedad mayor de puntos de vista en psicología. Queremos escuchar TODAS las cosas, a la medida de nuestro entendimiento, para que teniendo ante nosotros todo el espectro (Social, Profunda, Comunicacional, Fenomenológica, Conductismo), elijamos lo que más nos convenza, o realicemos la síntesis personal que creamos mejor. Si nos hacen comer dogmas dictados por gurúes de pipa, barbita y diván, vamos a terminar saliendo como productos enlatados que contienen una doctrina automatizada (y para que no queden dudas, otra vez: de Amorrortu, ¡ojo!). PENSEMOS por nosotros mismos. ELIJAMOS, libres, lo que queremos. Autoridades: abran la facultad a otras ideas.

 

La patota freudiana

Aparece entonces un ejército temible, armado, equipado y fabricado en la facultad durante generaciones: los freudianos. O por lo menos, simpatizantes de nuestro bienamado gurú Sigmund. Su argumento es válido: ´Debemos conocer los lineamientos del psicoanálisis. Ello te proporcionará  la base para entender otras teorías, hijo. Si no conoces esto bien, te va a resultar difícil conocer otras cosas. Cuando termines la carrera te vas a poder dedicar a investigar otros puntos de vista. Y no jodas más hijo...´. La ´resistencia´: falacia suprema.

Después de dimes y directos con la patota freudiana, que no tiene cadenas ni armas, pero sí el afán de analizar todo (que es lo mismo en cuanto a ´desarmar´ al otro) sacan su sevillana más filosa (y remanida, por cierto, hasta el cansancio): la resistencia. Todos los que queremos otras ideas, otras teorías y escuelas, tenemos una resistencia así de gorda. Es una resistencia contra el psicoanálisis. Si hasta hay un artículo del gurú que habla el tema. (...)

 

Apertura y enriquecimiento

Sigmund Freud, aparente víctima principal de este artículo, no es tal. Todo lo contrario. El pobre viejo, lejos de pretender ser entronizado por legiones de fanáticos, tenía la mente abierta. No era gurú. Era un ser humano, con sus rayes, con sus problemas y abierto ideológicamente. Pero, como alguien dijo por ahí: ´a Sarmiento hay que protegerlo de los sarmintistas´. Nosotros también creemos eso: a Freud hay que protegerlo de los freudianos, patota dogmática y gustosa de la literatura que, intencionadamente o no, se cierra a ideas alternativas.

Lo que hay que hacer es justamente lo opuesto: que los diferentes puntos de vista dialoguen, intercambien, se enriquezcan, en una no ya dialéctica, sino MULTIALECTICA. Y todos los que mañana seremos representantes de esta ciencia, ante el resto de la sociedad, elijamos qué nos parece mejor y que hablemos con otros que piensan distinto que nosotros. Que realicemos un resumen personal, una síntesis. Y esto no es manipular técnicas y libros que vamos a aplicar en chanchitos de indias humanos. Esto no es una ciencia exacta. Esto va avanzar y perfeccionarse en la medida en que, lejos de recibir el tributo con una doctrina automatizada, armemos por nosotros mismos la psicología e intercambiemos ideas. En 2º 'B' formamos un grupo de lectura y discusión de teorías alternativas (si te interesa, acércate y preguntá  por nosotros) . Pero eso tiene que generalizarse y promoverse. Abran la facultad, elijamos libremente.

Y así, entonces, habiendo decidido qué nos parecía lo mejor, pero conociendo todo, en el año 2011, la situación cambiaría. Y si para ese entonces nos hicimos freudianos por propia voluntad, las cosas van a ser distintas; ante la pregunta de los colegas californianos, lituanos y nicaragüenses vamos a contestar: ´sí, nosotros compartimos las teorías que combinan reflejo condicionado y reacciones viscerales en algunos puntos y en otros no. Pero nos parece que a su punto de vista lo enriquecerían algunos elementos que el psicoanálisis aportó...´. Y ahí les aseguramos, no se van a reir. Van a poner cara de curiosos y van a decir: ´a ver, qué interesante..., ´¿nos cuentan algo de eso?." (3)

No es necesario avanzar demasiado para encontrar en el artículo una fuerte crítica a los dogmas psicoanalíticos. El pedido de "una apertura de ideas" y de "una variedad mayor de puntos de vista" pone realmente el dedo en la llaga en lo que respecta a lo que fue la entrada del psicoanálisis en La Argentina y por ende en nuestras universidades.

Jinkis decía en una clase que dictara en la Facultad de Psicología de la UBA en 1984, que la promoción que se hizo de la teoría psicoanalítica y junto a esto la valorización de la figura del analista, ha contribuido a obstaculizar el discurso de la psicología. (4)

En el caso de nuestros jóvenes e inquietos alumnos, habría que suponer que lo que hasta ahora se les ha enseñado, relativo al psicoanálisis, tiene un estatuto absolutamente dogmático y su reclamo podría ser pensado desde la hipótesis de Jinkis. ¿Pero, los alumnos sabrán que a lo largo de su obra, Freud aclara una y otra vez que el psicoanálisis no es una Weltanschauung, una concepción acabada del mundo? (5)

En la misma revista que estamos citando aparece un breve escrito del entonces decano de la Facultad de Psicología de la Universidad del Salvador, el Dr. Saúl Rodriguez Amenábar, el que nos parece desde el punto de vista del psicoanálisis, absolutamente imprescindible ya que está construido sobre la base de "hacer algunas aclaraciones para evitar que lo dicho espontáneamente ´en vivo y en directo´ pueda ser entendido de manera inexacta". (6)

Interesante decíamos que alguien, después de haber hablado, suponga que va a ser entendido de manera inexacta. ¿Y dónde podrían ser ubicadas las inexactitudes? Parece ser que cuando Rodriguez Amenábar se define como freudiano.

A menudo se dice que la lógica es el estudio de las leyes del pensamiento. Se ha considerado que las condiciones necesarias, y a veces también suficientes, del pensamiento pueden reducirse a tres principios: el de identidad, el de nocontradicción y el del tercero excluido.

Una objeción a tales leyes del pensamiento se basa en las paradojas. Supongamos que un hombre afirma: "Estoy mintiendo". Si dice la verdad, "estoy mintiendo" es verdadera. Pero, en este caso, la persona en cuestión no está  diciendo la verdad; de modo que "estoy mintiendo" es falsa. Pero, entonces, está  diciendo la verdad y "estoy mintiendo" es verdadera y asÍ sucesivamente adinfinitum. (7)

La paradoja del mentiroso se resuelve pasando del enunciado a la enunciación. Es decir, el lugar o contexto desde el cual se enuncia lo que se enuncia. Y en este sentido tendríamos que investigar el intento de Rodriguez Amenábar de aclarar lo que dijo. La paradoja de ser y no ser freudiano.

"Una gran parte de la antropología freudiana dice el decano es incompatible con una concepción cristiana. Por otra parte, Freud cae allí en mitos, fantasías de omnipotencia y de identificación grandiosas, así como en curiosas reflexiones sobre un mundo religioso que no pudo comprender. Otra cosa sucede con la metapsicología y con la técnica". (8)

¿Nos equivocamos, o el decano está  planteando así como así porque en su artículo no existe ninguna fundamentación que Freud es un delirante?

Este intento de decir más de lo que dijo no parece terminar de aclarar lo formulado, y es por ello que vamos a dirigirnos a Signos Universitarios, la revista de la Universidad del Salvador. Se trata de un número dedicado a la psicología y que abre precisamente Rodriguez Amenábar con un artículo titulado Psicología y religión en una Universidad Católica. (9) En uno de sus párrafos dice así: "El nacimiento de la psicología como ciencia trajo aparejados los inconvenientes típicos de la nueva creatura que viene a ocupar un lugar. (...) A ello se unió el hecho de que el fundador de esta nueva técnica (el psicoanálisis) se autoconfesaba ateo; por carácter transitivo su técnica era sospechosa, o francamente rechazable". (10)

Que la técnica de un científico que comenzó a paliar el sufrimiento de una legión de seres humanos fuera tildada por algunos como sospechosa o francamente rechazable por las creencias religiosas de su mentor, nos lleva a pensar cuanto de sospechoso y de rechazable puede llegar a existir en el terreno de lo religioso. En cuanto a la certeza que genera en Rodriguez Amenábar la autoconfesión de Freud; es obvio que no se le ha ocurrido someterla a la paradoja del mentiroso. ¿Porque no creer en Dios, finalmente, es o no una creencia?

"Ser psicoanalista y ser cristiano continúa diciendo el Decano pareció ser una ´contradictio in terminis´, una contradicción entre dos términos irreconciliables, que generalmente terminaba negando al cristiano su verdadero carácter de tal, o por lo menos sospechando de su adhesión al dogma. Desde aquellos tiempos originarios mucha agua corrió bajo los puentes. (...) La penetración de la Psicología (11) en casi todos los estratos de la cosa humana es otro de los fenómenos contemporáneos. Las mismas instituciones religiosas han visto en ella una buena ayuda para sus propios objetivos convencidas de que el comportamiento religioso manifiesta siempre una estructura de personalidad y que esa estructura puede ser evaluada desde la visión de sus procesos inconscientes". (12)

Se ve una luz al extremo del camino que ilumina el sendero por el cual Rodriguez Amenábar pretende conducirnos. Circunscribiendo el "ateísmo de Freud" a su concepción antropológica, quedan libre de culpa y cargo la metapsicología y la técnica, que de esa manera sí pueden ser compatibilizadas con el cristianismo. ¿Y a qué se puede deber esa necesariedad de compatibilizar la clínica freudiana con la fe? ¿Son razones coyunturales, como supone Rodriguez Amenábar; o, existe algo más?

El advenimiento del cristianismo en el siglo XIII había planteado un problema decisivo en lo que hace al desarrollo de la filosofía: el problema de las relaciones entre la razón y la fe. Claro, desde la primera época se habían convertido a la fe artesanos, campesinos y esclavos, gente que no tenía relación con la filosofía. El problema de la relación de ésta con la fe se da cuando los intelectuales comienzan a pensar la conversión; de allí que se especulara sobre qué forma iba a adquirir la relación entre la filosofía tradicional griega con el conjunto de verdades que aportaba el cristianismo. (13)

La filosofía de la Edad Media pese a fundarse a partir de una revolución histórica como el cristianismo, que fue tan profunda y radical que cambio la concepción del hombre y el mundo, no consideró necesario descartar la filosofía anterior; sino que, por el contrario, se propuso sintetizarla e integrarla. Apreciamos, entonces, en San Agustín primero y luego en Santo Tomás de Aquino una voluntad de síntesis capaz de recuperar para el cristianismo, todos los aportes de la filosofía griega.

Khun nos explica que hasta comienzos del siglo XX se pensaba en la historia de la ciencia como un progreso acumulativo de un saber que se justificaba a partir de las verificaciones que se obtenían de las observaciones objetivas de los hechos (14) y allí donde no fuera posible contar con los mismos, por vía de la revelación se obtenía la solución a los problemas más complejos, entre ellos el origen del mundo y de la creatura humana.

El yo se sitúa en un lugar y desde allí enuncia: yo... Pero es el Otro quien, inicialmente, lo sanciona colocándolo en un lugar distinto de aquel donde se creía situado. (15) Cuestión que nunca se produce sin sorpresas: allí donde Rodriguez Amenábar se deshacía en aclaraciones acerca de su ser freudiano es porque intentaba recubrir su ser tomista.

La imposibilidad de tratar a la filosofía y a la teología con un método único no le impide al eclecticismo considerarlas como una sola verdad total; por el contrario, se siente con el deber de llevar lo más lejos posible la interpretación racional de las verdades de la fe, de ascender por la razón hacia la revelación y de volver a descender desde la revelación a la razón.

¿Queda alguna duda acerca de que tomar el dogma religioso, llevarlo al campo de la filosofía (tomismo) y reconciliarlo con una parte de la teoría freudiana es una pretensión ecléctica?

El eclecticismo intenta discernir la verdad del error en todas las escuelas, se lo suele llamar presuntuosamente: la filosofía. (16) Presuntuoso es el mejor adjetivo que puede existir para describir el intento de un psicólogo tomista de descalificar en poco más de media carilla una teoría que a Freud le llevó toda una vida elaborar y que, por más que incomode en los  ámbitos universitarios, ya ha pasado a formar parte de la historia de la ciencia. En términos de lo que planteaba Peragallo en la entrevista, podríamos llegar a decir que a los alumnos se les podría permitir esta crítica petardista en la medida que es saludable que los alumnos critiquen; pero, con un Decano..., ¿qué hacemos Peragallo?

El eclecticismo especie de doctrina filosófica subordina el interés primordial de la verdad a un statu quo de conveniencias que quieren explicarse y aún justificarse con el éxito del momento. Ha sido también denominado filosofía oficial o académica en cuanto se pliega a las exigencias que en el momento de su postulación gozan los más poderosos o populares. Vemos en la revista Signos Universitarios dedicada a la psicología, el mapa académico de los poderosos y populares en aquel 1988. (17)

EDITORIAL

ENSAYOS

INVESTIGACIONES

CONGRESOS Y JORNADAS

En primera línea y por dentro de un apartado denominado Ensayos, el escrito del decano que hemos citado. Luego un trabajo lacaniano dedicado a las relaciones del sujeto con el lenguaje, firmado por quien suscribe. Tanto en este escrito como el de David Maldavsky y el de Clara Roitman se hallan presentes el intento de pensar la clínica; de allí, podríamos suponer que para los editores el significante "ensayos" aparece ligado a la clínica. Llama la atención que en el trabajo de David Maldavsky no aparezcan notas bibliográficas. (18) Tendríamos que puntualizar aquí que cuando los alumnos hacen referencia a "dogmas dictados por gurúes de pipa, barbita y diván, y editados por Amorrortu", seguramente se están refiriendo a las preferencias que el ex titular de Psicología de la percepción tenía para con esta edición y que en el escrito de Signos Universitarios aparecen hábil y enigmáticamente disimuladas.

En segunda línea y encuadrados en un apartado denominado Investigaciones aparecen los trabajos de Alfredo Orsi, Alfredo López Alonso, Nélida Rodriguez Feijóo todos ellos psicólogos cognitivos y Dorina Stefani, socióloga.

Por último, en el apartado Congresos y Jornadas aparecen los trabajos de Juan Alberto Yaría sobre adiciones, uno de Nilda Neves demasiado influenciada por las ideas de Maldavsky y un trabajo sobre elección vocacional realizado por dos investigadores del CONICET dirigidos por el conciencialista López Alonso.

Esta convivencia de teorías, propia de toda Universidad, se padece y se tolera en razón de que por vía del eclecticismo sería posible discernir la verdad del error en todas las escuelas. Decían los alumnos: "queremos escuchar todas las cosas, a la medida de nuestro entendimiento, para que teniendo ante nosotros todo el espectro (Social, Profunda, Comunicacional, Fenomenológica, Conductista), elijamos lo que más nos convenza, o realicemos la síntesis personal que creamos mejor". (19) Se trata de una exageración del método, de allí que el criterio degenere en erudición, ¿cómo se hace para escuchar todas las cosas, para concluir lo que cada uno por sí mismo debe pensar?.

"Autoridades: abran la facultad a otras ideas" demandaban los alumnos, que ¿sin saberlo? estaban pidiendo lo que el Decano les pedía que pidiesen. Los alumnos cansados de oir lo que la patota freudiana les dice; no escuchan la demanda institucional, porque "la institución quiere que los que acuden a ella salgan hablando su propia lengua, la de la institución". (20)

La crítica de los alumnos al dogmatismo psicoanalítico no está  construida sobre un sistema crítico, sino ecléctico, que es el que proponía el Decano. Los alumnos parecen ignorar todo lo relativo al criticismo, van a tener que introducirse a las teorías de Descartes, Kant, Nietzsche, Marx, Freud, ­¡por supuesto que otro Freud! para empezar a entender que la posibilidad de conocimiento se halla sujeta a condiciones relativas.

Al respecto puede evaluarse el capítulo Lo que la clínica nos enseña, (21) construido sobre la base de un seminario dictado ante estos mismos alumnos que años antes aparecían descalificando las teorías psicoanalíticas. La dificultad para instalar o asimilar un sistema crítico se evidencia con total contundencia en lo que hace a la imposibilidad de guiarse, en la clínica, con otros conceptos que no sean fenomenológicos y moralizantes.

Una cuestión es tomar al psicoanálisis como una teoría más, con la pretensión de articularla eclécticamente en una filosofía oficial o académica, la otra cuestión es considerarlo en su estatuto crítico con lo cual puede llegar a no poder convivir con el amo de turno, inclusive a incomodarlo. Una de las formas de resolver esta cuestión desde la omnisciencia universitaria es haciendo desaparecer aquello que cuestiona, que molesta. Sería bueno entender que nuestra historia se hilvana como se hilvana por la concepción psicológica de un sujeto que luego se masifica y encuentra en ciertas instituciones un lugar de proyección y amplificación de sus actos.

Tengo conmigo el número especial 35º aniversario de la revista Signos Universitarios , publicada en el año 1991. (22) Dice el sumario:

PRESENTACION

EDITORIAL

ENSAYOS

INVESTIGACIONES

NOTICIAS BIBLIOGRAFICAS

REVISTA DE REVISTAS

NOMINA DE PUBLICACIONES RECIBIDAS (23)

1991 es el año en que se celebran los treinta y cinco años de vida de la Universidad del Salvador, la revista se ha adherido al festejo agrupando en dos tomos Miscelánea (24) todas las disciplinas que conforman el espectro educativo.

"Todas las disciplinas" decía la revista; sin embargo, el psicoanálisis brilla por su ausencia. ¡En ninguno de los siete ensayos, ni en las cuatro investigaciones aparece un escrito psicoanalítico! ¿Casualidad?

En el apartado Noticias bibliográficas (25) aparecen comentados, por el equipo de redacción de la revista, cuarenta y ocho libros de las más diversas editoriales de todo el mundo: Ediciones Morata de Madrid, Tusquets de Barcelona, Bonacci editores de Roma, Francesco Pirella editore de Génova, Biblioteca Nueva de Madrid, etc. ¡Ninguno es de psicoanálisis! ¿Casualidad?

En otro apartado de Signos Universitarios: Revista de revistas, (26) la gente de la redacción analiza veintisiete revistas. ¡Ninguna de psicoanálisis! ¿Sigue la casualidad?

En la nómina de autoridades que aparece publicada en Signos Universitarios el Dr. Carlos Guillermo Voss figura como el nuevo decano de la Facultad de Psicología remplazando al Dr. Saúl Rodriguez Amenábar. ¿Podemos considerarlo responsable de lo sucedido en la revista de la Universidad? Seguramente, y también al Rector, el Lic. Juan Tobías. Pero; además, sucedían cosas dentro de la Facultad que podrían ser referenciadas a partir de otro documento que consideramos imprescindible, el que abría este número especial 35º aniversario de la revista Signos Universitarios y que lleva por título Presentación.

"Un 8 de junio de 1944 el Colegio del Salvador funda el Instituto Superior de Filosofía, ante el pedido insistente de muchos profesionales que veían incompleta su formación humana y aún científica y deseaban tener una visión crítica y cristiana de su responsabilidad como católicos en la sociedad. En los años siguientes, los Institutos se multiplican y surgen el de Psicología, el de Psicopedagogía y el de Historia y Letras. Finalmente, existiendo ya un decreto que autorizaba el funcionamiento de Universidades, el 2 de mayo de 1856, hace 35 años se da a esos Institutos el nombre de Facultades, y se los integra bajo la denominación de Universidad del Salvador. (...)

El Salvador es un nombre que creó un espíritu antes de organizar una institución que brega por una sociedad mejor imbuida del espíritu cristiano que busca valores que liberen al hombre de la ignorancia y la injusticia como nos anuncia el Evangelio.

El primer Rector de nuestra Universidad, el R.P. Ernesto Dann Obregón, en un discurso pronunciado el 6 de setiembre de 1971, dijo: "La Compañía de Jesús fundó esta Universidad (...) no para crear una empresa sino para institucionalizar una mística (...) Nuestras casas de estudio argumentarán y probarán una vez más que en manera alguna la ciencia está  reñida con la fe. (...) Queremos una facultad humanista y humanizada. Al decir humanizada pensamos que los alumnos de hoy son los profesores y dirigentes del mañana".

Los laicos que recibimos la Universidad de la Compañía de Jesús en 1974, al emprender la difícil tarea de la conducción, tuvimos en cuenta la herencia de este espíritu sintetizado en los pilares orientadores enunciados por el entonces Provincial, R.P. Jorge Bergoglio S.J.: Lucha contra el ateísmo, avance mediante el retorno a las fuentes, universalismo a través de las diferencias". (27)

Un lector atento notará  rápidamente que en la fecha donde se le da a los Institutos el nombre de Facultades, y se los integra bajo la denominación de Universidad del Salvador figura: 2 de mayo de 1856, Ahora, si se trata de los treinta y cinco años de vida de la Universidad allí debería decir: 2 de mayo de 1956. ¿Error de la imprenta, del editor? Como los perritos del decano acusaban a la patota freudiana de querer interpretarlo todo, y como esta pretensión, en realidad, forma parte de un trabajo conjunto entre analista y analizante; o para el caso, entre autor y lector y dando cuenta de esa ética, vamos a otorgarle a los lectores el privilegio de que sean ellos mismos quienes apuesten a una búsqueda de significado.

Está claro entonces que la Universidad tuvo en sus principios una extracción jusuítica. Desde allí se construyó una mística que enalteció a la Institución. A partir de 1974 los jesuitas entregan la conducción de la Universidad y si bien a través de su ideología se había evidenciado que de ninguna manera la ciencia está reñida con la fe, la conducción laica antogoniza dicha posición y organiza una persecusión ideológica y/o religiosa en las postrimerías del siglo XX y en pleno proceso democrático.

La lucha contra el ateísmo se hace carne en Rodriguez Amenábar, y lo lleva a inventar un Freud antropólogo, delirante y ateo; que le permita criticarlo y a la vez dar rienda suelta a su religiosidad. Por otra parte, al defender la metapsicología y la técnica de Freud intenta resguardar su práctica clínica.

A pesar de todo, el gran mérito de Rodriguez Amenábar es haber formulado todas estas cuestiones en el campo del lenguaje. Es necesario hacer la defensa del ex decano porque el ingreso de las nuevas autoridades tiene un estatuto absolutamente diferente, ellas resuelven todas estas cuestiones en el campo de la acción y por eso Peragallo hace referencia a la "intervención" de las nuevas autoridades. (28)

¿En nombre de esa supuesta lucha contra el ateísmo es que fueron cesanteados los docentes que adscribían su práctica al psicoanálisis? ¿Fue por el origen judío de Freud, origen que luego y por carácter transitivo se le termina atribuyendo a su práctica?

En 1991 aparece el número especial 35º aniversario de la revista Signos Universitarios, no figuran allí escritos de psicoanalistas, ni aparecen publicados comentarios de libros psicoanalíticos, ni se acusa recibo de publicaciones psicoanalíticas. A pesar de la censura que se ejerce en estas cuatrocientas treinta y una páginas, la palabra "psicoanálisis", cual retorno de lo reprimido, aparece escrita una vez. (29) Por otra parte, cuando en la Presentación escriben la fecha de la fundación de la Universidad, ¡se les desliza una fecha que por cuatro días no es la del nacimiento de Freud! (30) El inconsciente es serio decía Masotta y tal vez no sea mal momen to para recordarlo.

En 1991 cesantean a Peragallo, egresado de la Universidad del Salvador, de la tercera camada de psicólogos del país, ex decano de la Facultad de Psicología, pionero de la psicología educacional, al frente de su Cátedra durante más veinte años. Se lo cesantea así como así, no por psicoanalista. Peragallo no es psicoanalista; pero, él puede enseñar como nadie que en el campo de la educación se puede implementar un sistema crítico, para criticar a los docentes, a los psicoanalistas, a las autoridades inclusive y eso no conviene enseñarlo a las nuevas camadas de psicólogos que van a tener que trabajar de empleados en las empresas liberales.

Cesantean a Silvia Ons también egresada de la Universidad. Ella inicia la carrera docente desde muy abajo y llega. Llegó a ser titular de Psicología Profunda, materia clave en la que se empieza a transmitir a los alumnos el pensamiento freudiano. Había que dar un golpe estratégico a los ateos, irracionalistas, entonces Voss, el nuevo decano, tan humanista y tan católico, debe haber aprovechado que estaba frente a una mujer tan cobarde también él cuando le dice que el psicoanálisis tenía un origen y una tradición judaica y que por eso había que extirparlo de una facultad católica, y como para el caso "el psicoanálisis era ella", la dejaba cesante.

A Raúl Camino no lo dejaron cesante, renunció. El tampoco se dedica al psicoanálisis, es un psiquiat ra, pero enseñaba que la psiquiatría podía ser social y atender no sólo al cuerpo y la mente, sino inclusive a la palabra. Tipo complicado este Camino, si hasta se le ocurrió fundar una de las primeras comunidades terapéuticas, como forma de oponerse a la política manicomial. Había que mandarle a alguien que le fiscalizara los programas de estudio y los exámenes y allí iba el concienzudo de López Alonso.

Después de Peragallo, Mazzuca, Silvia Ons, Camino, le tocó el turno a David Maldavsky y Clara Roitman. A Gerardo Pasqualini lo dejaron sin su materia clínica y le dieron Psicología Profunda, para explicarlo brevemente fue como si a un chico le sacaran un juguete y le ofrecieran un caramelo, que extrañamente aceptó. ¿Por qué Pasqualini no siguió el mismo camino que sus colegas? ¿Será  que el discurso de la Universidad lo utilizó para mostrar un Lacan católico que funcionara en contra del Freud judío?

Con ellos desapareció una legión de profesores Asociados, Adjuntos y Auxiliares que le daban un estatuto ético a la propuesta jesuítica: "Pensamos que los alumnos de hoy son los profesores y dirigentes del mañana". (31) Recuerdo en este momento los nombres de Lucía Blanco, Omar Mosquera, Horacio Lossino, Azucena Borelle, Patricia Bousquet, Osvaldo Rodriguez, Marcos Mustar, Beatriz Cardozo. La sangría fue muy grande y la maquinaria de la institución nos dejó por un tiempo perplejos. Hoy tenemos el ejemplo de Juan Alberto Peragallo que le acaba de ganar un juicio a la Universidad. A través de la Justicia queda demostrado que fue despedido arbitrariamente.

Con el paso del tiempo el eclecticismo de Rodriguez Amenábar se terminó convirtiendo en su gran mérito y tal vez por eso lo hayan despojado del decanato, poniendo en su lugar a un intervencionista que radicalizando el dogmatismo religioso, ¿el suyo?, ¿el del rectorado?, ¿el de la Iglesia?, expulsó a los docentes que tenían criterios psicoanalíticos, a los críticos, a los innovadores, a los estudiosos. Hoy debe haber una gran tranquilidad institucional en la Universidad, muy parecida a la tranquilidad de los cementerios y todos sabemos que se trata de pasar por allí lo menos posible, tal vez eso explique porque este año lectivo (32) la Facultad de Psicología de la Universidad del Salvador haya registrado la matrícula más baja de la historia. ¡Que les aproveche!

Notas y Bibliografía

(*) El presente título es un capítulo de El síntoma de la Universidad, texto de próxima aparición

1. El maestro también incomodaba. Entrevista a Juan Alberto Peragallo.

2. Pos-mediocridad. ¿Y ahora qué? Año I-Número 2. Setiembre 1990. (Debo la lectura del ejemplar mencionado gracias a los buenos oficios de Osvaldo Rodríguez)

3. Idem, pág.30-31-32.

4. Jorge Jinkis. El inconsciente freudiano. Ficha de editorial Tekné.

5. Sigmund Freud. Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis. Lección XXXV: El problema de la concepción del universo, en Obras completas, tomo III, Biblioteca Nueva, Madrid, 1973.

6. Cfr. 2, pág.15. Lo dicho en "vivo y en directo" se debe referir a una entrevista publicada en el Nº 1 de dicha revista.

7. M.Cohen y E.Nagel. Introducción a la lógica y al método científico 1. Amorrortu ed., Buenos Aires, 1977.

8. Cfr. 2, pág.15.

9. Signos Universitarios. Año VII. Nº 13. Enero/Junio de 1988. Número Especial Psicología.

10. Idem, pág.10.

11. Rodriguez Amenábar usa en forma indiscriminada las nociones de "psicología" y "psicoanálisis".

12. Cfr. 9, pág.10.

13. Pablo García. La filosofía de Santo Tomás. Ficha de circulación interna de la Cátedra Antropología Filosófica, Facultad de Psicología de la Universidad del Salvador, 1980.

14. Thomas Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de cultura económica, Bs.As., 1990.

15. Jacques Lacan. Escritos I, Subversión de sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano, Siglo XXI ed., México, 1981.

16. Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano de Literatura, Ciencia y Arte. Ed. W.M. Jackson, Boston, 1900.

17. Cfr. 9, sumario.

18. Cfr. 9, pág 54.

19. Cfr. 2, pág.31.

20. Conjetural 8. Los nombres del psicoanálisis en el discurso del amo, por Graciela Musachi. Ed. Sitio. Buenos Aires, 1985.

21. En este volumen.

22. Signos Universitarios. Año X. Número 19. Enero/Junio 1991. Miscelánea I. Número Especial 35 Aniversario.

23. Idem, pág.3.

24. La editorial avisaba que el volumen 20 de Signos Universitarios completaría el panorama general que resume la labor de 35 años de experiencia. A los fines de este trabajo, nos interesa el presente volumen (19) ya que es el que cuenta con la colaboración, entre otras facultades, de Psicología.

25. Cfr. 22, pág. 291.

26. Cfr. 22, pág. 377.

27. Cfr. 22, pág. 7.

28. Cfr. 1.

29. Es en la pág. 418.

30. La fecha del nacimiento de Sigmund Freud es 6 de mayo de 1856.

31. Cfr. 22, Presentación.

32. Nos referimos a 1996.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 11 Julio 2000
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